DIPUTACIÓN DE SALAMANCA

El atractivo de conocer la provincia de Salamanca caminando

Salamanca ofrece rutas que permiten disfrutar de espacios naturales con inmenso valor ecológico como las Sierras de Francia y de Béjar y el Parque Natural Arribes de Duero, declarados por la UNESCO Reservas de la Biosfera

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Estos caminos ofrecen escenarios únicos para descubrir el territorio, el patrimonio histórico y cultural

Existen muchas formas de conocer Salamanca y una de las más atractivas es caminando. Deporte, cultura y medio ambiente se combinan en la práctica del senderismo, posible gracias a las rutas señalizadas que discurren por distintos puntos de la provincia. De largo o pequeño recorrido, estos caminos ofrecen escenarios únicos para descubrir el territorio, el patrimonio histórico y cultural, el entorno natural y la forma de vida de los que habitaron y habitan estas tierras.

Salamanca ofrece rutas que permiten disfrutar de espacios naturales con inmenso valor ecológico como las Sierras de Francia y de Béjar y el Parque Natural Arribes de Duero, declarados por la UNESCO como Reservas de la Biosfera. Las sierras de Béjar y de Francia ocupan casi 200.000 hectáreas, lo que las convierte en la mayor Reserva de la región y la tercera de toda España. En ellas se encuentran el parque natural de Las Batuecas-Sierra de Francia y Las Quilamas, espacios naturales que se pueden recorrer a través de los itinerarios propuestos.

Caminos mágicos inmersos también en el parque natural de Arribes del Duero, que forma parte de la Reserva 'Meseta Ibérica', el mayor con carácter transfronterizo de Europa. Y en torno a estos espacios verdes, poblaciones con encanto. Lugares donde pasear sin prisas y hacer una pausa para contemplar las vistas, descansar y degustar cualquiera de los productos y platos típicos que sólo ofrecen estas tierras.

CAMINOS ARTE EN LA NATURALEZA

Cuatro sugestivos senderos ubicados en la atractiva comarca de la Sierra de Francia integran los llamados Caminos de Arte en la Naturaleza. Se trata de una original propuesta de turismo activo, en la que el paseante se ve sorprendido por las obras de arte instaladas en el itinerario: jaulas sobre el valle, sirenas junto al arroyo, plumas de bronce, asteroides perdidos en una ermita, puertas en el campo, piedras cosidas o camas orgánicas.

El trazado de todos ellos es circular, la longitud varía entre 7 y 10 kilómetros. Los distintos itinerarios recorren el Parque Natural de las Batuecas-Sierra de Francia, un laberinto de valles recónditos de gran valor medioambiental, y prueba de ello es su declaración –junto a la Sierra de Béjar– como Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Camino de los Prodigios

Al sur de la provincia de Salamanca, en la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y de Francia, se encuentra el Camino de los Prodigios. Se trata de un sendero circular, de 10 kilómetros de recorrido, que une los municipios de Miranda del Castañar y Villanueva del Conde, declarados conjuntos históricos. Recorrer este Camino es una buena manera de conocer el Parque Natural de Las Batuecas – Sierra de Francia y disfrutar de unos valores medioambientales y patrimoniales que le han hecho merecedor de la Carta Europea de Turismo Sostenible.

El Camino de los Prodigios recoge obras de los artistas Félix Curto, Alfredo Omaña, Marcos Rodríguez y Pablo S. Herrero. Con sus obras animan al caminante a asombrarse; a detenerse frente a las pequeñas cosas (un sonido melodioso, unas palabras que invitan a la reflexión…); y a deleitarse con lo que la naturaleza ofrece: líquenes, musgo, árboles...

De su inconfundible perfil sobresalen las torres del Homenaje del Castillo y la de las Campanas, junto a la iglesia parroquial. La antigua plaza de armas de la fortaleza se trasforma en tiempo de festejos en coso taurino. Es obligado un paseo por la calle Derecha que conduce al paseante a edificios con escudos nobiliarios, como la Alhóndiga, la casa del Escribano, de Los Tejeda, las Carnicerías o la Cárcel.

Villanueva del Conde fue conocida como Aldea del Conde hasta el siglo XVIII, cuando fue declarada Villa 'de por sí y sobre sí'. De su pasado judío ha sabido conservar una singular estructura urbana, en la que pequeñas zonas cultivables (los 'huertitos'), rodeadas de viviendas, ocupan parte del centro urbano. Ello le ha valido ser declarada Conjunto Histórico.

De su inconfundible perfil sobresalen las torres del Homenaje del Castillo y la de las Campanas, junto a la iglesia parroquial. La antigua plaza de armas de la fortaleza se trasforma en tiempo de festejos en coso taurino. Es obligado un paseo por la calle Derecha que conduce al paseante a edificios con escudos nobiliarios, como la Alhóndiga, la casa del Escribano, de Los Tejeda, las Carnicerías o la Cárcel.

Villanueva del Conde fue conocida como Aldea del Conde hasta el siglo XVIII, cuando fue declarada Villa 'de por sí y sobre sí'. De su pasado judío ha sabido conservar una singular estructura urbana, en la que pequeñas zonas cultivables (los 'huertitos'), rodeadas de viviendas, ocupan parte del centro urbano. Ello le ha valido ser declarada Conjunto Histórico.

Asentadero Bosque de los Espejos

El Asentadero – Bosque de los Espejos es un camino circular, que discurre entre los municipios de San Martín del Castañar, Sequeros y Las Casas del Conde. El recorrido, de 9,2 kilómetros, permite disfrutar del Parque Natural de Las Batuecas – Sierra de Francia, donde se han instalado obras de arte que sorprenden al paseante.

El Parque Natural, declarado Reserva de la Biosfera, acoge una fauna y una flora de un valor significativo. Predominan los árboles de hoja caduca: castaños, robles y fresnos, pero también abundan los árboles mediterráneos, como la encina, el alcornoque, el quejigo y, en menor medida, el enebro y el tejo. También se encuentran grandes áreas de árboles frutales, viñedos y olivares, entre los que destacan los cultivos de cerezo, base económica de muchos pueblos de la Sierra.

Pero el Parque Natural también reúne un valioso patrimonio arquitectónico que se manifiesta en sus pueblos. San Martín del Castañar es una hermosa villa que ocupa una posición privilegiada en un promontorio, lo que le proporciona espléndidas vistas sobre los valles cercanos.

En el caserío destaca el perfil del castillo, que, tras una afortunada actuación, acoge el centro de interpretación de la Reserva de la Biosfera. Declarado conjunto histórico, en sus calles y rincones se pueden observar valiosos ejemplos de arquitectura popular serrana; las casas se aprietan entre sí y hacia lo alto, mostrando blasones y peculiares fachadas de tramonera.

Otro de estos pueblos que atraviesa la ruta es Sequeros, con un emplazamiento singular, a 950 metros de altitud, que le ha valido la merecida denominación de 'Mirador de la Sierra'. Uno de los parajes más atractivos del municipio lo constituye la iglesia del Robledo. En su interior destaca un impresionante artesonado mudéjar, sendas imágenes de la Virgen y los relicarios de Simón Vela y de 'la moza santa'.

El camino del Asentadero – Bosque de los Espejos también discurre por Las Casas del Conde. Su ubicación sobre una ladera del valle del río Francia y un microclima hacen que sea el primer pueblo de la Sierra de Francia donde florecen los cerezos.

Y junto a este patrimonio histórico y cultural, las obras de arte que se han plantado como semillas permanentes en el camino. La Torre de Intercambio (de Jesús Palmero); la Casa de Árbol y una Aguja (Luque López), efímeras magentas (José Antonio Juárez), Mochuelos (Pablo Amargo), y Puertas Abiertas en el campo (de Manuel Pérez de Arrilucea) son algunas de las obras que se encuentran y se disfrutan en el recorrido.

El actual camino integra también uno anterior, el llamado 'Asentadero de los curas', del que perviven algunas de sus intervenciones escultóricas. Es una invitación a mirar de otro modo, leer desde el arte el paisaje, atravesar el espejo o adivinar reflejos imposibles.

Camino de las Raíces

Arte y naturaleza se aúnan en el Camino de las Raíces, donde el viajero puede adivinar las huellas de la memoria colectiva de un pueblo y un territorio, la Sierra de Francia. Esta ruta circular atraviesa espacios humanizados en los que se reflejan las raíces de una cultura ancestral, las creencias y el imaginario de sus habitantes.

Este camino que se inicia en La Alberca es un recorrido por un bosque de robles y castaños. El camino acerca al viajero hasta la ermita de Majadas Viejas, pasando antes por el Montón de Cantos y por las piedras donde se representa la Loa en la romería de la Virgen. Se retoma el camino para llegar a la laguna y a la ermita de San Marcos, consolidada como un ejemplo de raíz conservada, y desde allí se vuelve a La Alberca.

Es, sin duda, una ocasión ideal para conocer un municipio monumental que está considerado uno de los pueblos más bonitos de España.

La Alberca fue también el primer pueblo español declarado Conjunto Histórico en 1940. El territorio fue poblado desde antiguo por judíos, árabes, repobladores de origen francés... De hecho, su nombre parece proceder del árabe 'Al Bereka' y significa estanque.

Pasear por sus calles permite disfrutar de la arquitectura tradicional serrana: de los bellos rincones, las casas apretadas unas contra otras y peculiares fachadas de entramado.

Camino del Agua

En el Parque Natural de Las Batuecas–Sierra de Francia se encuentra el Camino del Agua. El agua estuvo allí desde siempre, el camino se fue haciendo con el paso del tiempo, pero el paseo se ha enriquecido con seis intervenciones escultóricas que ya forman parte del paisaje.

Han surgido unas obras sutiles que se integran en armonía con el entorno, sin saber si lo que está delante es la cultura o es el paisaje. Son obras realizadas por artistas jóvenes que utilizan nuevos lenguajes plásticos para que la aventura del camino sea favorable.

El Camino del Agua parte de Mogarraz, municipio declarado Conjunto Histórico en 1998. Esta villa ofrece magníficos ejemplos de arquitectura tradicional de la Sierra de Francia (Reserva de la Biosfera). En sus calles llaman la atención los dinteles tallados en las viviendas: ánimas del purgatorio, escudos de la Inquisición, barricas… Sin olvidar el templo parroquial, la ermita del Humilladero o la Casa de las Artesanías.

El recorrido continúa cercano a la población de La Alberca, y llega a Monforte de la Sierra, un municipio que se alza sobre un promontorio ofreciendo sorprendentes vistas del valle formado por los ríos Milano y Arromilano, como queda patente en el Mirador del Viborero. La iglesia, la ermita del Cristo de la Agonía (Humilladero) y un entorno natural privilegiado con zonas recreativas y piscinas naturales justifican la visita. A eso se suma el paisaje que presta el Parque Natural de Las Batuecas y que asegura el disfrute de todos los sentidos.

SENDEROS DE LA FRONTERA

La Red de Senderos de Frontera es una propuesta para conocer sin prisas la naturaleza y la cultura del sur de Las Arribes en torno a tres de sus municipios. La elaboración de aceite es uno de los productos que más huellas ha dejado en este territorio. El Sendero del Aceite que une entre almendrales y olivares las localidades de San Felices de los Gallegos y Ahigal de los Aceiteros es un acercamiento a esta cultura.

Los amantes de la arqueología, de las leyendas populares, las tradiciones y los pequeños lugares con encanto, pueden disfrutar con el Sendero de las Piedras Mágicas. Un camino discreto, pero sorprendente, en uno de los lugares más tranquilos de la tierra: La Redonda.

Los caminantes que deseen encontrar imágenes inolvidables del Duero, las pueden contemplar desde los miradores del Sendero de La Barca. Una ruta circular en los alrededores de Vilvestre que recorre los antiguos caminos de arrieros que transportaban productos a Portugal cruzando el río Duero.

La naturaleza en su estado salvaje y el esfuerzo del hombre por transformarla es el paisaje que propone un itinerario de ida y vuelta entre el municipio de Ahigal de los Aceiteros y el paraje de La Carrasquera. El Sendero de los Frutos es un buen paseo para aprender los pequeños detalles que ofrece la naturaleza arribeña. Tres caminos que recorren hermosos parajes del Parque Natural Arribes del Duero, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, e interesantes localidades del entorno.

Desde el municipio de Ahigal de los Aceiteros hasta el paraje de La Carrasquera, discurre un camino de ida y vuelta de nueve kilómetros de distancia, fáciles de andar. El paseo transcurre entre cortinas y cotos dedicados al pastoreo y a los cultivos tradicionales de Las Arribes hasta las cercanías del valle abrigado del río Águeda, donde el paisaje se vuelve más agreste. Allí comienza un bosque cerrado de carrascos que llega al final del sendero, un buen lugar para contemplar Las Arribes del río Águeda, observar la naturaleza en su estado más salvaje y perder la mirada en el cielo, desde donde el águila azor, el buitre leonado o el alimoche vigilan el valle silencioso.

Este sendero circular de 9 kilómetros sin dificultades orográficas, transcurre en los alrededores de la localidad de la Redonda, entre callejas, restos de la calzada romana y las orillas floridas del río Morgáez. El camino sale a la búsqueda de aquellos lugares que están señalados por la historia, como el dolmen de los Pedazos de la Mata o forman parte de la historia, como la piedra del Perdón o sencillamente conservan el recuerdo de la vida cotidiana, como el lavadero y el chozo de las lavanderas.

Este paisaje modelado por el aceite de oliva, su cultura y las huellas que ha dejado en las gentes de estos pueblos es el protagonista de este camino circular que une el conjunto histórico de San Felices de los Gallegos y la localidad de Ahigal de los Aceiteros.

El sendero de 11,4 kilómetros de recorrido transcurre por terrenos suaves, sin apenas pendientes, arropado por almendrales y olivos, a veces interrumpido por fuentes de piedra medievales, molinos centenarios y puentes barrocos. También merecen distraer la atención del caminante el museo del Lagar del Mudo en San Felices de los Gallegos y la almazara de Ahigal de los Aceiteros.

SENDEROS DEL ALAGÓN

En su viaje hacia el sur, el río Alagón se interna en rincones y valles escondidos que pueden ser recorridos a través de varios senderos: la ruta de los tres ríos, la ruta de los lagares rupestres, miradores de las sierras, camino de los trasiegos, la ruta de la Honfría, etc. Lugares ideales para degustar los vinos de la Denominación de Origen Protegida Sierra de Salamanca.

Ruta de los tres ríos

Es un sendero circular, asequible a todos los públicos, que nace y termina en la Plaza Mayor de Sotoserrano. La ruta sale al encuentro de las desembocaduras de los ríos Francia y Cuerpo de Hombre en el caudal del río Alagón, el valle fluvial que recorre de norte a sur la Sierra de Francia para incorporarse al ríto Tajo en tierras extremeñas. El sendero transcurre por los antiguos caminos utilizados por los lugareños para acercarse a los ríos y por las laderas que el hombre ha aprovechado para cultivar olivos, viñedos y cerezos.

En el trayecto, el caminante encontrará pequeños descansos para disfrutar de unas vistas sorprendentes de los valles fluviales, de la sierra de Béjar o de la villa de Miranda del Castañar.

Camino de los trasiegos

Este camino lineal comunica a lo largo de 8 kms. las localidades serranas de San Miguel de Valero, Valero y San Esteban de la Sierra, ofreciendo espléndidas vistas del valle de Las Quilamas.

También permite recrearse con antiguas construcciones, testigos del duro quehacer de estas gentes, como una singular era construida con losas de granito donde se aventaba la cebada, o bancales dedicados al cultivo de la vid y el olivo.

Ruta de los miradores de la sierra

Es una ruta circular de 5 kms. que discurre entre Santibáñez de la Sierra y San Esteban de la Sierra, fácil de recorrer y especialmente diseñada para un turismo familiar.

Tanto Santibáñez de la Sierra como San Esteban ocupan un lugar singular entre los parajes serranos del sureste de Salamanca. La luz, el aroma, los paisajes, el horizonte montañoso, su riqueza natural y los conciertos nocturnos de estrellas son solo algunos de los atractivos de estos territorios.

Senda del Duero

Desde su nacimiento en la Sierra de Urbión hasta Vega Terrón, en la frontera portuguesa, el Camino Natural de la Senda del Duero recorre, durante más de 750 kilómetros, diferentes paisajes, desde los pinares de la sierra, a los sabinares y viñedos de la ribera del Duero, los campos de labor y regadío de Tierra de Campos y los encinares y olivares de Los Arribes del Duero. El recorrido, dividido en 42 etapas de diferente longitud y dificultad, discurre por gran parte de la meseta castellano-leonesa, introduciéndose en su rico patrimonio histórico y cultural, descubriendo la arquitectura y etnografía más representativa y dando a conocer las costumbres, fiestas y tradiciones del lugar.

Las 10 etapas finales de la ruta transcurren en tierras salmantinas. Desde la localidad zamorana de Fermoselle se pueden recorrer las salmantinas de Trabanca, Villarino de los Aires, Pereña de la Ribera, Masueco, Aldeadávila de la Ribera, Mieza, Vilvestre, Saucelle, Hinojosa de Duero, La Fregeneda y Vega Terrón.

Vía Verde de la Plata

El trazado de este Camino Natural tiene un recorrido de algo más de 20 kms. y atraviesa los municipios de Alba de Tormes -declarado Conjunto Histórico-, Terradillos, Calvarrasa de Arriba, Arapiles y Carbajosa de la Sagrada.

El camino no presenta dificultades para los viandantes, y el trazado discurre por parajes de extraordinaria belleza, como la dehesa salmantina; por municipios plagados de historia y cultura -Batalla de Arapiles-, y posibilita conocer en una misma ruta diversos ecosistemas, de monte bajo y ribereños, entre otros.

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