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GILEAD

Esperanza en el subtipo de cáncer de mama más letal

Expertos debaten sobre innovación y pacientes de triple negativo metastásico, el subtipo de peor pronóstico

Javier Granda Revilla

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“Ahora tenemos más esperanza para nuestras pacientes”. Alessandra, Hope, Mafalda y Montse, coinciden. Son oncólogas especializadas en cáncer de mama triple negativo metastásico, el subtipo más agresivo y con peor pronóstico de este tipo de tumores, presente en del 10% al 15% de los casos y donde sus pacientes tienen necesidades urgentes que necesitan ser atendidas.  

Se llama triple negativo (CMTNm) porque las células no expresan receptores de estrógeno ni progesterona y expresan un HER2 limitado (proteína que participa en el desarrollo normal de las células). Debido a su naturaleza, las opciones de tratamiento son limitadas en comparación con otros tipos de cáncer de mama y tiene una mayor probabilidad de recidiva y metástasis.

El tiempo medio hasta la recidiva metastásica del CMTNm es de, aproximadamente, 2,6 años en comparación con los 5 años de otros cánceres de mama. La tasa de supervivencia relativa a los cinco años igualmente es menor. Entre las mujeres afectadas, la tasa de supervivencia a cinco años es del 12%, en comparación con el 28% de las que padecen otros tipos de cáncer de mama metastásico.

Pero también hay noticias positivas: “Ahora tenemos mucha esperanza en los tratamientos, que están mejorando la supervivencia de las pacientes con metástasis, manteniendo su calidad de vida. Este es un aspecto importante, porque muchas de las pacientes son mujeres jóvenes”, señala la doctora Hope Rugo, profesora de Medicina en el departamento de Hematología y Oncología en la Universidad de California San Francisco (EE.UU.).

La doctora Alessandra Gennari, jefa del servicio de Oncología del Hospital Universitario Maggiore en Novara (Italia), también comparte esa idea y considera que estos tratamientos proporcionan “esperanza” a las pacientes porque, según su experiencia, ya pueden comenzar a pensar que su cáncer está dando los primeros pasos en avanzar hacia una todavía lejana cronificación, algo que no sucedía hace dos años. “El cáncer de mama triple negativo metastásico no es una enfermedad curable, pero sí podemos dar esperanza gracias a la investigación”, asegura esta experta.

“Este tipo de cáncer está asociado con el embarazo, por lo que estas pacientes son jóvenes, madres de niños pequeños que son diagnosticadas en muchas ocasiones durante la gestación”, advierte la doctora Mafalda Oliveira, oncóloga médica en el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y en el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO). Por este motivo, recalca la importancia “de impulsar la investigación clínica con ellas para potenciar el diagnóstico precoz, porque la enfermedad continúa suponiendo una gran carga de sufrimiento y muerte”.

De hecho, la carga emocional de la enfermedad es inmensa, tal y como detallan las pacientes. Los sentimientos de incredulidad, miedo, enfado, tristeza y ansiedad, son frecuentes y se entremezclan. En muchos casos, es fundamental la ayuda psicológica, de la mano de los psico-oncólogos, que son profesionales expertos y formados en este ámbito.

Otro aspecto que destacan la doctora Oliveira y la doctora Muñoz es que nuestro país es uno de los líderes mundiales en investigación biomédica, con un gran número de ensayos clínicos realizados en hospitales españoles. Esta circunstancia permite que los pacientes se beneficien antes de estos nuevos medicamentos.

“En España tenemos grupos cooperativos de investigación que permiten que los pacientes sean encaminados a los hospitales de referencia en los que se realizan los ensayos clínicos”, describe la doctora Oliveira. Para la doctora Montserrat Muñoz, oncóloga médica en la unidad de mama del Hospital Clínic de Barcelona, la generosidad y altruismo de las pacientes españolas también debe subrayarse: “Saben que la investigación no solo les beneficia a ellas, beneficia también a personas que enfermarán en un futuro”.

Potenciar la prevención

Para las cuatro investigadoras, potenciar la prevención debe ser una de las prioridades. Reducir el consumo de tabaco, alcohol y controlar la obesidad son clave en este campo. También los programas de cribado, con mamografías, son uno de los elementos fundamentales. “En mi región en Italia, 4 de cada 10 mujeres acuden a hacerse las pruebas, por lo que tenemos mucho espacio para mejorar”, alerta la doctora Gennari.

Hope Rugo, profesora de Medicina de la División de Hematología y Oncología en el centro oncológico familiar integral Helen Diller Family

Alessandra Gennari, Jefe de la División de Oncología del Hospital Universitario Maggiore (Italia)

En España, las mamografías se realizan en pacientes entre los 50 y los 70 años, pero debe tenerse en cuenta con la mayoría de pacientes con cáncer de mama triple negativo metastásico son más jóvenes.

En este sentido, la doctora Muñoz recuerda que se exploran nuevos enfoques, como estudios científicos, para tratar de determinar mejor las características de las pacientes en más alto riesgo, con el objetivo de reducir el número de mamografías.

Montserrat Muñoz, oncóloga en Fundació Clinic

Mafalda Oliveira, oncóloga médica del Departamento Médico del Hospital Universitario Vall d'Hebron

Otra acción clave, para la doctora Rugo, es que las mujeres estén atentas a sus mamas, especialmente si tienen antecedentes de enfermedad en su familia, porque las mamografías no son capaces de captar las diferencias genéticas que permiten determinar el riesgo de cáncer en pacientes jóvenes. “Van a ser precisos estudios con muchísimas mujeres para entender este mecanismo. Por eso, la colaboración con su médico de cabecera es fundamental: si las mujeres notan un bulto extraño en la mama, deben acudir a consulta”, recomienda.

Hay que seguir concienciando sobre esta enfermedad. Por ello, la doctora Muñoz ha participado en el proyecto Cuadros que Esperanza, que visibiliza las necesidades de estas pacientes a través de la Inteligencia Artificial y el arte. Todas ellas son cuatro mujeres investigando en diferentes partes del mundo para ofrecer nuevos tratamientos a mujeres con el tipo más agresivo de cáncer de mama. Nuevas esperanzas para las pacientes, para sus familias y amigos. Pero en una patología donde cada día cuenta, hay muchos retos aún sobre la mesa en los que seguirán trabajando con la investigación como principal herramienta.

La importancia de visibilizar la enfermedad

Los grupos de ayuda de pacientes con cáncer metastásico realizan un papel fundamental en la concienciación, explica la doctora Muñoz. “Antes, solo contábamos con este tipo de grupos con pacientes en estadios iniciales de la enfermedad, que son el 90% de casos diagnosticados. Cuando se conocían en el hospital o hacían rehabilitación, formaban estos grupos de ayuda, dirigidos a mejorar el cansancio o a comentar problemas de sexualidad o de pareja y familia. Ahora, las pacientes con tumores metastásicos están creando tanto estos grupos como asociaciones, lo que les está dando mucha fuerza y les permite compartir mucha información gracias a la redes sociales”, destaca. 

El arte puede ser una extraordinaria herramienta para concienciar a la sociedad. La exposición itinerante ‘Cuadros con esperanza’ ha podido verse, desde mayo de 2022, en diferentes hospitales y lugares públicos de España y continúa su gira. Auspiciada por Gilead, recoge en lienzos las emociones de las pacientes, que han contado con ayuda de inteligencia artificial para realizar sus obras. “Los proyectos que calan en la sociedad, que logran visibilidad y tienen importancia, son los que salen de ellas. Como estos cuadros”, concluye la doctora Muñoz.

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