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un proyecto de

Hogar a tu medida

Una familia de diez

Ser padres en una familia numerosa es como gobernar una diminuta ciudad que no para de moverse, cambiar, crecer. Organizar el espacio en el que conviven sus integrantes significa dotar al hogar de una dinámica sin fin en la que todo tiene un hueco en el momento en que hace falta. Entenderlo supone un esfuerzo pero ser capaz de conseguirlo, merece un premio.

Clara Polo

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Cuando Ángel y Alicia se instalaron en su hogar, pensaron que habían dado con una casa grande y espaciosa en la que crecer a sus anchas como familia. Y así fue. Tanto, que hoy ya tienen ocho hijos y están instalados en un caos de juguetes en el que tareas sucesivas se empujan en los mismos sitios, haciendo que la paz sea difícil de encontrar en casa. Para poder vivir tranquilos en un espacio confortable, sienten que necesitan una verdadera casa de diez.

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Ángel y Alicia viven instalados en un caos de juguetes y tareas que se suceden en el mismo sitio: necesitan convertir su hogar en una casa de diez, de paz y confort

Adaptando un hogar a la vida de una familia numerosa

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Entender el día a día de una familia numerosa es un reto para quien no la ha vivido. Por eso, Marta, interiorista de IKEA, contará con la ayuda de Irene, madre de once hijos y fundadora de @soyunamadrenormal. Acostumbrada a la convivencia en multitud, sabrá echar una mano en la organización que necesita esta gran familia, dando vida a un nuevo capítulo de Un hogar a tu medida.

Ser padres en una familia numerosa es como gobernar una diminuta ciudad
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El antes y después del salón de esta familia con 8 hijos

Tener una familia tan amplia implica centrar la vida diaria en el salón, que desde por la mañana ya recibe a los más pequeños en pijama clamando ayuda. Presencia los líos de mochilas después de clase, los juegos y la hora de dibujar; que acoge las sesiones de tele y después de adaptarse a duras penas a todo este trajín, cuando todos duermen ya, aún sabe hacer una última transformación. Es la hora de los padres: ese gran momento de relajarse y disfrutar de un rato tranquilo de intimidad.

Algunos focos de atención

Claramente el salón es el protagonista del caos, y es el que alberga los problemas más notorios. Su distribución y su mobiliario pertenecen a otra época en la que la familia era mucho más reducida, y piden a gritos una adaptación.

Como todos conviven allí en su día a día, necesita orden y un sitio para cada cosa.

Los sofás, antiguos y poco cómodos, atentan contra el ambiente cálido y acogedor que debería reinar. Los juegos y juguetes han colonizado el espacio, desbordando la ocupación de sus sitios de almacenaje y extendiéndose hasta por la chimenea.

La mesa de la zona destinada a comedor, en realidad, funciona como despacho, como cambiador para los bebés… Es difícil utilizarla para disfrutar de una comida al uso.

Lograr orden y espacio para almacenaje son las prioridades más evidentes. Irene lo tiene claro y lo explica muy bien: “cuando todo tiene su sitio, no hay nada por medio”.

Las claves de la solución

La receta de la organización siempre parte de la separación de zonas, que en este caso Marta ha dejado en manos de dos grandes sofás. La modularidad de la Serie SÖDERHAMN ha permitido combinar dos piezas a juego incluso con chaiselongue. Se pueden mover y recombinarse si en algún momento se enfrentan a un rediseño del salón y lo más importante es que son desenfundables.

A prueba de juegos, las fundas se limpian a base de lavadora y, para las grandes catástrofes, existe la posibilidad también de renovarse con nuevas fundas. Por eso, además de delimitar la zona de diversión de los más pequeños, son muy adecuados para que se sienten, se tumben y sigan jugando encima sin ningún temor.

taller después de la reforma ikea

Separar las zonas para cada actividad es tan importante como amueblarlas

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El espacio principal, frente al televisor, en vez de una mesa de centro, incluye dos de tipo nido: las SVALSTA son una buena opción gracias a su movilidad y sobre todo, a sus formas redondeadas. Los pequeños corretean y nunca se sabe con qué podrían topar. Por eso, los cantos de los muebles en esquina también son susceptibles de convertirse en un peligro si no se suavizan con protectores como PATRULL o UNDVIKA.

La seguridad es importante, y también de cara al almacenaje. Por eso, toda la estancia incluye armarios horizontales con sus correspondientes frontales en la parte superior, justo ahí donde no llega nadie más que los papás y mamás.

En la parte inferior, los armarios accesibles para todos están plagados de cajas de todas las formas y tamaños, permitiendo aprovechar hasta el último rincón, incluso en el aparador STOCKHOLM que alegra la vista de los más mayores aportando un toque de estilo escandinavo al almacenaje

Los sofás funcionan como separadores de ambientes y delimitan la zona de juegos

Así fue el proceso de cambio

Los niños también tienen su propia zona diseñada al detalle. Como van a participar igual que sus papás a la hora de ordenar y recoger, tienen sus muebles a la altura adecuada. El almacenaje se apoya en una amplia construcción a base de estructuras TROFAST que sostienen cestas extraíbles de distintas capacidades para hacer frente a la ordenación de millones de juguetes.

Lo completa un banco SMÅSTAD, que hace al mismo tiempo de asiento y de enorme contenedor para más juegos. Y para los pequeños artistas, dos bancos de la misma serie hacen las veces de escritorio, con sus taburetes y todo.

Pueden inspirarse consultando algunos libros colocados en sus estantes y después, exponer sus propias obras de arte en las baldas preparadas para enmarcarlas.

Con los niños contentos, aún queda una guinda para endulzar a los padres. Aquel rincón con la mesa multifunción entre cambiador y despacho ha quedado en el olvido para siempre.

En su lugar, un aparador de la Serie IDANÄS, con su vitrina para mostrar la vajilla, acompaña a un banco que, como el del salón, además de servir de asiento, esconde una zona de almacenaje ideal para manteles y otros textiles.

Ahora hay sitio para todos en una amplia mesa en la que comer juntos. Con sillas para mayores y para pequeños, y con un ambiente familiar y acogedor que da una nueva vida a esa casa diez que merece esta gran familia.

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