De los circuitos profesionales a la calle: cómo la competición profesional impulsa la tecnología sostenible
Las innovaciones en neumáticos, impulsadas por la competición profesional, redefinen el camino hacia un transporte más ecológico y eficiente

Algunos de los mayores avances tecnológicos del ser humano fueron, en un principio, desarrollados para sectores muy especializados antes de dar el salto a su total democratización. Tal es el caso de internet, creado para asegurar la comunicación entre instituciones militares, o el GPS, concebido para mejorar la precisión en la navegación y en operaciones militares. Incluso podemos nombrar ejemplos como los drones, o un utensilio tan cotidiano como el microondas.
También podemos ejemplificar la situación si nos trasladamos al mundo del deporte y la competición. Es el caso, por ejemplo, del uso de un material como es la fibra de carbono en la producción de bicicletas más ligeras para competiciones profesionales. El mundo del motor no es ajeno a esto. Al contrario.
En este sentido, las 24 Horas de Le Mans, un evento de resistencia que se disputa en carreteras habitualmente abiertas al tráfico regular, es el banco de pruebas ideal para que MICHELIN pruebe sus neumáticos, que más tarde podrán ofrecer las máximas prestaciones cuando lleguen al mercado y se utilicen en vehículos convencionales.
Motorsport: We Race for Change
El objetivo principal de MICHELIN es desarrollar neumáticos sostenibles cuyo diseño y producción tengan el menor impacto sobre los recursos del planeta y su biodiversidad, además de minimizar las emisiones de CO₂, todo ello sin sacrificar las prestaciones habituales de la marca.
Pioneros de la Fórmula E
Para avanzar en la electrificación del automóvil, es esencial contar con neumáticos que se adapten a las nuevas exigencias en materia de sostenibilidad y eficiencia energética. En este sentido, MICHELIN, como socio fundador de la Fórmula E, —primera serie de carreras monoplazas totalmente eléctrica del mundo— siempre ha estado a la vanguardia de la innovación en neumáticos para eléctricos desde 2014.
Ese año presentó la primera generación de neumáticos de competición MICHELIN Pilot Sport EV, que combinaba las prestaciones de una rueda de competición con la versatilidad y durabilidad necesarias en circuitos urbanos.
Dos años más tarde, la segunda generación de este neumático lograba una reducción del 16% en la resistencia a la rodadura y la tercera, una reducción en su peso, otorgando mejora en el rendimiento y una reducción en la cantidad de materiales a reciclar.
Le Mans: un laboratorio de pruebas excelente
Le Mans 2023 se convirtió, un año más, en el campo de pruebas ideal para que MICHELIN pudiera testear sus nuevos neumáticos antes de dar el salto al mercado masivo.
Los últimos neumáticos, diseñados para los innovadores prototipos Hypercar, se han desarrollado de manera totalmente virtual a través de tecnología de simulación, es decir, la marca diseña y prueba los neumáticos en un entorno digital. Esto permite a sus ingenieros realizar múltiples pruebas y ajustes sin la necesidad de crear físicamente cada versión de los neumáticos, lo que se traduce en ahorro de materiales y tiempo.
El vehículo de hidrógeno conocido como H24, que actualmente compite en Le Mans, utiliza un neumático fabricado con hasta un 71% de materiales reciclados y sostenibles.

MotoE: el siguiente paso en la innovación y la sostenibilidad
MICHELIN también ha llevado su experiencia en competiciones eléctricas al mundo de las dos ruedas con MotoE. Para la temporada de este año, la compañía ha presentado los nuevos neumáticos para las motos Ducati, los MICHELIN Power Slick, fabricados con más del 50% de materiales renovables o reciclados (49% en el delantero y 53% en el trasero).

MICHELIN sigue demostrando que las competiciones profesionales de automovilismo son mucho más que adrenalina y velocidad, un campo de pruebas crucial para desarrollar tecnologías que mejoran la seguridad, las prestaciones y la sostenibilidad de sus neumáticos en los vehículos.