El equipo femenino que escribe la historia del voleibol en Salamanca desde hace casi medio siglo
La USAL sigue apostando por el deporte y, en concreto, ha apoyado en los despachos el ascenso deportivo del voleibol femenino la presente temporada. Un equipo con mucha historia creada bajo la mirada del gran Unamuno
«Uy, esta sección es ideal para nosotras».
Teresa o como la conoce todo el mundo en la Universidad de Salamanca, Terry, reconoce que el voley ha crecido en los últimos años en la ciudad, pero que está totalmente fuera de la actualidad deportiva. Sin embargo, su positivismo contagiado se basa en hechos: cuando ella quiso competir al voleibol y estaba todavía en el instituto, la única opción que tenía era la USAL, ahora las cosas -20 años después- han cambiado, aunque no lo suficiente.
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«Son cambios que no se pueden dar de un día para otro, es como el deporte y la mujer, creo que la evolución va bien y se nota en los niños. Nos vienen a ver jugar y creo que las redes sociales nos ayudan a difundir nuestro trabajo», reflexiona.
Es el caso de la actual capitana, con cinco años en la USAL a sus espaldas. Ella fue de las niñas 'raras' y es que, además de apostar por el deporte, no se decantó por los típicos; ni fútbol ni baloncesto, ella quería jugar al voley, y empezó con solo ocho años. «Siempre me gustó, me fui enganchando y con la posibilidad de tener un equipo, compartir amigas y momentos, todo es más fácil», cuenta Leyre.
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El equipo de voleibol femenino de la Universidad de Salamanca, cuya existencia data de 1978-1979, logró la pasada temporada el ascenso a la Primera Nacional, lo que supone la tercera categoría del citado deporte en España. Una competición dividida por áreas geográficas, en la que las universitarias han comenzado con derrota, pero en la que se enfrentan también a equipos más desarrollados y desarrollados deportiva y económicamente. Ellas quieren ganar, sí, pero su principal meta es la de disfrutar como equipo, como «piña», tratando de lograr la permanencia, con el apoyo de la USAL.
Y es algo que recalcan, el apoyo de la USAL, el «sí' al ascenso en los despachos, el »sí« a apostar por el deporte femenino y, en concreto, el voleibol. La capitana habla claro sobre ello: «Les necesitábamos. Conseguirlo a nivel deportivo fue muy emocionante. Ganamos la liga, la Copa... fue un premio a muchos años de trabajo y gracias a su apoyo estamos aquí. Dependíamos de ello y cuando nos dijeron que nos merecíamos... sabíamos que iban a cumplirlua y lo cumplieron. Siempre nos han apoyado y nosotras estamos agradecidos«.
«La Universidad de Salamanca apuesta muchísimo por nosotras. Ha ido con todo. Nos podemos comparar con otras universidades y salimos ganando. Creo que el año pasado fue un salto a todos los niveles. Primero hubo un esfuerzo nuestro y después el suyo. Lo valoraron y nos dieron ese respaldo, tanto económico, como personal», completa la entrenadora.
Una valoración que no siempre llega, Leyre anima a todas las niñas y niños a que vengan a verlas jugar: «Que se animen, parece que siempre nos quedamos de lado, con el fútbol y con Avenida... pero nosotras también estamos aquí y también nos merecemos que la gente nos siga y nos anime».
Un equipo de idas y vueltas
Formar parte de la universidad tiene, como todo, sus cosas buenas y sus cosas malas. Jugadoras que se van, nuevas jugadoras que vienen y un curso que empieza pasado septiembre y la competición no espera. «Nuestros rivales han empezado a entrenar mucho antes, con pretemporadas muy serias y es algo difícil de alcanzar. Nosotras empezamos a entrenar y a las dos semanas ya estábamos jugando. Es un hándicap del que no nos podemos quejar, porque sabemos que es así», reconoce la entrenadora.
Por ello, el objetivo está más claro todavía: «La permanencia. El nivel es muy alto y este año especialmente considero que la liga tiene un nivel muy fuerte«.