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La calle donde ocurrieron los hechos. A la derecha, el cuartel de la Guardia Civil en Torrijos manuel moreno
Los gritos desgarradores de un niño de 9 años desde un balcón que alertaron a la Guardia Civil: «¡Auxilio, que mata a mi madre!»

Los gritos desgarradores de un niño de 9 años desde un balcón que alertaron a la Guardia Civil: «¡Auxilio, que mata a mi madre!»

La expareja y padre del crío intentó echar abajo la puerta de la vivienda con un martillo. Varios agentes salieron corriendo del cuartel de Torrijos, al lado del edificio de pisos donde vive la víctima, y detuvieron al hombre cuando iba a huir Detienen a un hombre acusado de matar a su mujer tras atropellarla después de una discusión en un bar en Toledo

Manuel Moreno

Lunes, 2 de octubre 2023, 15:29

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Una madre y su hijo de 9 años pueden descansar, aunque sea momentáneamente, ya que su presunto agresor está en prisión de manera preventiva. Gracias a los gritos desgarradores del niño, un puñado de guardias civiles logró detener a su expareja y padre del menor cuando iba a largarse en su coche armado con un martillo.

«¡Auxilio, que mata a mi madre!», habían escuchado estupefactos en el cuartel de la Guardia Civil en Torrijos (Toledo), situado a ocho metros del bloque de viviendas desde donde el menor suplicaba ayuda. Los chillidos procedían del balcón de un segundo piso en la calle Trece Rosas y los alaridos del chaval alertaron a los guardias que estaban en el patio. «¡Que la mata, que la mata!». Eran las nueve y media de la mañana del pasado viernes, pocas horas después de que un hombre arrollase y matase con un coche a su mujer en una carretera de Val de Santo Domingo, a tan sólo siete kilómetros.

Nada más oír al muchacho, los primeros agentes salieron corriendo y, detrás de ellos, otros guardias fueron también en dirección a la vivienda. En total, una decena de efectivos rodeó el coche, mal aparcado en la calle, en el que el presunto agresor acababa de meterse para huir.

Los agentes lo bloquearon y el hombre exhibió el martillo con el que había golpeado repetidas veces la puerta de la vivienda de su expareja, registrada como de riesgo alto en el sistema de Violencia de Género (Viogén) y que tiene otro hijo en común con el supuesto agresor. «Quería echarla abajo para matarla», dicen en el vecindario, donde ya habían oído varios episodios de voces y amenazas otras veces.

Cuando fue interceptado por los guardias civiles, el sujeto iba borracho y se puso violento. Fue detenido por quebrantamiento de condena y un presunto delito de violencia de género. Marroquí de 43 años, había incumplido una orden de alejamiento de la mujer y del crío, aunque dicen que no era la primera vez. «Es un hombre muy problemático, que en varias ocasiones la había liado», aseguran en esta calle paralela al acuartelamiento, aunque parece que no siempre se habían denunciado esos incidentes.

Afirman que la víctima está atemorizada «por lo que le pueda pasar a ella y al niño. ¡Tiene pavor!». Y aseguran también que está agradecida al equipo de Viogén del cuartel, que estuvo pendiente de ella y de su hijo hasta que su presunto agresor fue enviado a la prisión de Ocaña I el sábado.

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