Así aparecieron 2.000 camisetas de fútbol de colección en contenedores de ropa usada
Camisetas de todos los colores, escudos y temporadas; camisetas para todos los gustos, de todos los tamaños, que cuentan una historia, que viven otra y que pueden llegar a experimentar una tercera. Porsiete pone a la venta 2.000 camisetas recogidas de contenedores de ropa
Color morado como identificativo. A la vista de todos. Recibe, transforma y da. Algunos lo utilizan, otros ni siquiera se fijan. Puede ubicarse en el centro, en los barrios, incluso en los pueblos, tanto cercanos a la capital, como los que se encuentran en la zona rural.
Sí, hablamos de los contenedores que recogen ropa para su reutilización, con el fin de minimizar el impacto tan contaminante que puede suponer para el medio ambiente. Detrás de esta iniciativa se encuentra Porsiete, una empresa de economía social, sin ánimo de lucro, dedicada a la gestión de residuos: transporta, almacena, prepara para la reutilización y recicla residuos tales como el aceite vegetal usado, ropa, calzado, aparatos electrónicos y eléctricos, tóner, pilas y placas solares.
Pero lo más importante: economía social. Porsiete nace en 2006, con el fin de dar un trabajo digno a personas con discapacidad.
Una segunda vida gracias al contenedor morado
¿Y a dónde va todo lo que tiramos a ese contenedor morado?
Entrar en la sede de Porsiete hace gritar a los más pequeños y recordar gritos a los más mayores. Una montonera de ropa sin estrenar o usada en pocas ocasiones cuelga de varios percheros, mientras que en la segunda parte de una única habitación, los colorines llaman la atención con diferentes escudos cosidos en la parte derecha. Camisetas del Rayo, del Atlético de Madrid, del Getafe, del Real Madrid, del FC Barcelona, del Chelsea o de la extinta Unión Deportiva Salamanca... Alrededor de 2.000 camisetas buscan una segunda oportunidad.
Cada camiseta cuenta dos historias, una ya sabida y otra por imaginar. Champions, títulos, temporadas únicas y victorias inolvidables. Además, un regalo de un familiar, un jugador especial o un amor que acepta tus gustos por el fútbol. En una de todas se puede leer: «Sé que te emociona ver a este equipo ganar y a mi me emociona cada día verte despertar».
«Hay camisetas muy significativas, ediciones especiales y algunos trabajadores me decían que tenían que guardarse»
«Llevamos recolectando camisetas de fútbol y baloncesto desde 2011. Llegaban muchas y pensamos en dejarlas en la sede, algunas las colgábamos, pero cada vez había más y decidimos no enviarlas a reciclar. Hay camisetas muy significativas, ediciones especiales y algunos trabajadores me decían que tenían que guardarse, no reciclarse. Sirvieron de decoración y ahora estarán a la venta», cuenta Pilar Rodríguez en risas.
Respecto al resto de ropa, Pilar explica: «No nos tenemos que olvidar que la ropa es un residuo y que como residuo hay que tratarlo adecuadamente, así que lo primero que hacemos es seleccionar aquella ropa que pueda reutilizarse. Cuanta menos ropa vaya a los vertederos, mejor. Aunque si no, hay distintas utilidades, hay mucha ropa que se utiliza para hacer trapos, por ejemplo, aquella que no se pueda recomponer va para el reciclaje».
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El contenedor donde todo entra
Cámaras y videojuegos de coleccionista
Reconoce Pilar Rodríguez que no es ropa lo único que se puede encontrar en este tipo de contenedores morados, sino que hay personas que buscan una segunda vida o el reciclaje de objetos como antiguas cámaras de fotos, dispositivos de videojuegos o incluso DVDs. Importantes coleccionistas podrían encontrar en Porsiete piezas inéditas o que todavía no han podido alcanzar.
Nueva tienda en la avenida de los Cedros
Las camisetas estarán disponibles a partir del día 29 de noviembre en la nueva tienda de Porsiete, en el número 1 de la avenida de los Cedros. Todo el dinero recaudado se destinará a la propia empresa, con el fin de ser lo suficientemente sostenible para seguir generando empleo a personas con discapacidad. «Nuestra empresa ha de ser rentable y ahora la tienda igual, en el caso de que hubiera beneficios, se destinaría a mejorar las condiciones de trabajo de los empleados o iniciar otros proyectos», finaliza Rodríguez.