Los museos de Salamanca, ante un robo como el del Louvre: cámaras, vigilantes y seguros por el valor de cada pieza
El insólito robo de joyas en el emblemático museo parisino deja al descubierto fallos que se previenen en la capital salmantina con medidas básicas y pólizas que cubren lo expuesto de los ladrones y otras eventualidades
Ningún museo ni espacio cultural del mundo está libre de un robo, pero hechos como el del Louvre dividen las instituciones entre las que están muy preparadas y las que tienen deficiencias. Y en el segundo grupo está, sorprendentemente, el museo parisino, nueve millones de visitantes al año y 35.000 piezas expuestas.
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A pesar de ello, y a plena luz del día en un domingo de visitas, tres miembros de una banda organizada lograban llegar en moto hasta la plaza, plantar una escalera, romper un cristal y entrar 'hasta la cocina' para perpetrar el robo de algunas joyas icónicas de la historia de Francia. Se aprovecharon de la falta de vigilancia, cámaras y seguridad. ¿Sería esto posible en alguno de los museos de Salamanca?
Los museos de Salamanca no han sufrido robos a lo largo de su historia reciente, tampoco los de Castilla y León, pero contar con seguros es imprescindible como se demostró hace unos años con un problema de inundaciones en el almacén del DA2.
Sin embargo, sí se puede contabilizar el caso del Museo de Bellas Artes, el antiguo museo provincial, que en 1983 sufrió el robo de ocho de sus cuadros, que aparecieron en un descampado. Desde entonces, el número de museos y sus visitantes han aumentado de forma exponencial igual que la vigilancia.
En el caso de los de Salamanca, son uno de los principales atractivos de la ciudad y rondan las 600.000 visitas al año en los diez espacios culturales y patrimoniales más visitadosd e la ciudad, de forma conjunta entre museos y junto con algunos monumentos de pago. Museo Casa Lis, Ieronimus, Sacala Coeli y el Museo de Historia de la Automoción son los cuatro más visitados y, junto con el DA2, la sala Santo Domingo o el Museo del Comercio, son los museos y exposiciones con más afluencia. ¿Cómo se protegen de posibles robos?
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Seguridad y pólizas
En primer lugar, están los dispositivos de seguridad. Según fuentes municipales, en los de titularidad del ayuntamiento hay circuito de cámaras de vigilancia y seguridad privada; ocurre lo mismo en el Museo de Automoción o en la Casa Lis, ambos gestionados por fundaciones.
Para proteger las obras de cualquier eventualidad, los museos tienen además contratados importantes seguros que cubren de manera individualizada cada pieza en función de su valor. Para ello, se tasan las piezas de colecciones conjuntas y una por una. También es habitual que la llegada de piezas de una exposición temporal se traduzca en nuevas pólizas en el lugar que las expone.
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Los seguros contratados cubren daños materiales de las obras almacenadas, incendio, fenómenos atmosféricos, riesgos conplementarios, daños por agua, rotura de cristales y marcos y robo
Según explican desde el ayuntamiento, las pólizas contratadas en el museo de arte contemporáneo DA2 y la sala de exposiciones Santo Domingo cubren daños materiales de las obras almacenadas, incendio, fenómenos atmosféricos (como rayos, lluvias...), riesgos complementarios, daños por agua, rotura de cristales y marcos y robo. Además, cada pieza está asegurada según el valor que tiene.
Estos seguros cubren colecciones como la del DA2, que alberga la colección Coca-Cola con más de 400 obras; así ocurre también en el caso del Museo de Historia de la Automoción, con una importante colección de vehículos clásicos e históricos. El Museo Casa Lis guarda una de las mayores colecciones de España de art-dèco y es el museo más visitado de Castilla y León.
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