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El hermano mayor de la hermandad mira a la imagen del Cristo en la cruz..

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El hermano mayor de la hermandad mira a la imagen del Cristo en la cruz.. Álex López

Manuel González, Hermano Mayor

Semana Santa Salamanca. Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz

«Sé que la Soledad cumplirá lo hablado y disfrutaremos de esas dos cofradías»

Una Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz en crecimiento asume con ganas el reto de seguir reteniendo a los jóvenes en su estilo tradicional y austero

Álex López

Jueves, 16 de marzo 2023, 19:19

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Un grupo de jóvenes buscando su propia devoción fueron el origen de la llegada de la Pasión a la otra orilla del Tormes. En el barrio del Arrabal se funda la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz en el año 1971. Hermandad solidaria, pionera, revolucionaria y reivindicativa. Su «marcha blanca» por el Puente Romano cada tarde del Jueves Santo, con el Cristo del Amor y de la Paz y María Nuestra Madre, es una de las postales que nunca pueden faltar en la Semana Santa de Salamanca. Y una noche después, la hermandad cambia el blanco por el luto para acompañar al Cristo de la Liberación, el llamado «Señor de las Almas». Esta pesada imagen aguarda en la capilla del cementerio a ser trasladada cada Viernes de Dolores hasta la capilla de Fonseca, donde al siguiente viernes el traslado popular se convierte en un cortejo fúnebre. Digno es de mencionar que la hermandad se hizo cargo de la capilla del cementerio y de la realización de las exequias durante todo el año.

La hermandad se va hasta el casco histórico a repartir el amor fraterno del Jueves Santo entre grandes monumentos. Pero durante el año, el Cristo del Amor y de la Paz y María Nuestra Madre habitan en la pequeña iglesia del barrio del Arrabal. Allí nos espera, sentado en uno de los bancos, aprovechando la soledad de la iglesia para admirar sus imágenes, Manuel Gónzalez, Hermano Mayor, que nos habla de miedos y ganas para resumir el último año vivido: «Después de haber pasado una pandemia, donde teníamos mucho miedo a que la gente se hubiese acomodado, el no querer volver a salir… Ha sido un poco lo contrario. Tenemos que dar gracias porque la hermandad no sólo no ha tenido bajas, sino que ha aumentado y la gente, igual que el año pasado, parece que todavía tenemos esas ganas, esa ansia de estar en la calle y disfrutar lo mismo que pudimos disfrutar el año pasado».

Mantener esas ganas es complicado, como así lo explica Manuel: «Cuando tienes una hermandad que por costumbre y desde sus inicios es austera, conseguir gente joven en una hermandad donde las cosas son como han sido siempre, con un silencio, cargar a hombro… Cuesta. Pero yo creo que esta hermandad siempre ha sido una hermandad de gente joven. Ahí estamos y ahí seguimos, teniendo mucha gente joven que se quiere apuntar. Poquito a poco, pero estamos. Sí que es verdad que desde la propia junta directiva se están haciendo diferentes actos, intentando renovar, haciendo cosas nuevas para llamar a estos jóvenes. Nunca nos vamos a olvidar de los que han estado siempre, que tenemos que hacer algo también por ellos. Por eso, retomamos el año pasado el Pregón de Amor y Paz, con gente antigua que nos pueda contar lo que ha sido la hermandad desde el principio».

Siempre es esperable alguna novedad de cara a la procesión de cada hermandad. No es el caso de Amor y Paz, que se ciñe a la tradición: «No hay. La hermandad es austera y tenemos marcados desde el principio unos actos dentro de nuestras marchas penitenciales y se van a mantener. Para nosotros lo más importante el Jueves Santo es la oración, pasar por la Catedral y hacer la visita al Santísimo, que creo que es una obligación. Y hacer el acto de la Paz en Anaya, con la suelta de palomas. Por llamar un poco más la atención, ese encuentro de Jesús con su madre al llegar a la iglesia de vuelta a la Arrabal. No vamos a cambiar. Lo importante es que no nos llueva. Aunque nos haga frío, nos da igual. Poder disfrutar los hermanos, cofrades y el público, que está deseando ver esta procesión subir por el Puente Romano hacia el centro».

Un acuerdo para no repetir malentendidos

El año pasado, ya en la madrugada del Viernes al Sábado Santo, se produjo un momento un tanto tenso al tener que desviar la hermandad el cortejo del Cristo de la Liberación para no cruzarse con la Hermandad de la Soledad. Estaba previsto bajar la calle Compañía y girar hacia la calle Cañizal, pero se encontraron que la otra hermandad ya había ocupado Compañía. Se tomó la decisión de ir por la calle Meléndez e ir por detrás de la Soledad por la zona de Juan del Rey y Prado. Este año los recorridos de ambas hermandades reflejan modificaciones. Preguntado por ello, Manuel quiere dar por zanjado el asunto: «Creo que lo del año pasado es una cosa que hay que olvidar. Fue un malentendido y quedó ahí. Se llegó a hacer lo mejor posible de cara al exterior. Creo que quedó al final, dentro de lo que cabe, bien. Este año hemos hablado las dos cofradías, junto a la Junta de Semana Santa. Hemos estado reunidos y hemos llegado a un acuerdo. Y aunque, incluso, la Soledad ha recortado recorrido, que podríamos decir que ahora sí que íbamos a juntarnos todavía antes, la verdad es que hemos llegado a un acuerdo, no va pasar. Yo sé que la Soledad va a cumplir lo que se ha hablado y vamos a poder disfrutar, sobre todo la gente de Salamanca, de esas dos cofradías que están en ese momento en la calle, que son el cristo muerto y su madre, Soledad».

En el Arrabal se predica con la austeridad, la cual es el foco de uno de los miedos de Manuel a la hora de valorar la Semana Santa en general: «Hay que ser un poco optimistas, por un lado. Pero a mí sí que me da miedo, por cofradías como la nuestra, que podamos sufrir el bajón del fervor de la gente joven. Por las cofradías austeras, que tenemos una forma de desfilar, de llevar a cabo nuestra marcha penitencial. Sí que es verdad que hay otras cofradías que están aumentando, ya sea por el costal, o por estar enfocadas un poco más hacia Andalucía, y están teniendo más tirón. Pero hay que hacer algo, porque sí que es posible que se esté notando un bajón. Pero para eso estamos todas las cofradías. Y junto a la Junta de Semana Santa yo creo que todos unidos vamos a sacar esto adelante y recuperar lo que siempre ha sido y lo que, hasta ahora, todavía es».

Con un deseo de disfrute y unidad, termina nuestra visita a Amor y Paz: «Lo principal es que no nos llueva, que nos deje disfrutar de nuestras salidas penitenciales. Que disfrutemos no sólo nosotros. Me gustaría que disfrutaran todas las hermandades, cofradías y congregaciones de la Semana Santa de Salamanca. Que demostremos lo que es nuestra Semana Santa, que yo creo que podemos ir con la cabeza muy alta. Y solamente pido que estemos todos juntos, que nos acompañemos, que disfrutemos y que salga una Semana Santa al cien por cien positiva».

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