La carpintería de un pueblo de Salamanca que se vende con clientela asegurada por sus cilindros combustibles
Disponible o en alquiler una de las últimas carpinterías de la Sierra de Francia, totalmente equipada y rentable y especializada en hacer briquetas con biomasa
Una de las últimas carpinterías en funcionamiento en la Sierra de Francia, completamente operativa, con toda la maquinaria y clientela asegurada es el último negocio que busca relevo en la provincia a través de una plataforma creada para que no se pierdan negocios, servicios, empresas y empleo. En este caso, atiende a buena parte de la comarca y es especialista en hacer briquetas, un nuevo material combustible hecho con biomasa o restos de madera en forma de ladrillo o cilindro y con un alto poder calórico.
Este es el último anuncio de Negocio Rural, para hacerse cargo de una carpintería de las pocas en activo en La Alberca y en toda la sierra salmantina. La plataforma para vender y traspasar negocios funciona en la provincia para intentar que no se pierdan empleos y servicios, y que en este caso busca quien se haga cargo de un negocio en activo y a pleno rendimiento.
Iniciativa de la Diputación de Salamanca para publicitar actividades, industrias, comercios y negocios de hostelería y turísticos para facilitar un cambio de manos o un relevo generaciona. La idea ha tenido su réplica con el banco de viviendas, tierras y locales de las sierras de Francia y Béjar bautizada como Casa de Pueblo que también ha empezado a dar buenos resultados.
Lo que se anuncia es la venta o alquiler del negocio, una carpintería activa en La Alberca y todas sus instalaciones. Está instalada en dos naves de 100 metros cada una. Cuenta con toda la maquinaria necesaria para su funcionamiento: calibradora, cepilladora, planeadora, escuadradora, silo de aspiración... Tiene también prensa de ensolar.
Está equipada con todo lo necesario y en buen estado con todas las medidas de seguridad homologadas y ofrece la posibilidad de hacer briquetas, una especie de piras combustibles. Se trata de un bloque sólido de combustible, de forma cilíndrica o de ladrillo, fabricado a partir de biomasa compactada como serrín, virutas o restos de madera. Se utilizan como alternativa a la leña o el carbón en estufas, chimeneas y asadores, ofreciendo un alto poder calorífico.
El negocio tiene clientela asegurada de los pueblos de las sierras, de la ciudad de Salamanca y de toda España. Genera, según el anunciante, beneficios para mantener dos familias.