La carretera señalada para convertirse en autovía en Salamanca que ahora sufre atascos y semáforos

La que iba a ser la primera autovía autonómica de la provincia sigue buscando la fórmula, el presupuesto y los plazos para hacerse realidad en un tramo que transitan miles de vehículos, que acerca la cada vez más dependiente Alba de Tormes a Salamanca y en la que han surgido problemas de tráfico que tendrá que solucionar. Se trata de la CL-510, la carretera de Alba (y de Piedrahíta más allá), que lleva años esperando una mejora que no llega mientras incrementa su tráfico.

La última muesca de su historial es el olvido presupuestario. El proyecto de las cuentas regionales de 2026, pendiente de aprobar, no contempla partida específica para este proyecto a pesar de que rotundamente se puede afirmar que está en marcha. Así lo confirma la Junta, que tiene trámites y plazos en marcha, algunos para convertirse en obra de forma inminente.

Mientras se resuelve si es un olvido reparable, la mejora de la CL-510 es un proyecto pendiente del presupuesto de 2021 que lleva años en las cuentas regionales en varios formatos. Llegó a aparecer como inversión de 70 millones, y 750.000 euros de mantenimiento al año, para convertirlo en autovía autonómica, una vía de alta capacidad (2+2 carriles) de las pocas que hace la Junta.

Aquella idea se formuló hace 17 años, en un plan de carreteras 2008/2020 que terminó sin que se hubiera ejecutado. Después se descartó desdoblar todo el tramo para los 5.000 vehículos que, según aquellos cálculos, hacían a diario el trayecto completo. En su lugar, se ha optado por otra primicia, convertirla en la primera carretera 2+1 de la comunidad, una vía con límite 100 km/h (90 la actual) con un carril central que se podrá usar sucesivamente para adelantamientos.

Ese es el proyecto que ha llegado a nuestros días, con una variación. El primero de sus tramos, el de llegada a la capital desde las grandes urbanizaciones de Santa Marta y Carbajosa, sí se desdoblará para convertirse en una carretera 'tipo autovía', mientras el resto será 2+1. El motivo del cambio, que había mucho tráfico en este tramo y mucho menos al final; en concreto, la intensidad media diaria en 2023 era de 11.425 veh/día al inicio del tramo y 5.872 al final.

La carretera queda configurada como se ve en el mapa superior, en cuatro tramos que se encuentran en un punto diferente de tramitación, algunos cerca de convertirse en obra y otros de futuro más incierto. La actuación, con una longitud de 17 kilómetros desde Salamanca a Alba de Tormes, tiene un presupuesto de todas las actuaciones es superior a los 32 millones de euros.

Los dos tramos más avanzados son el primero y el último, es decir, el primer tramo desde Salamanca al p.k. 2+150, a la altura de Valdelagua, y el último tramo desde la urbanización El Pinar de Alba hasta Alba de Tormes. Primero y último tendrán proyecto constructivo este año y los intermedios, en 2026 o más adelante. Así están y así van a ser, uno por uno.

El proyecto de desdoblamiento de calzada entre Salamanca y el punto kilométrico 2+150, de 2,15 kilómetros, se encuentra en fase de supervisión. El proyecto convertirá en una pequeña autovía de cuatro carriles que mejorará el acceso a la zona de las grandes urbanizaciones de Santa Marta, donde se concentran miles de viviendas y se genera un importante tráfico.

La redacción de proyecto de construcción, adjudicada en abril 2024 y plazo de redacción 14 meses con un presupuesto de 7 millones de euros, ya está recibida y ahora está en fase de revisión.

Este tramo de algo más de 2,1 kilómetros va a ser el único con formato de autovía que tenga esta carretera. La solución responde al intenso tráfico que tiene este primer tramo para acceder a las grandes urbanizaciones de la zona que se reparten entre los términos municipales: la intensidad media diaria en 2023 era de 11.425 vehículos/día al inicio del tramo.

El tramo más largo es el más complejo y donde han surgido nuevos problemas de circulación. Los 6,5 kilómetros del trazado que debe llevar la carretera desde Carbajosa hasta más allá de Calvarrasa están en estudio informativo.

En Calvarrasa está prevista una variante de 6,5 kilómetros que cuenta con un estudio de impacto aprobado y que es lo que antes empezó a tramitarse. Sin embargo, ha recibido una importante contestación, con lo que la Junta ha optado por la alternativa Este, que es la que tiene el visto bueno ambiental, pero está pendiente de la redacción de los proyectos de construcción.

Ahora, ha surgido un problema adicional. El paso por el municipio, especialmente por las mañanas, causa retenciones de vehículos en los semáforos que regulan y frena el tráfico a su paso por el casco urbano.

El tramo que une la salida de Calvarrasa con la urbanización El Pinar, de 3,9 kilómetros, está también pendiente de la redacción de los proyectos de construcción.

Los proeyctos incluyen resolver las conexiones en los tramos de nueva carretera con las carreteras existentes; reponer los caminos afectados, sección transversal de nuevo trazado, minimización de la problemática geotécnica y de impacto ambiental y mejorar las condiciones de la circulación. Eso supone que está lejos de ser una realidad porque, una vez se hagan, pasarán por revisión y habrá que adjudicar y ejecutar.

Es el último tramo previsto para la reforma de la carretera de Alba y casi tan adelantado como el de las urbanizaciones próximas a Salamanca. Se ha redactado el proyecto entre la urbanización El Pinar de Alba y el municipio, de 4,4 kilómetros. Irá en formato 2+1, una infraestructura continua de tres carriles donde el carril central se habilita para adelantar de forma alterna para uno de los dos sentidos de circulación.

Su ventaja es que la maniobra de adelantamiento se realiza sin vehículos en sentido contrario por el mismo carril y es más segura. Además, en vez de limitada a 90 se elevará el límite de velocidad a los 100 km/h.

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