La novedosa planta solar pegada a una aldea de Salamanca que suma 30.000 placas a sus molinos eólicos
El proyecto, uno de los primeros de hibridación en la provincia, obtiene declaración ambiental favorable para instalar un parque fotovoltaico en una zona próxima al azud de Villagonzalo y en un importante área de nidificación de aves
El municipio de Garcihernández albergará una de las primeras plantas híbridas de la provincia al añadir 30.000 paneles solares fotovoltaicos a un parque eólico ya existente. El proyecto sumaría más de 18 MW de capacidad de producción a los molinos ya instalados y compartiría subestación y línea de evacuación, y ha obtenido declaración favorable de impacto ambiental en una ubicación próxima a la zona de protección de aves (ZEPA) 'Campos de Alba' y pegado al canal del río Almar.
El proyecto, promovido por Green Power Wind Spain, viene a reforzar la producción de un parque solar ya existente en el municipio de Garcihernández, de 400 habitantes, y en cuyo término está el valioso azud de Villagonzalo, una de las zonas de protección de aves más importantes de la provincia que lucha por conservar sus humedales.
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La planta de hibridación lleva el nombre de 'Matabuey' y, entre tres opciones posibles, se ha elegido una ubicación entre el casco urbano del municipio y un pequeño poblado, Jemingómez, que tiene sólo cinco habitantes. De hecho, el área donde se pondrán las placas solares está a 752 metros de esta pedanía. Las otras alternativas eran llevárselo cerca de Cilloruelo o de Amatos de Alba.
Según el proyecto, la nueva planta ocupará 29,59 hectáreas en las que se instalarán 29.884 paneles fotovoltaicos de 670 Wp cada uno, instalados sobre 482 estructuras fjas metálicas; la planta estará dotada de 85 inversores de 215 kW de potencia y tres centros de transformación de potencia nominal de 7.500 kVA. Incluye una línea de evacuación subterránea de unos 4.600 metros.
Ha conseguido declaración de impacto ambiental favorable pese a su proximidad a una zona de aves protegida
Se suman a los nueve molinos eólicos instalados en un parque próximo a Garcihérnandez ocupando un cerro y que son perfectamente visibles desde la localidad. La nueva planta solar está pegada al canal del Almar (16 metros) y en un terreno entre el río Margañán y el río Gamo, próximo a la línea de los eólicos.
En Salamanca este es el segundo proyecto de hibridación tras el iniciado en la planta de Santiz. Ha conseguido declaración de impacto ambiental favorable pese a su proximidad a una zona natural protegida. La declaración indica que las actuaciones previstas «no tendrán efectos negativos apreciables sobre elcitado lugar de la Red Natura 2000, ni sobre otros elementos del medio natural».
Un importante humedal
La ubicación elegida está próxima a algunos valores naturales. No coincide con ninguna zona Red Natura, pero tiene a algo más de un kilómetro la ZEPA 'Campos de Alba', de gran valor natural, que ocupa unas 15.000 hectáreas.
El espacio se encuentra al noreste de la provincia de Salamanca y forma parte de las campiñas meridionales del sur de la región (comarcas de Alba y Peñaranda). Se trata de una amplia zona agrícola de unas 156.000 hectáreas de extensión dedicadas principalmente a los cultivos intensivos de cereal de secano (trigo y cebada). Su mayor vulnerabilidad son precisamente los cambios en el modo de cultivo de la zona.
En la actualidad esta zona húmeda se ha convertido en la localidad de mayor interés para las aves acuáticas de la provincia de Salamanca, que aprovechan el azud de Riolobos en época de migración.
El espacio tiene gran importancia para las aves esteparias destacando las poblaciones de Aguilucho Cenizo, Ganga Común, Ortega y Avutarda. Además tiene interés para las aves acuáticas con importantes concentraciones de varias especies durante la época de nidificación, migración e invernada entre las que destacan la Ciguñuela, la Malvasía y la Espátula.
Tecnología de hibridación energética
La hibridación consiste en instalar plantas solares en terrenos que ya albergan parques eólicos. La propuesta, que ha empezado a desarrollarse hace unos años, permite optimizar el uso de la red y minimizar el impacto ambiental de los proyectos en los lugares donde están ubicados. La incorporación de módulos solares aumenta la aportación de energía y garantiza que suministran la cantidad máxima de energía verde autorizada originariamente para cada proyecto, durante el mayor tiempo posible.
Al contar con dos tecnologías capaces de alternarse, se reduce significativamente la dependencia de las condiciones ambientales cambiantes y las limitaciones por la posible falta de recursos como el viento o la incidencia de sol, lo que facilita una producción renovable más estable y eficiente.
Las plantas de generación híbridas utilizan el mismo punto de conexión a la red y comparten infraestructuras, como la subestación y la línea de evacuación de la electricidad producida. Además, se ubican en terrenos que ya estaban destinados a la generación renovable y permiten contar con caminos e instalaciones comunes para la operación de ambas tecnologías. Todo ello redunda en un impacto ambiental mucho menor al que hubieran tenido dos plantas independientes.