Desarticulada una banda que robaba con el método de la «siembra»

La Guardia Civil ha desarticulado en Villarrobledo (Albacete) un grupo criminal especializado en robar mediante el método de la «siembra» que aprovechaba la distracción o vulnerabilidad de las víctimas, a veces incluso ofreciéndoles algún tipo de ayuda para lograr desviar su atención.

El grupo, formado por tres personas de entre 23 y 37 años de edad, todas ellas de nacionalidad peruana y con numerosos antecedentes policiales, residía en Madrid pero se movía por otras comunidades autónomas. De hecho, se les atribuyen robos por este método en las provincias de Albacete, Alicante, Cuenca, Ciudad Real, Sevilla, Toledo y Valencia.

Su modo de operar consistía en acudir a centros comerciales concurridos. Allí elegían a sus víctimas cuando éstas utilizaban los cajeros automáticos o bien acudían al aparcamiento con las bolsas de la compra. Era entonces cuando iniciaban su particular «siembra»: dejaban caer billetes o cualquier objeto de valor cerca de la víctima, generalmente personas de edad avanzada, y mientras ésta se inclinaba, los miembros de la banda sustraían sus pertenencias. Cuando la víctima se encontraba en un cajero, lograban robarle la tarjeta, de la que previamente habían memorizado el código pin, dirigiéndose después a otro cajero para sacarla máxima cantidad de dinero.

Su detención ha sido posible después de que un vecino de Villarrobledo denunciara haber sufrido el robo de un bolso en un aparcamiento de un centro comercial de esta localidad. Según la Guardia Civil, la investigación sigue abierta ya que a esta banda se le atribuyen más hechos delictivos de los denunciados.

A raíz de estos hechos, la Guardia Civil ha difundido una serie de recomendaciones para evitar ser víctima de la «siembra»: acudir al cajero automático acompañado, ocultar con la mano o con un objeto el teclado del cajero al introducir el código pin de la tarjeta de crédito o débito, no sacar dinero si en los alrededores del cajero hay personas con actitud sospechosa, comprobar que el vehículo ha quedado cerrado antes de abandonarlo, vigilar las pertenencias aunque ya estén guardadas en el coche y cerrar completamente el vehículo si alguien se acerca afirmando que una rueda está pinchada y se ofrece a ayudar.