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El asesino silencioso vuelve a actuar en verano
Golpes de calor

El asesino silencioso vuelve a actuar en verano

El periodo estival de 2024 deja varios fallecidos por golpes de calor, pero lejos de las muertes atribuibles de las estadísticas oficiales. «Es muy difícil poner en un certificado de defunción: muerte por calor»

Domingo, 1 de septiembre 2024, 07:14

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Su lista de muertes es incalculable y en los últimos años ha ido a más. Unos le atribuyen centenares e, incluso, millares. Otros, las estadísticas oficiales, la rebajan a decenas. Aunque todos los expertos coinciden: «es muy complicado certificar las muertes por esa causa». Sus meses favoritos para actuar son los de verano: junio, julio y agosto. Especialmente los dos últimos, pero cada vez se le ve actuar antes.

Estos gráficos se corresponden con los datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III de Madrid. «Nosotros calculamos las estimaciones de los excesos de mortalidad en relación con lo que ha ocurrido en los diez años anteriores», explica Diana Gómez Barroso, investigadora de este instituto. Una de sus últimas apariciones, recogen los atestados policiales, el pasado 12 de agosto.

12/08/2024

Varón, 44 años - Madrid

«A la llegada de los equipos de Samur-Protección Civil, el hombre estaba semiinconsciente. El varón ha entrado en parada cardiorrespiratoria. No se ha podido revertir la parada», señalan las primeras notas. «A la llegada de los médicos tenía una temperatura corporal de 42 grados», se añade en el texto.

Esa es una de sus señas de identidad: la alta temperatura corporal de sus víctimas. «La hipertermia es muy habitual en este tipo de fallecimientos», señalan fuentes de la Asociación Nacional de Médicos Forenses. «Nada tiene que ver con la fiebre, aunque tenemos que descartar que sea una infección. En estos casos, la temperatura corporal es mucho más alta y no se baja con los métodos tradicionales de paños fríos», aseguran.

Los investigadores siguen buscando pistas para cuadrar el puzle.

05/07/2024

Varón, 74 años - Olivares (Andalucía)

«Se ha hallado un cuerpo en el conocido como Camino de los Rubiales, a las afueras de la localidad. Se baraja como «posibilidad» que se hubiese desorientado como consecuencia del estado de sus facultades mentales y hubiese sucumbido a los efectos del calor, dado el aviso por altas temperaturas que rige estos días», se detalla en el informe de las autoridades andaluzas.

Esta muerte en Sevilla deja otra clave. Este asesino 'actúa' «con las altas temperaturas».

En los últimos tres veranos, el de este año hasta primeros de agosto, la Aemet activó alertas de episodios de altas temperaturas en 73 días. En estos periodos, las muertes se disparan, los números lo demuestran. Y los casos también. El problema es que el sistema no está bien ajustado. «En el 52,6% de los casos en los que se sobrepasan las nuevas temperaturas de disparo de la mortalidad detectadas para las zonas isoclimáticas no se activarían las alertas de Aemet», denuncia Julio Díaz, investigador del Instituto de Salud Carlos III.

06/07/2024

Varón, 55 años - Paracuellos del Jarama (Comunidad de Madrid)

«El varón de 55 años se encontraba trabajando y entró en parada cardiorrespiratoria», anuncian las noticias de este día de julio. «Se le encontró con una temperatura corporal de 43 grados», aclara el parte médico.

Hipertermia y altas temperaturas. «Un total de 24 provincias estarán este viernes en alerta por las altas temperaturas», apuntaba el parte meteorológico de la Aemet el 5 de julio. Entre ellas, Madrid. Nueva muerte que sumar a este asesino silencioso. O, al menos, eso es lo que apuntan los indicios. Sin tiempo para archivar el caso, una nueva actuación.

11/07/2024

Varón, 63 años - Zarra (Comunidad Valenciana)

«Agente forestal de 63 años de edad, encontrado muerto en una zona rural del término municipal de Zarra (Valencia). Se desplomó por causas desconocidas cuando se dirigía a supervisar unos trabajos». Es la descripción realizada por el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) y Emergencias de la Generalitat.

Estos dos últimos sucesos tienen un nexo común: «estaban trabajando». Un nuevo indicio que se suma a la lista de pruebas: hipertermia, altas temperaturas y también afecta a los que estaban trabajando.

En 2023 hubo 199 accidentes laborales relacionados con este asunto, un 27% más que un año antes. Además, también experimentaron un aumento los accidentes causados por temperaturas extremas, luz y radiación, del 18%, hasta 105 episodios de este tipo, según datos de UGT. «Cada vez se ven más titulares en prensa de este tipo», asegura Ana María Vicedo-Cabrera, epidemióloga y jefa del grupo de cambio climático y salud del Instituto de Medicina Social y Preventiva de la Universidad de Berna (Suiza).

Aunque, la epidemióloga advierte que no solo ellos son el blanco fácil. «Lo somos todos».

Los mayores de 65 años son los más perjudicados.

29/07/2024

Varón, 77 años - Badajoz (Extremadura)

«Se ha encontrado muerto a un varón de 77 años en Badajoz a causa del exceso de temperaturas».

30/07/2024

Mujer, 79 años - Plasencia (Extremadura)

Un día después y a unos 170 kilómetros, el calor volvía a actuar. Los Servicios Extremeños de Salud certificaron la muerte de una mujer de 79 años.

Este asesino mata y no necesita mucho espacio ni tiempo. Ni siquiera alertas.

01/08/2024

Varón, 60 años - Palma (Islas Baleares)

«El varón salió a navegar con un amigo por la mañana. Se sintió indispuesto, se desplomó en el Club Náutico de Cala Gamba y no se recuperó», recogen las noticias de ese día.

02/08/2024

Varón, 61 años - Palma (Islas Baleares)

«El afectado comenzó a sentirse indispuesto. Esta persona se puso en contacto con sus familiares en sa Pobla para expresarles su malestar. A continuación se desplomó dentro del vehículo. Síntomas compatibles con el golpe de calor».

29/07/2024

Varón, 20 años - Palma (Islas Baleares)

«Sobre las 17:30 horas, el hombre comenzó a encontrarse mal y se sentó en el suelo. A la espera de los resultados de la autopsia para confirmar la causa de la muerte», se detalla en el parte policial.

«Mata y lo hace de muchas maneras», revela Vicedo-Cabrera. Es una de sus características: se oculta. «Se le apoda como el asesino silencioso». Las piezas del puzle encajan. A Díaz no le hacen falta más indicios ni más pruebas. Él lo tiene claro: «Creo que nadie tiene dudas de que el calor mata, ¿no?», afirma.

«Todos tenemos que tener claro que el calor puede matar de un golpe como a esos trabajadores o puede agravar otras enfermedades subyacentes», explica. «Una persona con diabetes o con un problema cardiovascular no hace caso a las alertas, sale a pasear con altas temperaturas y a los días se siente peor y acaba en un hospital». señala la epidemióloga de la Universidad de Berna.

«El calor es conocido como el asesino silencioso»

Ana María Vicedo-Cabrera

Epidemióloga y jefa del grupo de cambio climático y salud del Instituto de Medicina Social y Preventiva de la Universidad de Berna (Suiza).

Los más mayores tienen mayor riesgo. Son un objetivo fácil del calor por su salud deteriorada y que con la edad una de las capacidades que se pierde es la de tener sed. «Se les olvida que tienen que beber agua y recordárselo y ofrecerles es una tarea constante que deben cumplir las personas que los cuidan, ya sean los hijos en casa o profesionales en las residencias, porque se deshidratan con facilidad», apuntaba en este reportaje María Herrera Abian, jefa del departamento de Cuidados Paliativos de los hospitales públicos Quironsalud y profesora de Geriatría y Humanidades en la Universidad Francisco de Vitoria. La deshidratación es otra prueba de esta investigación.

Pero el problema es que «si todas estas personas finalmente mueren el código por el cual se certifica su fallecimiento será por una enfermedad concomitante», señala Vicedo-Cabrera.

Muertes infraestimadas

«Este es el problema al que nos enfrentamos al hacer el conteo de números de muertes», alerta la epidemióloga. «El calor aparece, pero en el certificado no se pone», añade.

«Es muy complicado poner en un certificado de defunción que la causa de la muerte es el calor», señala una portavoz de la Asociación Nacional de Médicos Forenses. «Tiene que haber testigos o que la temperatura del cuerpo sea excesivamente alta», apostilla. El problema, asegura, es que muchas veces llegan al 'lugar del crimen' cuando han pasado varias horas. «A veces ayuda una atención médica que deja constancia de determinados datos que nos pueden servir para certificar la muerte por calor».

La portavoz de la asociación de forenses subraya que la mayoría de las veces los fallecimientos se producen por el agravamiento de patologías en personas vulnerables. «Sí, sabemos que el calor desencadena un empeoramiento de otras enfermedades, pero si no hay pruebas de que la muerte ha sido por el golpe de calor en el informe aparecerá parada cardiorrespiratoria, infarto o accidente cerebrovascular», aclara. «Hay que excluir todas las patologías y causas porque una muerte por golpe de calor trabajando tiene unas consideraciones jurídicas muy importantes», apostilla.

Es por ello que en las estadísticas se habla de muertes atribuibles al calor. Es aquí donde la cifra se dispara. 11.000, 30.000... «Estimamos que los certificados de muerte por calor son un 1 o un 2%», señala Diana Gómez Barroso, del Instituto de Salud Carlos III. «Sea atribuible o por calor, está claro que mata y es algo que hemos aprendido en los últimos años», destaca Vicedo-Cabrera. «Las cifras de fallecidos son solo la punta del iceberg, tenemos que tener claro que el calor deteriora la salud y puede que no mate ahora, pero sí que lo esté haciendo lentamente», apostilla.

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