Dos sueños muy reales

Cuando la pasión por la ciencia se encuentra con el impulso de la cultura, nacen historias que transforman el presente y proyectan futuro

«Gracias a esta beca puedo dedicarme en cuerpo y alma a lo que amo»

Irene Romo Díez

El programa Cultura con Impacto es una iniciativa de Reale Seguros, que busca amplificar los proyectos culturales que apoya Reale Foundation, como sucede con la Fundación Atapuerca: una chispa de conocimiento que ilumina a toda la sociedad.

Entre las calizas ancestrales de la Sierra de Atapuerca, en la provincia de Burgos, dos vidas están siendo esculpidas al ritmo de descubrimientos que nos acercan al origen del ser humano. Irene Romo y Rafael Galaretto no solo están cumpliendo sus sueños: los están excavando con sus propias manos. Ambos forman parte del proyecto de investigación científica más importante sobre evolución humana en Europa, y lo hacen gracias al apoyo de Reale Foundation que impulsa a la Fundación Atapuerca desde hace años, y a la iniciativa Cultura con Impacto, a través de la que quieren dar voz a proyectos culturales. Una iniciativa que demuestra que la cultura transforma.

Porque la cultura no solo se lee, se escucha o se contempla. También se cava, se analiza en laboratorio, se reconstruye con datos y se comparte con el mundo. Bajo esta premisa nació el programa Cultura con Impacto, , con el objetivo de respaldar proyectos culturales con incidencia directa en la sociedad. Y pocos lugares generan tanto impacto como los Yacimientos de Atapuerca, Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000 y clave para entender de dónde venimos… y hacia dónde vamos.

Una joven física que ha encontrado en la arqueología otra de sus pasiones

Irene Romo Díez tiene 26 años, es burgalesa y desprende una energía tan contagiosa como su pasión por la ciencia. Estudió Física en la Universidad de Cantabria, atraída por los misterios del universo y la lógica de la materia. Pero dentro de ella vibraba un anhelo poderoso: el deseo de comprender la vida desde su raíz biológica. En ese cruce entre física y biología, descubrió su camino hacia la arqueología.

Su Trabajo de Fin de Grado, centrado en el análisis de sedimentos arqueológicos mediante espectroscopía Raman, la conectó con Atapuerca. Lo que comenzó como una curiosidad acabó por transformarse en pasión. Hoy, gracias a una beca de Reale Foundation, Irene realiza su tesis doctoral en el mismo lugar que la inspiró, combinando física, química y arqueología para entender los contextos en los que vivieron nuestros antepasados.

«Gracias a esta beca puedo dedicarme en cuerpo y alma a lo que amo. La investigación en Atapuerca es dura, pero tremendamente gratificante. Es un lugar mágico, lleno de preguntas y también de respuestas», cuenta Irene con brillantes ojos y sonrisa sincera.

De Uruguay a Burgos, con una mochila llena de preguntas

Rafael Galaretto Sande tiene 49 años y una historia de perseverancia y amor por el conocimiento. Uruguayo de nacimiento, estudió Antropología y Arqueología en su país antes de emprender un viaje académico que lo llevó a España. En Granada se especializó en Antropología Física y Forense, y más tarde, en Burgos, se sumergió en el estudio de la evolución humana.

Su interés por la mente humana lo llevó a investigar el precunio, una región cerebral clave para la percepción del yo y la orientación espacial. Con su director de tesis, Emiliano Bruna, exploró la morfología de esta zona cerebral a lo largo del ciclo vital y en diferentes estados de salud.

Ahora, gracias a la beca de Reale Foundation, a través de Fundación Atapuerca, investiga la microestructura del neurocráneo de Homo Antecessor, comparándolo con cráneos modernos y fósiles. «Esta beca ha sido un puntal fundamental. Me ha permitido seguir investigando en un entorno único, rodeado de colegas que son también maestros. Atapuerca es un lugar donde cada gramo de tierra cuenta una historia», explica Rafa con entusiasmo.

Más que un yacimiento: un laboratorio de futuro

El Proyecto Atapuerca no es solo una excavación científica: es una red de conocimiento que conecta pasado, presente y futuro. Desde que en 1992 se descubriera la célebre Sima de los Huesos, y dos años después los restos del Homo Antecessor, este enclave se ha consolidado como referente mundial en el estudio de la evolución humana.

Reconocido en 1997 con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, y en 2000 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el proyecto ha crecido gracias al trabajo constante del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) y al respaldo de la Fundación Atapuerca. Su misión no es solo científica, sino también educativa y cultural: divulgar, formar y crear oportunidades.

Dentro de este ecosistema, Reale Seguros, a través de su fundación y el programa Cultura con Impacto, ha querido ir más allá del patrocinio tradicional. Contribuye activamente a la generación de conocimiento, fomenta la igualdad y apoya la formación de nuevos talentos que, como Irene y Rafa, construyen el relato humano desde la ciencia.

En palabras de Ignacio Mariscal, patrono delegado de Reale Foundation y embajador de Atapuerca desde 2022: «Creemos en una cultura que transforma, que emociona, que deja huella. Y eso solo se logra invirtiendo en las personas que la hacen posible».

El programa Cultura con Impacto demuestra que cuando las empresas creen en la cultura, no solo se encienden ideas: también se encienden futuros. Las historias de Irene y Rafael son el reflejo de cómo una beca, un apoyo, una oportunidad, pueden marcar la diferencia entre el sueño y la realidad.

Porque la cultura nos mueve, nos entretiene, nos emociona… y nos impacta. Y en lugares como Atapuerca, también nos conecta con quienes fuimos, solo así podremos entender quiénes somos y quiénes podemos llegar a ser.