Curiel de Duero, enclave histórico y riqueza natural
Un municipio sereno y auténtico en el que disfrutar de experiencias enoturísticas y culturales en un entorno cuidado, con una rica tradición agrícola y vitivinícola que mantiene la actividad en la zona
Andrea Díez
Lunes, 28 de julio 2025, 19:48
El auge del enoturismo en la Ribera del Duero ha permitido a Curiel de Duero consolidarse como un destino turístico para descubrir. En su tarjeta de presentación destacan las diferentes bodegas del entorno y su rico patrimonio histórico y natural.
Este pequeño municipio vallisoletano, muy próximo a Peñafiel y a 61 kilómetros de Valladolid, mantiene a 123 censados en su padrón y aunque «no somos muchos», reconoce el alcalde de la localidad, Ángel Mínguez, «no nos ha ido mal» si se tiene en cuenta el goteo incesante de vecinos que optan por vivir en núcleos de población más grandes.
Sin embargo, el primer edil pone en valor la oportunidad que ofrece este enclave para desarrollar una actividad profesional compatible con el teletrabajo o también en los sectores vinculados a la actividad del vino que proliferan en sus alrededores. Esta ventaja de proximidad con el lugar de trabajo, la posibilidad de conectarse vía remoto gracias al buen funcionamiento de las conexiones o de emprender en el medio rural, son la carta de presentación de esta municipio vallisoletano que hace frente a la creciente despoblación mostrando su mejor versión.
Ubicado en la comarca que comprende los pueblos del Valle del Cuco: Curiel de Duero, Bocos de Duero, Valdearcos de la Vega, Corrales de Duero y San Llorente, sus vecinos se han dedicado tradicionalmente, al sector del campo. Las condiciones del suelo y la tierra han sido aprovechadas para el cultivo de viñas. Los bodegueros han sabido ver lo que este rico territorio puede ofrecer, de ahí que el desarrollo de este sector haya favorecido inversiones en torno al vino, logrando la implantación de casi una decena de bodegas adscritas a la DO Ribera del Duero.
Precisamente, por encontrarse en esta rica zona de la Ribera del Duero, el cultivo de viñas en Curiel de Duero es una actividad arraigada, de gran importancia y que contribuye a la economía del entorno.
Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Curiel de Duero se muestran abiertos a conocer nuevas propuestas o iniciativas empresariales que contribuyan al crecimiento económico de la zona. El alcalde del municipio confía en las nuevas generaciones para que sigan apostando por el medio rural como un lugar en el que poder vivir, pero también desde el que poder trabajar para evitar que pequeños enclaves desaparezcan.
El turismo, con siete casas rurales y un impresionante patrimonio del que poder presumir, además de las bodegas, son los motores principales de la actividad laboral en esta zona.
La mejora en las comunicaciones por carretera con Valladolid, con la apertura de los 34,7 kilómetros entre Tudela de Duero y Quintanilla de Arriba, supondrán un alivio para el tráfico que soporta la N-122.
Patrimonio histórico
A la riqueza natural del entorno se suma la patrimonial. Lugares que visitar y conocer, que cuentan parte de la historia del municipio. Así, se mantienen varias viviendas de arquitectura tradicional con soportales que permiten al turista imaginarse un pequeño viaje en el tiempo.
En el recorrido por las calles del municipio aparece imponente la Puerta de la Magdalena, del siglo XIII, que forma parte de la muralla urbana de Curiel. También en la entrada del pueblo se localiza un rolllo de justicia del siglo XVI, una columna de piedra que se levantaba en los municipios que tenían capacidad jurisdiccional.
En este paseo por la tranquila localidad lucen los restos del palacio fortificado de los Zúñiga, que conserva la fachada, dos torreones y los muros perimetrales. En cuanto a las iglesias, cabe destacar la iglesia de Santa María con un impresionante artesonado. Su exterior corresponde al siglo XII y el interior se sitúa entre el XV y XVI en estilo gótico-mudéjar, donde se puede contemplar un rehabilitado artesonado mudéjar.
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En cuanto a la iglesia de San Martín, del siglo XVII, destaca una pincelada románica en una de sus portadas. Fue recuperada para vivir una nueva etapa ligada a uno de los principales sectores de actividad del municipio, el vino. Un espacio bodeguero diferente para albergar las barricas donde evolucionarán los vinos de la tierra. Además, en el recorrido por Curiel también es recomendable la correspondiente parada en la ermita del Santo Cristo donde se conserva un Crucificado del siglo XVI.
Curiel puede presumir de tener dos castillos aunque el de 'Abajo' , es el Palacio de los Zúñiga, y el de 'Arriba', ubicado en una loma, es desde hace unos veinte años un hotel restaurante. Su restauración impulsó el inicio de una nueva actividad económica y turística en la zona. Y aunque no haya fantasmas en este castillo, sí que está rodeado de leyendas, entre ellas la que hace referencia a la existencia de un gigante que ponía un pie en el castillo de Curiel y otro en el de Peñafiel y bebía agua del Duero. A buen seguro, avistaba desde esa altura el pueblo de Curiel describiendo una forma de media luna que desde abajo no se aprecia. Precisamente, desde ese punto se puede contemplar una bella panorámica del Valle del Duero así como del otro castillo protagonista de la leyenda, el de Peñafiel. Este castillo forma parte de la ruta de Castillos en la Ribera del Duero.
El castillo de Curiel
Una fortaleza milenaria en lo alto del cerro. Es el castillo más antiguo de la provincia. Se piensa que en la época de los romanos ya fue una fortificación. Vigilante del municipio vallisoletano que se encuentra a sus pies puede presumir también de ser protagonista de varias leyendas para el divertimento de los visitantes que se acercan a descubrir este enclave. Con acceso desde el municipio, el castillo vive una segunda vida acogiendo a los visitantes y turistas del entorno en el lujoso complejo hotelero que ahora alberga esta instalación.
Ángel Mínguez, alcalde: «Juntos lograremos impulsar el atractivo de este pequeño municipio»
Soy de Curiel y he estado ligado y he vivido en esta tierra desde mi infancia. Siempre he pensado en poder colaborar con el pueblo y los vecinos, y ahora que cuento con más tiempo ha surgido la oportunidad. Desde el Consistorio tenemos la prioridad de mejorar los servicios del pueblo. Como en otros pequeños municipios tenemos que hacer frente al grave problema que es la despoblación, pero confiamos en que las nuevas generaciones quieran darle una oportunidad a este lugar en el que la tranquilidad y naturaleza aportan un valor extra a la calidad de vida.
En este sentido, también hay que tener en cuenta que la conexión digital permite conciliar el trabajo en la distancia y eso facilita desarrollar nuevas oportunidades desde el medio rural. Estamos en una tierra ligada, tradicionalmente, a los sectores de la agricultura y los vinos. Rodeados de importantes bodegas que han sabido aprovechar el potencial del entorno y que generan economía, empleo y turismo. Sin embargo, echamos en falta que sean más las personas que opten por quedarse a vivir en Curiel.
En verano vemos cómo regresan vecinos y familias que suelen pasar el resto del año fuera y es una alegría ver las calles llenas, mucha actividad y gran participación en la celebración de nuestras fiestas. Especialmente las de verano, que tienen lugar a finales de julio y principios de agosto. Son días de diversión, de compartir, de crear recuerdos en Curiel.
Las buenas conexiones y el servicio de autobús disponible permiten el traslado a Peñafiel, a apenas 5 kilómetros, para acudir al centro de salud, colegios, supermercados... así como viajar hasta Valladolid. Esperamos que la apertura del tramo de la autovía entre Quintanilla de Arriba y Tudela de Duero se produzca cuanto antes para agilizar los tiempos de viaje y la seguridad de los vehículos en una carretera que soporta un fuerte ritmo de camiones. Por otro lado, me gustaría lanzar una invitación para que la gente se acerque a conocer nuestro pueblo, tanto el patrimonio histórico como natural que nos rodea, puesto que es un maravilloso lugar también para pasar unos días y desconectar. Agradecemos la confianza a los vecinos y sobre todo a los más jóvenes, que en los últimos años han elegido seguir viviendo en Curiel. Juntos lograremos mantener e impulsar el atractivo de este pequeño municipio de la Ribera del Duero.
