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Vivir solo en Salamanca es también vivir con poco. Las bajas rentas y los hogares unipersonales son las dos caras de una misma moneda en la capital y, en menor medida, en la provincia, una realidad a la que se enfrentan una de cada tres personas en la provincia y casi un 40% de los de la capital, más de 50.000 personas ya que se elevan a 100.000 en el conjunto de la provincia. Y buena parte de ellos lo hacen con lo justo, porque la mayor densidad de hogares unipersonales aparece en aquellas calles y barrios con menores rentas.
El de hogar unipersonal es ya el modelo más extendido de familia en el conjunto de Salamanca. La elevada edad media de su población, la falta de nacimiento y la marcha de muchos jóvenes a otras provincias y comunidades de España deja a muchas familias reducidas a la mínima expresión. Eso significa, muchas veces, vivir con recursos económicos limitados.
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El mapa de rentas recién publicado y que se puede consultar en esta información dibuja en rojo las áreas con menores 'posibles' en la capital y provincia. Corresponden con los barrios del trastormes en general y los más humildes como Pizarrales o Vidal. Donde emerge un nuevo barrio con más recursos incluso que la céntica Gran Vía, se abre una brecha con el extremo más pobre de San José de hasta 18.000 euros.
Entre la plaza de las Catedrales, donde se superan los 25.000 euros de media por persona, y un grupo de calles del extremo de Hilario Goyenechea en el barrio de San José, donde no se llega a 6.700 euros al año, hay un abismo económico y también social porque en las zonas más humildes muchos salmantinos viven solos.
Según los últimos datos del Atlas de Rentas del INE, un 36,6% de los hogares de la provincia son unipersonales, cifra que se eleva al 37,6% en el caso de la capital, el municipio más poblado. Su número ha ido creciedo de forma inexorable en los últimos años y si hace una década eran un tercio los hogares en esta situación, con el último dato se comprueba que su número ha crecido en 4.200 hogares más que se han quedado solos.
El fenómeno alcanza a toda la provincia y son pocos los municipios donde no está extendido lo que también es un problema. El porcentaje se mueve entre un moderado 17% y el abrumador 83% del municipio donde más gente vive sola.
En el mapa inferior se puede consultar el porcentaje de hogares unipersonales de cada municipio de la provincia o buscarlo en la lista.
En cerca de 90 de las 362 localidades de la provincia la mitad o más de sus habitantes viven solos. El extremo es La Hoya, donde el 83% de sus 31 vecinos lo hacen, aunque este no es un fenómeno exclusivo de pequeños municipios. Algunos como Aldeadávila, con más de mil habitantes, tienen más de un 60% de hogares unipersonales y en La Alberca, con otro millar de vecinos, son más del 50%.
Geográficamente, la soledad está instalada en buena parte de la provincia pero es en localidades del oeste y en el sur donde se concentran los colores más oscuros. En todas las comarcas de La Raya, desde Arribes a Ciudad Rodrigo, la sierra de Francia y la de Béjar y un corredor que une la primera con la capital lo más habitual es encontrarse municipios donde la mitad o más de sus vecinos vive solos.
En la capital, los hogares unipersonales son una constante. Son mayoría en los barrios al sur del Tormes, pero también en el centro, en Pizarrales, Vidal, San José... y superan el 50% en el centro histórico.
En cuanto a las rentas, en la capital, a grandes rasgos los hogares unipersonales destacan en el centro, pero también en los barrios de Pizarrales, Vidal y Oeste, coincidiendo en estas áreas con zonas de menores rentas.
Y en la provincia, donde se da el fenómeno de los pueblos con un alto nivel de renta por IRPF, también existen municipios donde las bajas rentas comparten realidad con el hecho de vivir solo. Todo el oeste y el sur de la provincia están afectados por esta realidad.
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Lidia Carvajal
Melchor Sáiz-Pardo, Mateo Balín y Álex Sánchez
Álvaro Muñoz | Valladolid y Lidia Carvajal
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