El convento en un pueblo de Salamanca que lleva un siglo en ruinas y otros monumentos decanos del abandono
Castillos, abadías y monasterios y hasta un fortín romano: cuatro elementos que fueron los primeros de la provincia en entrar en la Lista Roja del patrimonio siguen en riesgo de desaparición sin que propietarios y administraciones hagan nada
Diciembre de 2007. La asociación Hispania Nostra decide incluir en su Lista Roja los primeros monumentos de la provincia de Salamanca que entra en su catálogo de patrimonio en riesgo de desaparición. Un informador se adentra en el bosque de San Martín del Castañar y fotografía lo que queda del monasterio de Nuestra Señora de Gracia, un lugar fundado antes de la conquista de América donde los franciscanos custodiaban una importante biblioteca. A estas alturas, poco o nada queda de aquello y hoy, más de 15 años después, el convento sigue abandonado: sólo el bosque que lo rodea parece interesado en apropiárselo.
Este es el decano de los monumentos salmantinos en la conocida lista, considerada el mejor indicativo de la mala salud de nuestro patrimonio. Fue el primer en entrar junto con otros dos que, como el monasterio oculto en el monte, permanecen en la lista sin remisión; y sólo otros dos que entraron al tiempo han salido camino de la Lista Verde, la que atestigua su recuperación.
Se trata del Real Fuerte de la Concepción de Aldea del Obispo y la iglesia de San Martín en Salamanca, que entraron en la lista el 16 y 15 de diciembre de 2007, respectivamente, y que lograron salir hace unos años. El primero, tras convertirse en hotel previa restauración y la iglesia románica del centro de la capital, tras un rehabilitación.
Sin embargo, son pocos los monumentos que han escapado del abandono, sólo cinco, y quizás pronto se pueda incluir un sexto si la restauración de la capilla de la Misericordia es satisfactoria. ¿Por qué? Porque ni propietarios ni administraciones hacen lo suficiente para evitarlo. Eso condena a muchos monumentos a permanecer si remisión en un estado de riesgo permanente de desplome.
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Monasterio de Nuestra Señora de Gracia
Una joya oculta repartida por toda la sierra
La situación del monasterio de Nuestra Señora de Gracia responde al prototipo de patrimonio en peligro. Fundado en 1430 por Don Sancho de Castilla, existió en él una importante biblioteca que recuerda la intensa vida cultural y religiosa con la que contó el monasterio. Tras el abandono de los franciscanos y el paso de los dominicos en la década de los años veinte del siglo XX por una de las edificaciones anejas como casa veraniega, la propiedad pasó a manos privadas siendo ésta su titularidad actual.
Desde entonces, su abandono es total. Cuando se informó de su situación, conservaba casi intacta su fachada principal, la fachada situada en el este, el solar donde se encontraba la iglesia y algunas dependencias en su interior, cubiertas por la vegetación que ha ido tomando posiciones. Lo que queda de su arquitectura está completamente invadido por la vegetación del parque natural Las Batuecas-Sierra de Francia, que parece querer recuperar un lugar que en el pasado fue suyo.
Imágenes, elementos decorativos y tallas se encuentran a buen recaudo en la iglesia parroquial de la localidad de San Martín del Castañar, pero muchas de las piedras, hitos, rollos y hasta esculturas fueron expoliadas y están repartidos por la Sierra de Francia en otros edificios.
Sin embargo, el apego del pueblo a este convento es mínimo, o al menos insuficiente para movilizar alguna campaña que permita recuperarlo. Tampoco se han interesado los propietarios, ya que es de un particular, ni las administraciones, ya que ni siquiera está bajo alguna figura de protección. Dos problemas que son habituales y que mantienen muchos de estos edificios en riesgo en situación precaria, esperando que ocurra lo inevitable: un derrumbe que acabe con siglos de historia.
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Castillo y convento de Tejeda y Segoyuela
El símbolo de poder de un señor feudal que se desmorona
Algo parecido ocurre en el castillo de Tejeda y Segoyuela. Es de propiedad privada y su titular no puede hacerse cargo de la reparación. La administración competente, en este caso la Junta, ya rechazó asumir obras de consolidación. En este caso, propietario y administración son los más obligados porque es BIC, catalogado bajo una declaración genérica que protege todos los castillos de España. No ha sido la única negativa de la Junta a arreglar un monumento deteriorado: rechazó la restauración del castillo de Buenamadre, que también está en la lista roja.
Datado hace 600 años, el de Tejeda se alza en un cerro; fue levantado para que su señor feudal se protegiera no del enemigo, sino de sus propios vecinos. Ahora, los únicos vecinos que lo pueblan son las numerosas cigüeñas que han hecho sus nidos en lo poco que queda de su torre.
Hasta el año 1965, contaba con una tercera pared que se desmoronó y que era a su vez la entrada al castillo, con un puente y un foso. Disponía también de caballerizas. Aún se conservan los restos de una gran torre y del recinto cuadrado fortificado.
Construido en 1453 por el Señor de Tejeda, Fernando de Tejeda, que buscaba con esta fortaleza consolidar su poder señorial sobre la villa de Tejeda y su entorno. Este señor feudal mandó construir su castillo, para defender la villa de su decisión de tener una jurisdicción civil y criminal en ella, independiente a la salmantina. El poder de los Tejeda era tan grande que gozaba de la simpatía de la Iglesia, prueba de ello es el convento de la orden franciscana que se haya a escasos metros del castillo y que actualmente pertenece a la misma persona, y que también está en ruinas.
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Convento de la Casa Baja
La 'residencia de verano' que autorizó un Papa
También desde el primer día, desde diciembre de 2007, está en la lista el convento de la Casa Baja en El Maíllo. Debe su nombre a que los frailes dominicos que habitaban el Monasterio de la Peña de Francia se trasladaban todos los años a este monasterio cuando llegaban las primeras nieves, así que está ligado a la Sierra de Francia.
Para su construcción, los dominicos pidieron una autorización papal, que fue concedida en 1498 por Alejandro VI. Edificado en el siglo XVI, aunque la iglesia cuyos restos se conservan es de estilo neoclásico. Es monumento Histórico-Artístico desde 1956, pero eso no ha impedido que su estado sea de deterioro constante.
Como al convento de San Martín, le ocurre que está siendo invadido por la vegetación. Los restos de la iglesia se usan como pajar desde hace décadas, ya que fue adquirido por los vecinos, así como de aparcamiento de antiguos carros y palomar. La maleza oculta el resto de elementos del conjunto que se han salvado del expolio: sillares, arcos, muros o columnas.
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Fortín romano
Un puesto de vigilancia abandonado
Por último, de aquella primera tanda de monumentos que entraron en la Lista Roja de Hispania Nostra está el fortín romano de Calzada de Béjar, del siglo III-IV. Puesto de vigilancia y defensa de la calzada romana Vía de la Plata o almacén de nieve según otros autores, situado en un lugar estratégico, sobre un teso desde el que se domina ampliamente una gran extensión de la vía por ambos lados.
Es BIC y el ayuntamiento de La Calzada de Béjar ha realizado en ocasiones la limpieza del camino de acceso y del propio fortín. Sin embargo, se encuentra en un lamentable estado de abandono, sin cubierta, invadido por la maleza que dificulta el acceso al mismo.