El valioso fémur del cocodrilo ibérico que campaba por Salamanca y Zamora hace 40 millones de años
Una excavación realizada en junio en un nuevo yacimiento permite recuperar fósiles que aportan importantes datos sobre la anatomía del Iberosuchus, una de las especies dominantes en el corredor del Duero, escenario de evoluciones, extinciones y migraciones que dejaron huella en Castilla y León
De cerca de 4 metros y aspecto familiar con los actuales cocodrilos, el Iberosuchus era hace 40 millones de años una de las especies dominantes en lo que ahora es la cuenca del Duero, un corredor biogeográfico entre la fauna ibérica y europea a través de lo que ahora es Castilla y León, entonces, una zona subtropical que favoreció una gran biodiversidad y fue el jardín de migraciones, adaptaciones evolutivas y extinciones que marcaron esta época.
En aquel tiempo, este cocodrilo de costumbres terrestres, muy distinto a los cocodrilos más comúnmente conocidos (semiacuáticos), era uno de los predadores protagonistas en este importante ecosistema. Su estampa, a medio camino entre un caimán y un dinosaurio, es la de una especie fascinante y este mes de junio la profundidad del conocimiento que tenemos sobre esta especie única ha dado un paso de gigante.
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Cuando había cocodrilos en la cuenca del Duero
Hace unos días, la Universidad de Salamanca confirmaba un gran descubrimiento paleontológico: el esqueleto más completo de Europa de un cocodrilo terrestre del Eoceno, el Iberosuchus o cocodrilo ibérico, de un periodo geológico que abarca aproximadamente entre hace 56 y 34 millones de años. El hallazgo supone un antes y un después en las evidencias sobre este animal y es un espaldarazo para los planes de recuperar la actividad de la Sala de las Tortugas, la colección de fósiles del Eoceno más importante de Europa.
El impulso llega del departamento de Geología de Salamanca donde está en marcha una nueva tesis doctoral que se enfoca en la cuenca del Duero. En este sentido, las nuevas líneas de trabajo contribuirán a poner en valor la colección científica de la Usal.

José Manuel Gasca, del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca y responsable académico de la 'Sala de las Tortugas', explica que el yacimiento en el que se ha producido este descubrimiento se ha excavado por primera vez este mes de junio durante una semana con un equipo de investigadores y estudiantes de la Universidad de Salamanca y la UNED. Se encuentra en el entorno de la localidad de Villalazán (Zamora) y se descubrió durante una salida exploratoria por sedimentos eocenos organizada por el equipo investigador ligado a la Sala de las Tortugas, hace un par de años.
Se trata de un yacimiento nuevo, que geológicamente comparte características con otros yacimientos de vertebrados fósiles clásicamente conocidos de la provincia de Zamora, y repartidos por toda la provincia. Su potencial se conoce desde hace años y tiene una gran trascendencia y lo que se ha encontrado ahora es excepcional: del Iberosuchus se han conseguido recuperar ahora fósiles que aportan valiosos datos sobre su particular anatomía, hasta ahora desconocidos.
Según Francisco Ortega, investigador de la UNED, otra de las entidades participantes, los hallazgos resultan inesperados porque «el ejemplar excavado es el esqueleto postcraneal más completo del registro fósil de un cocodrilo de estas características, que son muy escasos en Europa».

40 millones de años
Este depredador cuyo nombre significa ‘cocodrilo de Iberia’, vivió y se extinguió durante el Eoceno en Europa Occidental, en la era Cenozoica.
Eras
Periodos
Cámbrico
Paleozoica
Ordovícico
Desde hace
541 millones
de años hasta
hace 252
millones
de años.
Silúrico
Devónico
Carbonífero
Pérmico
Triásico
Mesozoica
Desde hace
252 millones
de años hasta
hace 66
millones de
años.
Jurásico
Era de los dinosaurios
Cretácico
Época del iberosuchus
Paleoceno
Eoceno
Hace 40
millones
de años
Cenozoica
Desde hace
66 millones
de años hasta
la actualidad
Oligoceno
Mioceno
Plioceno
Pleistoceno
Histórica
Holoceno
Periodo del Hombre de Atapuerca y de los mamuts
Actualidad
Así era
Aunque podría haber tenido hábitos semiacuáticos, por las evidencias encontradas hasta ahora, se le considera terrestre.
0
1 m
2 m
3 m
4 m
Iberosuchus
Cocodrilo del Nilo
Las fosas nasales en la punta del hocico, al contrario que el cocodrilo moderno, indica su actividad terrestre ya que para respirar estando en el agua tendría que emerger demasiado y sería detectado por sus presas.
Hocico largo y estrecho con lo orificios nasales en la punta del hocico
Osteodermos, las placas óseas que recubren su piel, actuaban como armadura térmica
Ilustración de Raúl Martín
Dientes serrados y cortadores para poder desgarrar carne
Patas largas para tener buena movilidad, lo que sugiere que era un animal terrestre
La necesidad de una piel que le sirviera como armadura térmica, los dientes preparados para desgarrar carne y las patas largas, indican que su vida la desarrollaba principalmente fuera del agua.
El hallazgo en Zamora
Los fósiles encontrados en Zamora pertenecen a una pata completa del animal, desde el fémur hasta el pie y varias placas dérmicas.
Placa
Garra
Fémur
Dónde vivía
La mayoría de ejemplares se han econtrado en la península ibérica y, principalmente, en los territorios de lo que hoy es Castilla y León.
León
Burgos
Palencia
Soria
Zamora
Valladolid
Segovia
Salamanca
Ávila
Villalazán
Lugar donde se ha encontrado el ejemplar
También han hallado restos en Portugal, sur de Francia y norte de África.
Fuente: Universidad de Salamanca

40 millones de años
Este depredador cuyo nombre significa ‘cocodrilo de Iberia’, vivió y se extinguió durante el Eoceno en Europa Occidental, en la era Cenozoica.
Eras
Periodos
Cámbrico
539–487 millones de años
488–444 millones de años
444–416 millones de años
416–359 millones de años
359–299 millones de años
290–248 millones de años
Ordovícico
Paleozoica
Silúrico
Desde hace 541
millones de años
hasta hace 252
millones de años.
Devónico
Carbonífero
Pérmico
Mesozoica
Triásico
Desde hace 252
millones de años
hasta hace 66
millones de años.
251–201 millones de años
206–145 millones de años
Cretácico: 145-66 millones de años
Jurásico
Cretácico
Era de los dinosaurios
Paleoceno
66–56 millones de años
56–33,9 millones de años
34–23 millones de años
23–5,3 millones de años
5,3-2,6 millones de años
Época del iberosuchus
Eoceno
Cenozoica
Desde hace 66
millones de años
hasta la
actualidad.
Oligoceno
Hace 40
millones
de años
Mioceno
Plioceno
Pleistoceno
2,6 millones de años - 11.700 años
11.700 años - actualidad
Histórica
Holoceno
Periodo del Hombre de Atapuerca y de los mamuts
Actualidad
Así era
Aunque podría haber tenido hábitos semiacuáticos, por las evidencias encontradas hasta ahora, se le considera terrestre.
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2 m
3 m
4 m
Iberosuchus
Cocodrilo del Nilo
Las fosas nasales en la punta del hocico, al contrario que el cocodrilo moderno, indica su actividad terrestre ya que para respirar estando en el agua tendría que emerger demasiado y sería detectado por sus presas.
Osteodermos, las placas óseas que recubren su piel, actuaban como armadura térmica
Hocico largo y estrecho con lo orificios nasales en la punta del hocico
Ilustración de Raúl Martín
Dientes serrados y cortadores para poder desgarrar carne
Patas largas para tener buena movilidad, lo que sugiere que era un animal terrestre
La necesidad de una piel que le sirviera como armadura térmica, los dientes preparados para desgarrar carne y las patas largas, indican que su vida la desarrollaba principalmente fuera del agua.
El hallazgo en Zamora
Los fósiles encontrados en Zamora pertenecen a una pata completa del animal, desde el fémur hasta el pie y varias placas dérmicas.
Placa
Garra
Fémur
Dónde vivía
La mayoría de ejemplares se han econtrado en la península ibérica y, principalmente, en los territorios de lo que hoy es Castilla y León.
León
Burgos
Palencia
Soria
Zamora
Valladolid
Segovia
Salamanca
Ávila
Villalazán
Lugar donde se ha encontrado el ejemplar
También han hallado restos en Portugal, sur de Francia y norte de África.
Fuente: Universidad de Salamanca

40 millones de años
Este depredador cuyo nombre significa ‘cocodrilo de Iberia’, vivió y se extinguió durante el Eoceno en Europa Occidental, en la era Cenozoica.
Eras
Periodos
Cámbrico
539–487 millones de años
488–444 millones de años
444–416 millones de años
416–359 millones de años
359–299 millones de años
290–248 millones de años
Ordovícico
Paleozoica
Silúrico
Desde hace 541
millones de años
hasta hace 252
millones de años.
Devónico
Carbonífero
Pérmico
Mesozoica
Triásico
Desde hace 252
millones de años
hasta hace 66
millones de años.
251–201 millones de años
206–145 millones de años
Cretácico: 145-66 millones de años
Jurásico
Cretácico
Era de los dinosaurios
Paleoceno
Época del iberosuchus
66–56 millones de años
56–33,9 millones de años
34–23 millones de años
23–5,3 millones de años
5,3-2,6 millones de años
Eoceno
Cenozoica
Desde hace 66
millones de años
hasta la
actualidad.
Oligoceno
Mioceno
Periodo del Hombre de Atapuerca y de los mamuts
Plioceno
Pleistoceno
2,6 millones de años - 11.700 años
11.700 años - actualidad
Histórica
Holoceno
Así era
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3 m
4 m
Aunque podría haber tenido hábitos semiacuáticos, por las evidencias encontradas hasta ahora, se le considera terrestre.
Iberosuchus
Cocodrilo del Nilo
Las fosas nasales en la punta del hocico, al contrario que el cocodrilo moderno, indica su actividad terrestre ya que para respirar estando en el agua tendría que emerger demasiado y sería detectado por sus presas.
Osteodermos, las placas óseas que recubren su piel, actuaban como armadura térmica
Hocico largo y estrecho con lo orificios nasales en la punta del hocico
Ilustración de Raúl Martín
La necesidad de una piel que le sirviera como armadura térmica, los dientes preparados para desgarrar carne y las patas largas, indican que su vida la desarrollaba principalmente fuera del agua.
Dientes serrados y cortadores para poder desgarrar carne
Patas largas para tener buena movilidad, lo que sugiere que era un animal terrestre
Dónde vivía
El hallazgo en Zamora
La mayoría de ejemplares se han econtrado en la península ibérica y, principalmente, en los territorios de lo que hoy es Castilla y León.
Los fósiles encontrados en Zamora pertenecen a una pata completa del animal, desde el fémur hasta el pie y varias placas dérmicas.
León
Placa
Burgos
Palencia
Soria
Zamora
Valladolid
Segovia
Salamanca
Ávila
Garra
Villalazán
Lugar donde se ha encontrado el ejemplar
Fémur
También han hallado restos en Portugal, sur de Francia y norte de África.
Fuente: Universidad de Salamanca

40 millones de años
Este depredador cuyo nombre significa ‘cocodrilo de Iberia’, vivió y se extinguió durante el Eoceno en Europa Occidental, en la era Cenozoica.
Eras
Periodos
Cámbrico
539–487 millones de años
488–444 millones de años
444–416 millones de años
416–359 millones de años
359–299 millones de años
290–248 millones de años
Ordovícico
Paleozoica
Silúrico
Desde hace 541
millones de años
hasta hace 252
millones de años.
Devónico
Carbonífero
Pérmico
Mesozoica
Triásico
Desde hace 252
millones de años
hasta hace 66
millones de años.
251–201 millones de años
206–145 millones de años
Cretácico: 145-66 millones de años
Jurásico
Cretácico
Era de los dinosaurios
Paleoceno
Época del iberosuchus
66–56 millones de años
56–33,9 millones de años
34–23 millones de años
23–5,3 millones de años
5,3-2,6 millones de años
Eoceno
Cenozoica
Desde hace 66
millones de años
hasta la
actualidad.
Oligoceno
Mioceno
Periodo del Hombre de Atapuerca y de los mamuts
Plioceno
Pleistoceno
2,6 millones de años - 11.700 años
11.700 años - actualidad
Histórica
Holoceno
Así era
Las fosas nasales en la punta del hocico, al contrario que el cocodrilo moderno, indica su actividad terrestre ya que para respirar estando en el agua tendría que emerger demasiado y sería detectado por sus presas.
Aunque podría haber tenido hábitos semiacuáticos, por las evidencias encontradas hasta ahora, se le considera terrestre.
Osteodermos, las placas óseas que recubren su piel, actuaban como armadura térmica
Hocico largo y estrecho con lo orificios nasales en la punta del hocico
0
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2 m
3 m
4 m
Iberosuchus
Ilustración de Raúl Martín
Cocodrilo del Nilo
La necesidad de una piel que le sirviera como armadura térmica, los dientes preparados para desgarrar carne y las patas largas, indican que su vida la desarrollaba principalmente fuera del agua.
Dientes serrados y cortadores para poder desgarrar carne
Patas largas para tener buena movilidad, lo que sugiere que era un animal terrestre
Dónde vivía
El hallazgo en Zamora
La mayoría de ejemplares se han econtrado en la península ibérica y, principalmente, en los territorios de lo que hoy es Castilla y León.
Los fósiles encontrados en Zamora pertenecen a una pata completa del animal, desde el fémur hasta el pie y varias placas dérmicas.
León
Burgos
Palencia
Soria
Zamora
Placa
Valladolid
Segovia
Salamanca
Ávila
Villalazán
Lugar donde se ha encontrado el ejemplar
Garra
Fémur
También han hallado restos en Portugal, sur de Francia y norte de África.
Fuente: Universidad de Salamanca
Y, ¿qué es lo que se ha encontrado? «Del Iberosuchus hemos conseguido recuperar ahora fósiles que aportan valiosos datos sobre su particular anatomía, hasta ahora desconocidos», explica Gasca. Detalla que lo encontrado va a permitir un enorme avance en lo que se sabía de esta especie y su importancia en el hábitat del Duero en el Eoceno.
«Es nuevo conocer toda la anatomía completa de la pata desde el fémur al pie, prácticamnete completo con todas sus falanges. Y también la armadura dérmica, hay decenas de elementos (osteodermos), cuando sólo se conocían unos pocos aislados. Ahora, obviamente falta la preparación de todos los fósiles para su estudio, y un análisis detallado de la osteología de la especie gracias a los nuevos restos, pero el % de esqueleto disponible de la especie zamorana aumenta considerablemente», asegura.
El jardín del Duero
El patrimonio paleontológico de Castilla y León es muy rico y la provincia de Zamora es muy destacable, en concreto, para el conocimiento de los ecosistemas antiguos del Eoceno, una etapa situada hace unos 40 millones de años. En aquel tiempo, el cocodrilo terrestre Iberosuchus, muy distinto a los cocodrilos más comúnmente conocidos (semiacuáticos), era uno de los predadores protagonistas.
La investigación de los yacimientos del Duero contribuye al entendimiento de la conexión entre las faunas ibéricas y las del resto de Europa. Al situarse en una posición geográfica estratégica, la cuenca del Duero funcionó como un corredor biogeográfico por el que pudieron difundirse distintas especies, lo que facilita el estudio de las migraciones, extinciones y adaptaciones evolutivas.
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