Siete imágenes que explican qué es el Puerto Seco

En julio de 2004 se firmó un protocolo de colaboración para la constitución de un puerto seco en Salamanca «lo que supondrá la creación de un enclave estratégico para actividades logísticas avanzadas», se afirmó entonces, además de que la instalación recibiría las mercancías de los puertos portugueses de Aveiro y Leixoes.

Los responsables políticos del momento aseguraban que el éxito del proyecto «dependerá de que las empresas privadas se instalen en estas plataformas logísticas que la administración hace. Sin estas empresas, serán continentes sin contenido. Pero estamos trabajando para traer un operador logístico importante, para que lidere una plataforma logística, que lo ideal es que el 50% sea de empresarios de Salamanca».

17 años después, ha tenido que ser el propio Ayuntamiento el que asuma la construcción del Puerto Seco, porque la implicación de las empresas privadas, locales, regionales, nacionales o internacionales, ha sido nula hasta el momento.

La plataforma intermodal pretende aprovechar la ubicación de Salamanca como enlace de varias vías de comunicación. Por un lado, tiene acceso por autovía al norte y sur de España gracias a la A-66, enlaza Portugal y Francia por la A-62 y tiene salida directa a Madrid a través de la A-50.

La facilidad de conexión por autovía a buena parte del territorio español y la frontera con Francia, lo que se denomina el Corredor Atlántico, la convierte en un punto clave para el transporte de mercancías por tren hasta Salamanca y su posterior trasvase a camiones o viceversa.

La terminal ferroviaria contará con cinco vías en concreto, que le permitirán acoger trenes de hasta 750 metros de largo, y sus instalaciones facilitarán tanto el movimiento de contenedores, como el trasiego y almacenamiento de graneles sólidos, algo de vital importancia para el futuro del proyecto debido al entorno cerealístico en el que se encuentra ubicada Salamanca.

El desarrollo del Puerto Seco y del nodo logístico de Salamanca fue también el protagonista en la firma, ahora hace un año, del protocolo entre la Junta, la Diputación Provincial, el Ayuntamiento y la Universidad de Salamanca para el impulso de un proyecto de futuro para la capital y su alfoz, que supondrá una inversión global de 67,4 millones.