Llenar una piscina por cada 37 habitantes: para darse un chapuzón hay que ir al sur

Y, en cuanto a consumo de agua, teniendo en cuenta, por ejemplo, los cálculos que comparte Ferrón Piscinas en su página web, una pileta rectangular de 7 metros de largo, 3,5 de ancho y una profundidad media de 1,5 metros necesita 36.500 litros. Ello supone que la totalidad de las piscinas existentes en España requieren 44.832 millones de litros. De acuerdo con el INE, el consumo medio de agua de los hogares fue de 133 litros por habitante y día en 2020 -último dato disponible-, lo que implica un consumo diario de más de 6.300 millones de litros en los hogares españoles. Llenar las piscinas españolas equivale al consumo de los hogares de algo más de siete días.

Son muchas menos, pero a esta nómina de piscinas hay que incorporar las cubiertas que en los territorios de régimen común suman cerca de 14.000. Si su tamaño también respondiera al medio, a los 7 metros de largo, 3,5 de ancho y una profundidad media de 1,5 metros, necesitarían más de 500 millones de litros de agua, es decir, el consumo de 3,8 millones de personas durante un día.

Pero veamos más en detalle el reparto geográfico de las piscinas que predominan, las descubiertas, las que salpican los mapas de España de pequeños rectángulos azules. Primero, por municipios.

Madrid es el que cuenta con más piscinas del país. No sorprende, puesto que, con casi 3,3 millones, es la ciudad con más habitantes de España. Pero las 13.842 piscinas de la capital implican que hay una por cada 237 residentes: los madrileños cuentan, proporcionalmente, con menos piscinas que la media española. Pero disfrutan de muchas más que los habitantes de Barcelona, ya que en la ciudad condal apenas hay una pileta por cada 1.250 habitantes.

Córdoba es el segundo municipio de España con más piscinas: el Catastro contabiliza 11.538, lo que supone que hay una por cada 28 habitantes, en este caso sí por encima de la media española. Marbella completa la tríada de localidades con más de 10.000 piscinas. En este último caso, hay una por cada 14 habitantes. Aunque entre la decena de municipios con más lugares de recreo acuático de este tipo también se encuentran Chiclana de la Frontera (Cádiz) y Jávea (Alicante) donde hay una piscina por cada 10 y por cada 3 habitantes, respectivamente.

Son, por tanto, grandes ciudades o localidades vacacionales las que disponen de mayor número total de piscinas, aunque en términos relativos los que ganan son los lugares tradicionales de veraneo. En la Costa del Sol sobresalen Mijas o la propia Málaga, con más de 8.000 en el primer caso y cerca de 6.000, en el segundo.

Y en Levante, Murcia o Jávea, con más de 9.000 piscinas; Elche, con más de 8.000; así como Orihuela, donde superan las 7.000. En las Baleares, en Palma el número de piletas también rebasa las 6.000.

Pero también destacan los municipios con gran número de viviendas unifamiliares, como es el caso de Pozuelo de Alarcón (Madrid), la localidad que ha sido tradicionalmente la de mayor renta anual por habitante de España. Así, las 6.649 piscinas que contabiliza allí el Catastro supone que hay una por cada 13 residentes.

Mientras que en Rivas-Vaciamadrid las algo más de 5.400 implican que hay una piscina por cada casi 18 residentes. Aunque en Alcobendas, el municipio madrileño en el que está ubicada la exclusiva urbanización de La Moraleja, hay una piscina por cada 55 residentes, cifra algo peor que la media española, debido a que en realidad es una localidad con elevada desigualdad de renta.

En todo caso, las comunidades autónomas que aglutinan los municipios con más piscinas son sobre todo Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Y donde más brillan por su ausencia es en el norte, muy especialmente en las provincias vascas y en Navarra.

Aunque el clima del País Vasco, de Asturias o de Cantabria no difiere mucho entre sí, si en Euskadi hay una piscina por cada 615 habitantes, en Asturias hay una por cada 284 y en Cantabria, por cada 148

El clima de estas ubicaciones no ayuda a que proliferen estas instalaciones, pero tampoco difiere éste demasiado del de Cantabria o Asturias, por ejemplo, y en estas últimas regiones hay proporcionalmente más albercas. Frente a la piscina por cada 615 habitantes de Euskadi, en Asturias hay una por cada 284 y en Cantabria, por cada 148.

En cuanto a provincias concretas, en términos relativos, es decir, en relación con la población, Guadalajara es la que cuenta con mayor número de piscinas: una por cada 14 habitantes. Alicante, Baleares, Toledo, Girona y Ávila también tienen una pileta por cada menos de veinte habitantes.

En el otro lado de la tabla se encuentra Navarra, con una piscina por cada 2.000 habitantes, y Guipúzcoa, con una piscina por cada más de 1.300 habitantes. Sigue Vizcaya, con una por cada 764 habitantes. Después se sitúan Ceuta y Melilla, donde hay una alberca por cada 615 y 373 habitantes, respectivamente. Entre las provincias con menor número de piscinas en relación con la población también se encuentran la citada Asturias (una por cada 272 habitantes) o Álava (223 habitantes) además de Cantabria, Burgos o Soria, donde superan el centenar de personas por cada piscina. Por tanto, no se puede extraer una conclusión clara sobre el interior de España: hay provincias limítrofes (Soria y Guadalajara, por ejemplo) con situaciones muy dispares. Y provincias costeras coinciden en abundancia de piletas con otras del interior.

Frente a la piscina por cada 931 habitantes del País Vasco, muy lejos de la media nacional (una por cada 37 empadronados), en el lado contrario se sitúan las Islas Baleares, con una piscina por cada 16 habitantes. O la Comunidad Valenciana o Castilla-La Mancha, con alrededor de una piscina por cada 20 residentes. En Andalucía tienen una por cada 28. Murcia, por cada 29. Extremadura, por cada 33. Y Cataluña, por cada 40. En las demás autonomías la cifra empeora la media nacional.