De la riada de 1957 al desastre de 2024: las últimas inundaciones catastróficas en España

La DANA que ha afectado al Levante español se recordará sin duda como una de las peores inundaciones de la historia de España y por ahora, como la peor del siglo XX. Las grandes lluvias han dejado miles de muertos, con acontecimientos tan trágicos como la riada del Vallés, en 1962, que dejó entre 600 y mil fallecidos.

Los anales registran grandes torrentes de agua, sobre todo de en el área mediterránea, desde el año 1.100, pero en los últimos 70 años, estas han sido las gotas frías más importantes.

La gran riada de Valencia ocurrió el 13 de octubre de 1957, cuando cayeron 300 litros por metro cuadrado y el Turia se desbordó a su paso por la ciudad. Hubo 81 fallecidos.

Las riadas del Vallés se consideran las inundaciones más dañinas en la historia de España. El 25 de septiembre de 1962, en la comarca del Vallés, en Barcelona, las precipitaciones (212 litros por metro cuadrado en menos de tres horas) desbordaron los ríos Llobregat y Besós, lo que provocó una riada que dejó entre 600 y mil muertos, miles de heridos y pérdidas millonarias (unos 2.650 millones de pesetas, según los cálculos) en los municipios afectados (Tarrasa, Rubí, Sabadell, Sant Quirze del Vallès, Cerdanyola del Vallés, Ripollet, Mollet del Vallès y Sant Adrià del Besós).

Murcia y Almería sufrieron en octubre de 1963 unas graves inundaciones que dejaron 300 muertos y grandes daños.

El 19 de octubre de 1973, el municipio de Albuñol, en la costa granadina, fue el epicentro de una terrible inundación que también afectó a Murcia y Almería. Los archivos hablan de 250 muertos: muchos cadáveres se recuperaron, pero otros nunca se han hallado.

Pasó a la historia como la 'pantanada de Tous'. El 20 de octubre de 1982 una gota fría tiró abajo la presa del pantano de Tous y el Júcar inundó toda la comarca de La Ribera, en Valencia. Pueblos enteros quedaron anegados, se produjeron enormes daños y hubo 40 fallecidos. El papa Juan Pablo II, que estaba de visita en España, se acercó a Alcira para consolar a las familias.

El 26 de agosto de 1983, el desbordamiento de la ría de Nervión en varios puntos de Vizcaya, pero sobre todo, en Bilbao, donde el agua llegó a alcanzar los cinco metros de altura, dejó 34 fallecidos y cinco desaparecidos.

El 7 de agosto de 1996, una gran crecida del barranco de Arás arrasó el camping Las Nieves, situado en la desembocadura del río Gállego, en la localidad oscense de Biescas. Murieron 87 personas y hubo 187 heridos.

En la madrugada del 5 al 6 de noviembre de 1997, descargaron sobre Badajoz 156 litros por metro cuadrado en cuatro horas. El temporal dejó 25 muertos en Extremadura y numerosos daños, especialmente en la capital pacense donde 1.200 familias perdieron sus casas.

En la tarde del 9 de octubre de 2018 cayeron sobre Mallorca 220 litros por metro cuadrado. Se registraron 13 víctimas mortales en una riada que dejó una imagen icónica, el tenista Rafael Nadal achicando agua junto a los vecinos de Sant Llorenç des Cardassar, uno de los municipios afectados.

Trece muertos dejó también la borrasca Gloria entre el 19 y el 20 de enero de 2020. Hubo viento, lluvia y nieve, con avisos de nivel rojo en Alicante y Valencia.

No fue la que más víctimas mortales dejó (cuatro), pero sí una de las borrascas más recordadas. Hace tres años, Filomena dejó lluvias torrenciales en Andalucía, pero sobre todo, frío y nieve: récord de temperatura en Teruel (-26 grados) y entre 30 y 50 centímetros de nieve en el centro del país. Se cortaron carreteras tras una nevada nunca vista en Madrid cuyos efectos duraron casi dos semanas, entre el 6 y el 20 de enero.