Scholz habla de nuevo con Putin, que mantiene su discurso bélico

El canciller federal alemán, Olaf Scholz, exigió este viernes de nuevo del presidente ruso, Vladimir Putin, el fin inmediato de la guerra ofensiva e invasiva en Ucrania, durante una conversación telefónica mantenida esta mañana. Scholz informó a través de Twitter que había dejado clara durante la conversación la responsabilidad de Rusia para la situación crítica de la alimentación en amplias zonas del planeta debido al conflicto bélico, con amenazas de hambruna en varias regiones. Putin, sin embargo, no parece ceder a las presiones de sus interlocutores occidentales. El presidente ruso reiteró su afirmación de que las conversaciones de paz entre Moscú y Kiev son bloqueadas por Ucrania, según medios de su país. Putin aseguró en su conversación con Scholz que «combatientes de ideología nazi están violando flagrantemente normas del derecho internacional» desde el bando ucraniano.

La Unión Europea anunció este viernes nuevas ayudas a Ucrania para su defensa frente a la agresión de Rusia por valor de 500 millones de euros, que serán destinados en su totalidad a material y equipamiento militar. Así lo anunció el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, durante la reunión de ministros de Exteriores del G7 que se celebra en la localidad turística alemana de Weissenhäuser Strand, a orillas del Báltico. Con esa nueva aportación las ayudas de la UE a Ucrania con fines militares se elevan ya a 2.000 millones de euros. Borrell explicó que los nuevos fondos tendrán como fin reimpulsar el rearme de Ucrania, esta vez con la adquisición de armamento pesado, artillería y tanques con los que hacer mejor frente a la invasión rusa. Con los fondos aportados por Bruselas se habían suministrado a Ucrania fundamentalmente equipos protectores y armas defensivas para los soldados, así como combustible para sus vehículos. El último paquete de ayudas de la UE con fines militares a las autoridades de Kiev, también por 500 millones, había sido aprobado a mediados de abril.

La nueva ayuda militar procede del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, un nuevo instrumento de financiación de la UE que también puede ser utilizado para mejorar las capacidades de las fuerzas armadas de los distintos países miembros. El fondo cuenta con un presupuesto hasta 2027 de 5.000 millones de euros, de los que Alemania aporta la cuarta parte. Durante su reunión al norte de Alemania, los ministros de Exteriores del G7 expresaron de nuevo su solidaridad con Ucrania y subrayaron que es muy importante en este momento mantener la presión obre el presidente ruso, Vladimir Putin, «suministrando más armas a Ucrania y acentuando aún más las sanciones, dijo la titular británica, Liz Truss, quien comentó que la unidad en el seno del G7 en la actual crisis «es decisiva para defender la libertad y la democracia». En parecidos términos se expresó su colega francés, Jean Yves Le Drian, quien aseuró que los países del G7 «están fuertemente unidos» en su decisión de ¡apoyar la lucha de Ucrania por su soberanía a largo plazo y hasta la victoria».

La jefa de la diplomacia británica anunció además nuevas sanciones de su país contra personas del círculo más íntimo de Putin, entre ellas su exesposa Ludmila Ocheretnaya y otros familiares. Estos sirven al presidente ruso como hombres y mujeres de paja para ocultar su fortuna personal, afirmó la ministra, quien destacó que Putin engorda esa fortuna a escondidas gracias a un grupo de «amigos, familiares y élites», mientras se patrimonio oficial aparenta ser modesto. Entre los sancionados se encuentra también la al parecer amante del presidente ruso, la antigua gimnasta deportiva Alina Kabayeva, con la que ha tenido al menos dos hijos varones. Asimismo han entrado en la lista negra del gobierno británico los primos del presidente ruso Igor Putin y Mijail Schelomov.

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