La oportunidad que abre la puerta para que Salamanca recupere los trenes que perdió con Portugal

Después de casi 130 años activa, la línea férrea que une Salamanca con Portugal aguarda su momento para volver a la actividad. Los planes para mover mercancías desde Salamanca a los puertos portugueses han espoleado su puesta al día a base de tracción eléctrica, pero falta definir para qué se va a usar. En teoría, se centrará en la circulación de grandes trenes de carga, pero hay quien cree que podría ser la oportunidad para recuperar una circulación que se interrumpió en la pandemia: la del tren dirección Portugal en modalidad nocturna. Una ocasión que ha surgido justo por el inexplicable derribo de parte de una de las estaciones afectadas, la de La Fuente de San Esteban.

Así lo plantean no sólo Portugal, que hace tiempo que lo contempla, sino los ayuntamientos que hace 40 años se quedaron sin tren de pasajeros y que, a los pocos días de cortarse la movilidad por la pandemia, vieron desaparecer su último tren: el nocturno entre Madrid y Lisboa por Salamanca, sin descartar otros servicios. La decisión está ahora en manos de las compañías ferroviarias, pero una vez acaben las obras va a ser una opción real.

Por eso, los ayuntamientos del campo de Salamanca han visto en esta situación una oportunidad. La antigua línea es una bifurcación y arranca en la estación de La Fuente de San Esteban, de actualidad estas semanas por el incomprensible derribo de parte de sus históricas instalaciones.

Pasa por Martín de Yeltes, Sancti-Spíritus, Ciudad Rodrigo, Espeja y Fuentes de Oñoro para desembocar en la frontera, donde sigue camino. La línea está todavía en uso, la señalización y sistemas de seguridad de circulación son modernos; todavía pasan trenes y hacen maniobras en La Fuente.

Este ramal no ha recibido la atención que sí se ha puesto en el tramo interrumpido de la Ruta de la Plata, pero se encuentra en mucho mejor estado de conservación: si en muchos tramos de Salamanca a Zamora la vía es un recuerdo, aquí todavía se usa. Y tampoco está tan reivindicada como los trenes rápidos con Madrid, a pesar de la importancia estratégica que va a tener para Salamanca y su puerto seco.

Con la línea modernizada, los ayuntamientos creen que es el momento de recuperar las conexiones de pasajeros. Hay margen horario suficiente para combinar ambas circulaciones, viajeros/mercancías. La idea es unirse en una coordinadora para solicitar a Renfe que vuelva a haber servicio de pasajeros alargando hasta la frontera la circulación de alguno de los Alvia de Madrid. También se abre la opción de recuperar aquel tren nocturno que se perdió a los pocos días de iniciarse la pandemia y suspenderse los transportes, y que es el único que no se ha recuperado.

La línea ha recibido las catenarias y cables necesarios para la electrificación, que permitirá la circulación de trenes de mercancías modernos de hasta 750 metros que podrá albergar el puerto seco de Salmanca; seguirán pasando por la capital, que tiene todavía un importante tránsito de ellos.

La electrificación de todo el tramo desde la capital a la frontera, y su continuidad en Portugal, y la necesidad de esta conexión para dar salida a las mercancías que pasen por el puerto seco suponen un empujón para esta línea, impulso que no termina de llegar por los reiterados retrasos en las inversiones. Las obras están cerca de finalizar, con buena parte del trazado electrificado y con tensión hasta Tejares y algo más de retraso en el portugués. Falta resolver su paso por la capital y una cuestión importante: la explotación de la línea.

Sobre el papel, se centrará en las mercancías, pero al haber sido electrificada su uso podría ser mixto. Así lo plantea Portugal, que quiere revitalizar su línea de la Beira Alta y que ha planteado incluso un tren de alta velocidad por la provincia para unir Lisboa y Oporto con Madrid. Aunque parece que eso se enfría, no ocurre lo mismo con la conexión entre Aveiro y Salamanca, y de ahí hacia la red de alta velocidad española.

Para Portugal es una de las prioridades, porque conectaría sus puertos del Atlántico con Salamanca y de ahí, se engancharía a la red de altas prestaciones española. A nadie se le escapa que esa línea tiene más posibilidades que mover grandes trenes, una modalidad que todavía no está muy desarrollada.

En este último capítulo, Renfe y su homóloga, Comboios de Portugal, tienen la responsabilidad de pensar en posibles horarios para los trenes de pasajeros. No se limitarían al nocturno que se perdió en la pandemia, sino que la oferta sería de varios horarios al día.

Una vez terminen las obras, la puesta al día de la línea y su buen estado abren muchas opciones y los ayuntamientos del campo de Salamanca han visto en esta situación una oportunidad. La antigua línea es una bifurcación y arranca en la estación de La Fuente de San Esteban, de actualidad estas semanas por el incomprensible derribo de parte de sus históricas instalaciones.

Sin contar con nadie, Adif, propietaria de las instalaciones, ha derribado un galpón de madera originario de cuando se construyó la estación, a finales del siglo XIX. Las autoridades de patrimonio tendrán que determinar si obró bien o mal, pero el ayuntamiento de la localidad mantiene que se ha hecho sin permiso ni licencia; Adif dice que el edificio no está protegido, aunque la estación y la línea completa son BIC.

Se trata de un mal precedente porque esta línea todavía tiene circulación y, además de estar protegida, se espera que recupere buena parte de la importancia que perdió y dónde es posible que volvamos a ver circular trenes de pasajeros.

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