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La electrificación de la línea férrea de Fuentes de Oñoro sigue avanzando con un retraso considerable, frenada por los trabajos para adaptar los pasos elevados a su paso por la capital y algún avance. El último, la conexión de la línea al CTC de León, el centro de regulación del tráfico de trenes que controla todas las vías de la red ferroviaria española.
El CTC, ahora denominado Centro de Regulación de Circulación, controla la gestión del tráfico ferroviario por vía convencional, AVE y ancho métrico de Feve, es decir, la totalidad de la red ferroviaria. La conexión de la línea de Fuentes de Oñoro como parte de la electrificación es un paso para la futura gestión de los trenes que circulen.
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Según Adif, las obras de la electrificación e instalaciones de control de tráfico del tramo Salamanca-Fuentes de Oñoro siguen dando pasos. La última novedad es que ya se encuentran en servicio e integrados en el CTC de León los nuevos enclavamientos electrónicos de las estaciones de Fuentes de Oñoro, Espeja, Ciudad Rodrigo, Sancti-Spíritus, La Fuente de San Esteban, Aldehuela de la Bóveda, Barbadillo y Tejares.
Los enclavamientos ons dispositivos que regulan las señales de un tramo ferroviario y que son imprescindibles para la seguridad y la circulación de los trenes. Con esta conexión, el tramo estaría listo para el comando de trenes a distancia.
La estación de Tejares, un apartadero de mercancías y segunda instalación de Salamanca, es la última parada de los trenes ya dentro de la capital antes de la principal. Su conexión al sistema supone que ya está bajo el control de los dispositivos que establecen y regulan las rutas ferroviarias. Con este paso, el centro de control leonés suma otros 124 kilómetros a los que ya controla.
Además, en las estaciones de Barbadillo y Aldehuela, además, se ha complementado el suministro de energía con nuevas acometidas eléctricas locales, ya que las acometidas locales existentes eran insuficientes para el nuevo equipamiento instalado.
Asimismo, se encuentran concluidas las obras de las subestaciones de tracción que alimentarán las estaciones de electrificación, ubicadas en Barbadillo y Ciudad Rodrigo; y se ultiman las líneas de comunicaciones por fibra óptica y la interconexión de los puestos fijos del sistema tren-tierra mediante fibra óptica en sustitución del cable de cobre actual.
El gran problema es que la instalación de catenarias y cables para alimentar trenes eléctricos requiere de modificar alturas. Además, hubo que acordar una solución para los apoyos del Puente de Pradillo, puente metálico del siglo XIX y con valor histórico, situado en el punto kilométrico 2,200 de la línea y de 307 m de longitud, con el fin de integrar el montaje de la línea aérea de contacto o catenaria (el cable que transmite energía para circular a los trenes) y los perfiles que la sustenta en la estructura metálica del viaducto.
La electrificación tiene un gran talón de Aquiles: los pasos elevados en el municipio de Salamanca. Desde hace más de un año, están pendientes las aprobaciones de los proyectos técnicos modificados para adaptar varios pasos elevados de la vía.
El Ayuntamiento de Salamanca hizo sus aportaciones que, según fuentes municipales, afectan sólo a dos de los pasos. Según las mismas fuentes, Adif se mostró conforme con los modificados y el consistorio está a la espera del avance. La ejecución requerirá de obra que, en principio, está licitada aunque el cambio de proyecto lo puede complicar.
Sin embargo, el apeadero de La Alamedilla sigue en ruina cuatro años después y el servicio se hace con uno provisional, formado por un andamio y que ha sido vandalizado con frecuencia, lo que ha obligado a actuar para adecentarlo.
Su modificación no se ha visto afectada por los modificados: según el consistorio, no se ha pedido ningún cambio en lo previsto para reformar el apeadero, a pesar de lo cual, no se reconstruye. Según el ayuntamiento, ya se podría hacer porque no se han pedido modificaciones, pero Adif lo mantiene en el mismo bloque de contrato con el resto de pasos elevados.
En mayo de 2020, Adif anunciaba las obras en la línea férrea Salamanca-Fuentes de Oñoro a su paso por el municipio capital para adaptarla a la altura que requiere la electrificación. Días después, el catálogo de restricciones al tráfico anunciaba que el apeadero estaría totalmente cortado al tráfico ferroviario del 3 al 28 de agosto.
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El apeadero era completamente demolido en agosto de aquel año. Era una obra de un año que consistía en un rebaje de alturas para adaptarlo a la normativa y a las catenarias de la electrificación. Ni el andén ni el falso túnel que comunica con la calle Jardines daban las medidas, había que rebajar la vía. Iba a ser la ocasión para actualizar el antiguo andén, que llevaba años con una reforma pendiente, pero desde entonces no se ha vuelto a hacer nada.
Según Adif, la obra de adecuación de gálibos de pasos superiores, que incluye la actuación en el apeadero de La Alamedilla, está todavía pendiente de la próxima aprobación técnica del modificado necesario. Una vez aprobado el modificado, los trabajos se iniciarán en el apeadero de La Alamedilla para, a continuación, continuar con los pasos superiores.
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