La calle Rosario, lista para el gran cambio del tráfico en Salamanca: asfaltada para el bus urbano
Esta calle cambiará de sentido de circulación y será la nueva vía de acceso a la Gran Vía desde Canalejas
La calle del Rosario espera ya el cambio decisivo en el tráfico del centro de Salamanca que cerrará el acceso sur a la Gran Vía y habilitará nuevos giros que ahora no se pueden hacer, entre ellos, el que convertirá esta calle en una vía prioritaria para los autobúses.
Los 300 metros de esta calle entre Canalejas y la Gran Vía han estado en obras unos días para un cambio fundamental, el paso de los adoquines que tenía a una capa asfáltica. El motivo, una mayor durabilidad y un menor mantenimiento ante el tránsito que le espera, fundamentalmente del bus urbano y vehículos de transporte colectivo.
En las obras, que ya están terminadas, se han mantenido las franjas de aparcamiento sobre adoquinado a ambos lados y no ha habido que tocar la línea de la zona azul, sólo se ha actuado en el centro de la calzada. La calle tiene un trazado curioso, ya que rodea literalmente la iglesia de Santo Tomás Cantuariense y hace un pequeño giro en la plazuela donde se une con Marquesa de Almarza.
Este puede ser un punto a revisar porque puede que no sea todo lo ancho que va a hacer falta. El motivo es que esta calle cambiará de sentido y será de entrada desde Canalejas, algo totalmente novedoso. El Rosario siempre había sido de salida, pero el plan de reordenación del tráfico de la zona sur de la Gran Vía obliga a cambiarlo.
Según lo previsto, en Canalejas se trazará un tercer carril que permitirá el giro a la izquierda, con un semáforo y exclusivamente para el bus. Los vehículos del transporte público circularán por aquí en dirección a la Gran Vía; harán por aquí el trayecto hacia el extremo sur de la Gran Vía para salir bajo el puente del Soto. Serán los únicos vehículos autorizados para ello ya que se va a cerrar el acceso sur para el resto como parte de la modificación de direcciones y sentidos.
Se les unirán otros vehículos por Marquesa de Almarza, que también va a cambiar de sentido y acogerá tráfico de entrada desde la Gran Vía. Estos cambios han estado parcialmente operativos en los últimos días al cortar calle del Rosario para retirar los adoquines y asfaltarla.
El cambio tiene que ver con el nuevo tráfico que va a recibir. El tráfico de vehículos pesados suele deteriorar los tramos de adoquinado y por este motivo se ha decidido eliminarlo en esta calle porque el paso del bus urbano va a ser constante. En los últimos años, varias calles han pasado de asfalto a adoquín y también de adoquín a asfalto, como es el caso de muchas del centro donde se ha optado por la plataforma única; el caso más claro es el de San Pablo, que tras años asfaltada volvió a tener losas en la calzada.
