Sufrir como nunca, ganar como Avenida

Perfumerías Avenida sufrió, luchó, enmudeció, se tambaleó... y a punto estuvo de irse antes de tiempo y por la puerta de atrás de la Liga Femenina de esta temporada. Qué sufrimiento para los 3.000 aficionados que abarrotaron, en cuerpo y alma, el pabellón azulón, con más sentimiento azulón que nunca. Y es que todo el partido la diferencia se mantuvo en el más absoluto alambre. Entre los 10 y los 15 puntos, con momentos en los que Ferrol incluso estaba con solo siete de desventaja y, por tanto, clasificadas para las semifinales. El trabajo de Lino López y Soriano, Howard, Mestres y compañía ha sido de matrícula de honor, poniendo en apuros serios al club que más títulos tiene de toda la historia.

Con trabajo, derroche físico y la ayuda de un excepcional pabellón de Würzburg, Avenida consiguió meterse en el lugar en el que no hubiera sido imaginable que no hubiera entrado.

Nacho Martínez apostó en el inicio por Olçay Cakir, Arica Carter, Leo Rodríguez, Laura Gil y Sika Koné; Dealere y Prince se cayeron del quinteto inicial respecto al partido de ida, disputado el jueves en el pabellón de A Malata.

El partido comenzó con doble fallo de los dos equipos. Avenida falló su canasta, y Ferrol no llegó a tirar si quiera. Lo mismo ocurrió en los siguientes dos ataques, hasta que Olçay Cakir consiguió anotar tras una penetración. La intensidad que se palpaba en el ambiente, con un Würzburg hasta la bandera, marcó los primeros compases del partido. Leo Rodríguez, a los tres minutos, consiguió el primer triple del choque pese a los problemas de las charras para entrar en la zona ferrolana.

Selland cayó un segundo al pabellón charro cuando anotó un triple que igualó a 7 puntos el partido, al que respondió Cakir con otro lanzamiento desde la línea de 6,75, con una defensa más entonada del conjunto de Nacho Martínez que cuando comenzó el encuentro. Un gancho de Laura Gil culminó el parcial de 8-0 a favor del conjunto salmantino, lo que obligó a Lino López a pedir tiempo muerto en pista ante el 15-7 en el marcador a tres minutos del final del primer cuarto. El ambiente del pabellón charro era como el de las grandes citas: las jugadoras eran incapaces de escucharse en la cancha por la entrega de la Marea Azul.

Hatar cometió la segunda falta personal antes del 19-9 que señalaba el marcador de Würzburg. Con tres puntos más de renta las de Nacho Martínez se clasificaban para las semifinales, aunque el recorrido del partido no acababa ahí. Un espectacular inicio de partido, con una defensa asfixiante de las salmantinas provocó que el final del primer parcial fuera rotundo y claro para las de Salamanca: 23-11, y casi toda la renta que debía remontar el equipo azulón ya en el bolsillo. La intensidad que faltó en la ida salió, en su totalidad, este domingo en los diez primeros minutos.

Un triple de Vilaró después de un genial movimiento rápido de balón de las charras llevó el marcador a la máxima distancia, con la que Avenida se metía en semifinales de terminar así: 26-11 y todo el equipo enchufado, incluida Hatar. Andrea anotó otro triple al que contestó Pospisilova, y vuelta a empezar. La diferencia a favor de las charras empezaba a dispararse a los 13-15 puntos permanentemente.

En defensa el clínic de las salmantinas era total, pese al acierto de una gran jugadora como Howard, que mantenía a las suyas en partido. Una canasta de la 11 de Ferrol y otra de Pospisilova supuso el primer tiempo muerto del encuentro que pidió Nacho Martínez, con 11 puntos de ventaja a favor de las charras. Eso sí, todos los tiros de 3 que el jueves no entraron en A Malata sí se convirtieron en puntos en el partido de este domingo. Una exhibición de un equipo que, a diferencia del partido anterior, no tenía miedo a tirar, y además pilló una racha sensacional durante el segundo parcial. Pese a todo, el carácter de Ferrol provocó que las gallegas siguieran en partido. Aijanen y Mestres también anotaron de tres para poner el 45-35 en el marcador. La estadística al término de la primera mitad era apabullante. Avenida logró anotar 11 de los 14 triples intentados, un dato desconocido para las salmantinas.

Con 11 de ventaja Lino López pidió tiempo muerto a 37 segundos del descanso, y lo propio hizo Nacho un instante después. Leo Rodríguez consiguió un triple, otro más, para dejar la diferencia en +14 para las charras al descanso. Emoción y baloncesto de nivel para firmar una trepidante primera parte.

Sin tregua comenzó el segundo tiempo, y con la misma fiesta anotadora desde la línea de tres para las charras, espectaculares en ese apartado. Carter, Gil y Cakir anotaron tres seguidos para meter un parcial de 9-4 que acercaba más a la victoria a las azulonas, aunque aún con trabajo por delante. Lino López paró el partido para evitar que la distancia aumentara.

De hecho, las salmantinas fallaron varios ataques y perdieron rebotes cantados por la insistencia y la intensidad de Ferrol, que no le perdió la cara al partido. Del posible +20 que pudieron tener las de Martínez, al 60-47 que provocaba que Ferrol estuviera a un punto solo de forzar la prórroga. De nuevo, tiempo muerto del madrileño. Y dos puntos más de las gallegas para acercarse a 11 puntos. Máxima tensión en el partido, más comprimido en el luminoso durante los minutos en los que Avenida no anotó de tres, y con la eliminatoria absolutamente abierta conforme el choque se acercaba al último parcial.

A 9 puntos volvieron a ponerse las gallegas en el peor tramo del partido de Avenida. Y Howard remató el parcial en contra para firmar el 62-55. Afortunadamente apareció Silvia Domínguez para meter una bombita y cambiar el signo del choque, en un momento en el que la velocidad del balón bajó ante la exigencia física del encuentro. Bajo aro, en el rebote defensivo, Avenida sufrió especialmente en esta fase del partido, lo que le dio segundas opciones al Ferrol.

Doce puntos de ventaja y diez minutos por delante. Esa era la referencia de Avenida. Un partido nuevo, explosivo, exprés. Arropadas por las 3.000 personas de un pabellón de Würzburg que no se merecían ver cómo su equipo se iba a la lona en el primer cruce de los playoffs. Ahora bien, la incertidumbre era absoluta. Mestres metió un triple que conmocionó al respetable, porque el marcador era claro: 67-60 a 8 minutos del final.

Los fantasmas del pasado volvieron. Todo lo que entraba en la primera parte, dejó de hacerlo. Faltaban líneas de pase. Imprecisiones. Y la presión, ahora sí. La presión de un público entregado, la mejor afición de la historia del baloncesto femenino, que veía cómo su equipo estaba en la cuerda floja y a punto de irse a la lona.

Leo puso el +11 de las suyas; Koné anotó otros dos, con +1 incluido, y Vilaró sacó la garra y la 'mala leche' necesarias para robar un balón que Carter desaprovechó, en otra pérdida de la americana. Howard puso otro triple que redujo de nuevo la diferencia a los 13 puntos, mientras los ataques charros desesperaban y plagaban de emoción a raudales el pabellón de Salamanca. La tensión, inenarrable en esta crónica.

Una canasta de Carter, un robo mágico de Leo Rodríguez y una canasta de la canaria sirvieron para poner 17 puntos de diferencia a favor de Perfumerías Avenida. Bufandas al aire con dos minutos de margen en el marcador y un Ferrol que no daba su brazo a torcer. Lo peor, las molestias de Silvia Domínguez, que no pudo acabar el encuentro. Howard anotó otro triple para dejar la distancia en +14 a 1:20 del final. Nada dicho. Avenida falló el ataque y, por suerte, también las gallegas, que cometieron falta en ataque y concedieron dos tiros a las charras.

Gil anotó los dos y logró el 82-66. Howard falló bajo aro y las charras consiguieron otros dos tiros que anotó Carter para poner 18 de ventaja, es decir, seis puntos en la eliminatoria a falta de 24 segundos. El trabajo estaba hecho. Con un desgaste y un sufrimiento indecibles. Pero el objetivo se logró, y Laura Gil lo cerró con un rebote defensivo. Al final, la diferencia se fue a los 18 puntos (cinco en la eliminatoria). El sufrimiento, inaudito. La victoria, por fortuna, para las charras. En semifinales será el Girona de Roberto Íñiguez el que se enfrente a las de azul.

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