El trío Soriano, Iyana y Cave no salva a un Avenida que sigue mal y desconocido en la pista

Con un sufrimiento tremendo, mayor de lo esperado por muchos, Perfumerías Avenida cuajó otra vez un partido que ni se corresponde con lo visto en los últimos años en Würzburg, ni ofrece un juego fluido en la pista más allá de las individualidades de las tres jugadoras que están salvando la cara y el coraje del equipo. Ante un inferior Panathinaikos, las salmantinas volvieron a perder en casa y continúan en caída libre, sin dar síntomas de mejoría en pista y, lo peor, ante el disgusto del público al final del partido que, atónito, asistió a una nueva derrota que le complica de mala manera la fase de grupos de la Eurocup, al menos, para dejar los deberes hechos ya este miércoles. Las salmantinas viajan a Lugo este domingo en la liga.

La entrenadora del equipo, Anna Montañana, saltó a la pista con Iyana Martín en el puesto de base, con Zellous y Vilaró en el exterior, junto a Djaldi-Tabdi y Cave en el interior del equipo salmantino. Como es habitual en este comienzo de la temporada, todas las jugadoras salvo Magarity estaban disponibles.

Avenida inició bien el partido, con dos ataques acertados y con puntos a cargo de Iyana Martín, de nuevo en la dirección del equipo desde el comienzo del choque. Empezó con mucho ritmo el encuentro, precisamente, con ataques de ida y vuelta para los dos equipos y con pleno de acierto también de las griegas, en el regreso de Kristine Vitola al pabellón de Würzburg de Salamanca. De hecho, sin la defensa perfectamente entonada por parte de las salmantinas, el cuadro visitante logró ponerse por delante (10-14) mediado el primer parcial del encuentro.

Djaldi-Tabdi se fue al banco tras cometer dos faltas personales en apenas cinco minutos y Meyers, Stoupalova y Soriano tomaron el protagonismo en la pista, aunque con bajón anotador el cuadro salmantino hasta que Meyers consiguió dos puntos para igualar el partido tras rebote. Spreafico saltó a la cancha (antepenúltima en la rotación sin contar antes de Arrojo y Erikstrup) y convirtió un triple a la primera de cambio. Importante para la número 3 de las charras. Un par de tiros acertados desde la línea de 6,75 para las griegas dejaron por delante a un Panathinaikos que le hizo un roto en ataque, en el primer cuarto, al conjunto azulón vestido de blanco, para la ocasión como local, y es que el equipo salmantino se contagió de la poca defensa que practicaban las griegas. El primer cuarto lo ganaron las visitantes, 23-26.

Comenzó el segundo parcial con un 4-0 seguido para Avenida, aunque es cierto que las charras tenían el mismo problema para atacar que en partidos anteriores: batir a la defensa griega en la pintura, con la zona, era muy difícil ante la acumulación permanente de jugadoras en el interior, problema habitual de las azulonas. Ante esta situación, era habitual ver a las jugadoras más talentosas (como Iyana y Cave) jugarse ellas solas, con individualidades, los puntos en ataque. La asturiana sumó un triple que llevó su cuenta personal hasta los nueve puntos.

El talento de la pequeña del grupo provocó la ira de una impertinente Fitzgerald, jugadora del Panathinaikos que se dedicó a aplaudir socarronamente a los árbitros al entender que, en una falta que le pitaron, Iyana había hecho teatro. La chulería de la griega no fue cortada por las colegiados, desbordados ante semejante gesto antideportivo de la exterior visitante.

Entre tanto, Avenida mejoró en defensa notablemente, y también en el rebote. Panathinaikos se desesperó intentando tapar a Avenida y acabó haciéndolo cometiendo faltas reiteradamente, lo que las llevó a estar rápido en bonus. Eso sí, los ataques fallados por las salmantinas en un nuevo momento de errores provocaron, en apenas dos minutos, el empate parcial por parte de las visitantes, que igualaron el duelo a 37. Las salmantinas llegaron a estar con cinco puntos de renta, pero la dilapidaron en unos pocos segundos. Por este motivo, Montañana detuvo el partido con un tiempo muerto por segunda vez en el cuarto.

Soriano volvió a desbloquear con su talento y un triple al equipo después de los triples de Krimili, aunque las griegas anotaron otro. La entrenadora visitante paró el partido con otro tiempo muerto, aunque la igualdad fue total: máxima irregularidad en ambos equipos con excesivas individualidades en Avenida. Al descanso las de Montañana ganaban 42-40, con lo justo.

Comenzó la segunda parte después de una primera que mostró al mismo Avenida que hasta ahora: sin una idea de juego clara en pista. Y, de nuevo, con un parcial en contra para comenzar el tercer cuarto grave: 0-7. Y, de nuevo, con el run run en la grada. Y, de nuevo, con algunas quejas entre el público. Y, de nuevo, con un equipo algo desesperado en pista. Una bandeja de Vitola fue el colmo para que Montañana parara un partido que, otra vez, se le complicó de mala manera, con un parcial de 0-9 que llevó el marcador al 42-49.

La valenciana tiró de dos bases en pista otra vez, y metió a Soriano junto a Iyana Martín en la pista, mientras el marcador se mantenía en los siete puntos arriba para el Panathinaikos. El partido, realmente, fue un despropósito durante el tercer cuarto, particularmente. Un triple de Soriano y una canasta de Cave recortaron las diferencias en Würzburg hasta los dos puntos, y volvieron a dar una inercia positiva al equipo azulón, muy perdido en la pista hasta entonces con las desconexiones habituales.

Una antideportiva primero a Prince, y una técnica a la entrenadora visitante lograron darle la vuelta al partido, con un buen triple de Spreafico y los tiros libres de Iyana que sumaron el 54-51 en el marcador. Este 12-2 hizo que se viniera arriba el público del pabellón salmantino, aunque los colegiados le pitaron la cuarta personal a Spreafico (que no fue) y condicionaron a la italiana; Montañana la sentó. Soriano robó un balón y sumó dos puntos más para Avenida, demostrando que el ímpetu y las ganas son innegociables en este equipo. Lo mismo que también tiene Cave.

Los últimos diez minutos empezaron con tres puntos de ventaja para Avenida y con Djaldi-Tabi cometiendo la cuarta personal, aunque con mejores noticias sobre Meyers, que sumó cuatro puntos seguidos para las salmantinas: es importante, fundamental, que Abby anote y coja confianza con el equipo para intentar mirar al aro aunque haya fallos. Y eso fue lo que hizo la 12 de las locales. Bien por ella, ya que hasta ahora la aportación al equipo ha sido poca.

Entre acierto y desacierto, Panathinaikos empató otra vez con un triple el partido al tiempo que incrementaba aún más su defensa muy física sobre las azulonas. Cave, de hecho, se llevó un codazo en la nariz que provocó que tuviera que ser asistida en el banquillo. Y, hasta ese momento, los colegiados llevaban más faltas pitadas a Avenida que a la griegas, aunque pareciera increíble. Una canasta sola de Vitola puso por delante, otra vez, a las de verde. El partido llegó igualadísimo a su recta final, punto arriba, punto abajo, entre los dos equipos. Varios fallos en los últimos ataques, eso sí, impidieron a las salmantinas aumentar la exigua diferencia en el marcador, con tres de ventaja a dos minutos del final.

Montañana pidió un tiempo muerto para preparar al equipo para el desenlace. Pero no fue bien. Las griegas anotaron, luego lo hizo Avenida, y hubo tiempo muerto visitante. De uno ganaban las azulonas. Galanopoulos, en la reanudación, puso el 70-72 con un triple, y unos pasos en ataque de Cave pusieron el partido cuesta arriba, a un minuto del final. Krimili anotó de dos, e Iyana se jugó el triple... que falló. Avenida perdía de cuatro, entre los pitos de la gente, y la cercana derrota del conjunto salmantino, otra vez.

Y así fue: grave derrota, de nuevo, y caras largas en todo el equipo y en el conjunto del cuerpo técnico. Malos momentos.

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