Asaja pide escuchar al sector para evitar crispaciones y UGT condena los ataques

Asaja Salamanca reclamó este martes a las administraciones implicadas en la promulgación de la normativa ganadera, especialmente en lo referido al control de las tuberculosis bovina, que «escuchen al sector» para, de esta manera, «evitar más crispaciones», tras lo sucedido ayer en la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, donde decenas de ganaderos trataron de acceder por la fuerza y se produjo un tumulto que acabó con dos heridos y un detenido.

La organización, que manifestó mediante un comunicado remitido a Ical que se «solidariza» con los heridos, argumentó que «el malestar que viven los productores de vacuno es tan grande que se han visto superados por la situación, llegando a las manos por creer, aunque erróneamente, que es la única vía que tienen para que las administraciones les escuchen y les tomen en serio».

Por este motivo, Asaja Salamanca solicitó a todas las administraciones implicadas, incluidas la Consejerái de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural y y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que establezcan una «vía abierta» a las peticiones de flexibilización «para que los ganaderos puedan sentirse escuchados y cese la crispación existente en el sector».

UGT Servicios Públicos condenó este martes «de manera enérgica» los ataques que, en la mañana de ayer lunes, sufrieron los empleados públicos de la Delegación de la Junta de Castilla y León en Salamanca y, de manera concreta, los trabajadores del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería.

Una acción como la realizada ayer por un grupo de ganaderos que «no puede volver a producirse», según manifestó la organización sindical mediante un comunicado remitido a Ical, al poner en riesgo la integridad física de los empleados públicos, que fueron «gravemente atacados».

Para UGT Servicios Públicos, los empleados del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería en Salamanca son técnicos, en este caso veterinarios, y «su obligación es hacer cumplir una normativa autonómica que contraviene la nacional y europea», por lo que «ya habían manifestado el garrafal error que estaba cometiendo la Consejería de Agricultura y Ganadería de Castilla y León».

Por su parte, CSIF quiso dejar patente que la presión a la que se están viendo sometidos los trabajadores de la Consejería de Agricultura es intolerable y no puede ser aceptada por una sociedad que se considera civilizada. Los responsables de la insostenible situación que sufren nuestros ganaderos no son los funcionarios, que únicamente cumplen con su deber, son los responsables políticos que elaboran las normas y que, a la vista de la situación generada, no son capaces de gestionar el problema de la Tuberculosis Bovina ni tampoco lo son de proteger a sus empleados, como sería deseable.

Temas

• Carne
• CSIF
• ASAJA Asociacion Agraria Jovenes Agricultores
• UGT Union General de Trabajadores