Las célebres escaleras de Salamanca que estrenan ascensor panorámico 'en pruebas' en vez de peldaños

El ascensor de la Gran Vía ya es un hecho y ha completado sus primeros viajes, todavía estrictamente en pruebas, una cuenta atrás para que esté disponible para los ciudadanos. Tras instalar la estructura metálica hace un par de semanas y la pasarela con anterioidad, ahora ya se puede decir que el primer elevador urbano de Salamanca está colocado.

Durante la mañana de este lunes, operarios de la empresa concesionaria han estado colocando el elevador, que proporciona una conocida industria especializada en este tipo de maquinaria. El ascensor está formado por una caja hecha con paredes de cristal que le otorgan la condición de panorámico, ancladas a un estructura metálica con techo y suelo.

En la parte baja de las escaleras se ha colocado también la puerta de acceso y también se aprecia una en la parte superior y la maquinaria que lo impulsará hasta la altura de la plaza de la Parra, que es a donde llega. Toda la instalación se ha hecho foso del hueco construido tras demoler toda la parte izquierda de las antiguas escaleras, donde ha habido que actuar respetando los edificios circundantes, que están protegidos.

Durante la mañana se ha podido observar cómo hacía los primeros viajes arriba y abajo, en fase de comprobación de la instalación. Posteriormente será necesario que pase las pruebas correspondientes antes de su puesta en servicio, aunque se trata de maquinaria homologada.

El ascensor se mueve dentro de la 'jaula' de su estructura, construida en fábrica con perfiles de acero, y que se ha encajado en el hueco del ascensor creado con hormigón y enrasa con la pasarela instalada hace unas semanas que une la salida del ascensor con la plaza citada. La pasarela se inició con un permil metálico que ahora se está completando con suelo de cemento.

La obra, que tiene que terminar antes de febrero, lleva en marcha desde mayo y transformará por completo las conocidas como escaleras de la Riojana. La obra consiste en instalar un elevador que arrancará junto al soportal, en el lado izquierdo de las escaleras, en la cota 788,67 metros junto al paso de peatones que comunica con la plaza de San Julián y que sube hasta la cota 793,38 metros.

Una pasarela horizontal de trazado rectilíneo une el desembarque superior del ascensor con el extremo superior de las escaleras, a su llegada a la Plaza La Parra; esta pasarela también está instalada, aunque hay que rematarla. Está adjudicado por 270.000 euros.

De momento se han completado buena parte de las fases del proyecto. En las escaleras de la Gran Vía se ha demolido toda la parte izquierda y se excavó en profundidad para hacer el hueco necesario para la estructura básica, que es de hormigón. Tras un par de semanas de trabajo, quedaron a la vista las paredes que deberán soportar la estructura metálica.

La estructura se alza casi hasta la altura del primer paso del edificio de su izquierda y está cerca de alcanzar la cota de la plaza de la Parra, que es donde tiene que llegar. Son 15 metros de diferencia entre la cota de la Gran Vía y la de la plaza. Desde ahí, una pasarela comunicará la cabina con la superficie y el resto del trayecto desde ahí se hará con las rampas ya existentes para convertir este paso en totalmente accesible.

Como se ve en el diseño previsto, se trata de un ascensor panorámico con estructura metálica y paredes de cristal. Esa estructura se levantará sobre la caja de hormigón.

La puerta de acceso estará enrasada con la actual pared frontal, el espacio a su izquierda se ajardinará y el trazado de la escalera se mantendrá en el lado derecho, con la incorporación de los citados pasamanos a ambos lados y en el centro. Posteriormente se ha trabajado en los laterales, con una obra que permitirá asentar los bancales con arbustivas y vegetación que completarán el cambio.

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