La despedida a Laura y Martín, la pareja arrollada por un tren en Salamanca que era aficionada a las motos

Fallecidos al tiempo, arrollados por un tren de alta velocidad, la pareja atropellada esta semana en Salamanca ha recibido la despedida de su club de motos, afición a la que eran asiduos. En redes sociales, Laura S. y Martín B. han tenido esta sentida despedida.

La pareja, que estaban en el sistema Viogen, estaba instalada en el municipio más próximo al lugar donde perdieron la vida. Fue en el apeadero de Moriscos y ellos vivían en Castellanos de Moriscos, al otro lado de la separación que la vía y la carretera hacen en esta parte de la comarca de La Armuña. Laura era natural de Guijuelo y Martín llevaba décadas viviendo en la zona, ambos compartían la afición por las motos y su despedida ha tenido un toque motero.

La Asociación Deportiva Moter@s España RRSS ha mostrado en su cuenta de Instagram su más sentido pésame y dolor por el fallecimiento de la pareja que fue arrollada por el tren en Salamanca la pasada noche del domingo 20 de julio.

«Hoy nuestras motos rugen más despacio» así comienza el comunicado emitido: «Vuestro recuerdo quedará grabado en cada ruta, en cada curva y en cada abrazo motero que compartimos». Además, han decretado 24 horas de luto en sus redes sociales, a modo de muestra de respeto con el suceso.

La pareja compartía la pasión por las motos y era habitual de los grupos 'Los auténticos Moteros de Salamanca' y 'Forjados en la Calle 63', quienes también han compartido el video en sus redes.

La pasada noche del domingo 20 de julio un hombre de 41 años y una mujer de 43 fallecían después de ser arrollados por un Alvia, que puede llegar a alcanzar hasta 200 km/h, procedente de Madrid y con destino en Salamanca a la altura de Moriscos.

Sobre el varón recaía una denuncia por violencia de género interpuesta por la mujer, por lo que estaban inscritos en el sistema 'VioGén', con riesgo bajo, según han confirmado fuentes de la Subdelegación del Gobierno a Salamancahoy.

El varón pudo ser reconocido desde un primer momento, sin embargo, el reconocimiento de la mujer fue más complicado, estaba «irreconocible». Para poder identificar a la víctima se ha tenido que llevar a cabo una necroidentificación exhaustiva, una técnica que permite el reconocimiento del cadáver gracias a la dentadura, las cicatrices o las huellas dáctilares.

Por el momento, la investigación, a cargo de la Guardia Civil, sigue su curso y no se descarta ninguna hipótesis. Aunque algunas versiones se decanten por violencia de género como causa final, es una conclusión difícil de cerrar debido a las circunstancias del caso.

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