Lo que destruiría una crecida en Salamanca: chalets, un bosque y las dos ciudades deportivas

Más de 5.000 personas afectadas sólo en el municipio de Salamanca y buena parte de sus riberas bajo el agua. Esto es lo que pasaría en una crecida del Tormes al mismo nivel de probabilidad de la DANA registrada en Valencia, un impacto que dañaría buena parte de lo que se ha invertido en el entorno del río, incluyendo dos ciudades deportivas y el monte público con más árboles de la ciudad, pero también el barrio de Tejares.

El de una Salamanca bajo un palmo de agua no es, ni mucho menos, un escenario imposible. Tanto la capital como la provincia cuentan con zonas de riesgo de inundación al paso de ríos, arroyos y regatos. Las principales zonas corresponden a las riberas del Tormes en el municipio de Salamanca y otros del alfoz y la ribera del Águeda en Ciudad Rodrigo, que durante décadas causó inundaciones que remiten imágenes muy similares a las que hemos visto ahora en Valencia.

Según la última actualización de los Mapas de Peligrosidad y Riesgo de Inundación de la CHD, un total de quince municipios de la provincia albergan tramos fluviales en los que existe algún riesgo de inundación por crecidas. En total, unos 30 kilómetros de riberas repartidos entre todos. Los más poblados son la capital y su alfoz y Ciudad Rodrigo, pero no son los de más riesgo.

Castraz y La Maya se encuentran entre los pueblos españoles en los que un mayor porcentaje de sus habitantes estarían más afectados por una inundación. El primero de ellos se encuentra ubicado en la comarca de Ciudad Rodrigo y la subcomarca del Campo de Yeltes, en pleno Campo Charro. El segundo vive bajo la presa de Santa Teresa, una de las más grandes de la provincia, aunque lo que realmente causa el peligro es un pequeño arroyo.

Según un informe de la empresa de análisis geoespacial Dotgis, estarían entre los más afectados por una inundación: en Castraz y La Maya una hipotética crecida afectaría a un 69% y un 67% de sus habitantes, aunque son municipios poco poblados. No ocurre lo mismo con Ciudad Rodrigo, donde el desbordamiento de un pequeño tramo del Águeda afectaría a 258 personas que volverían a sufrir el historial de inundaciones de la localidad.

En caso de que una crecida volviera a desbordar los ríos salmantinos, la auténtica 'zona cero' estaría en el Tormes a su paso por Salamanca y en los tramos de Huerta y Aldealengua. El tramo más largo en el que se ha identificado un riesgo es el que recorre el término municipal de la capital a lo largo de unos 10 kilómetros.

Sobre el mapa superior, la zona más afectada abarca decenas de hectáreas en una franja que amplía de forma notable los márgenes del río en los escenarios más adversos.

Corresponde con la zona sombreada en amarillo, la de una avenida probable cada 500 años, que sería la más destructiva, aunque la del siglo (en azul) ya alcanzaría zonas habitadas. La roja, prácticamente el curso del Tormes, es la más habitual y no causaría ningún daño. En el mapa inferior se pueden consultar las zonas más dañadas en caso de una gran inundación y las detallamos posteriormente.

El escenario más habitual, es el menos peligroso. En este caso, la inundación podría ocurrir una vez cada década, un 10% de probabilidad. Según el mapa, el agua se adentraría en zonas de La Aldehuela, pero no llegaría a invadir los chiringuitos ni los paseos fluviales; lo mismo ocurriría en la zona del Puente Romano. Sí crecería el caudal del arroyo Zurguén y el río vendría alto.

El segundo escenario, de probabilidad media de inundación, asociada a un periodo de retorno igual a 100 años: probabilidad de ocurrencia en un año cualquiera del 1%. En este caso, el agua inundaría zonas de La Aldehuela, en la urbanización Las Dunas. Entraría con fuerza en paseos fluviales y los chiringuitos de la zona, también en el monte de utilidad pública.

También anegaría el arroyo de los Requesones y parte de una urbanización La Fontana en el límite con Santa Marta, además de paseos en el entorno del Puente Romano. El arroyo Zurguén desbordaría anegando el parque Miguel Delibes. El Tormes también cubriría parte del parque de Huerta Otea, de las instalaciones de Salas Bajas y del barrio de Tejares.

Baja probabilidad de inundación o escenario de eventos extremos. Asociada a un periodo de retorno igual a 500 años: probabilidad de ocurrencia en un año cualquiera del 0,2%. Es la situación más dañina en el caso de Salamanca.

Quedarían bajo el agua toda La Aldehuela, desde los chiringuitos a la ciudad deportiva, el monte público junto a las instalaciones, varios de los islotes del Tormes, urbanizaciones completas, un colegio, todo el entorno del Puente Romano, los campos de Salas Bajas, parte del parque botánico de Huerta Otea, casas en Tejares o los Huertos Urbanos.

Por supuesto, quedarían bajo el agua los terrenos donde estuvo el parque de maquinaria, derribado precisamete por estar en zona inundable.

En el caso de una inundación poco probable, lo que llaman avenida de los 500 años, 5.335 personas se verían afectadas por el agua; habría que sumarle otros 500 en el tramo de Huerta y 67 en el de Aldealengua, siempre en el escenario más adverso. Para las avenidas frecuentes, probables cada diez años, el número de afectados baja drásticamente: sólo 87 personas en la capital. Pero, ¿qué pasa con los daños materiales?

Según los primeros cálculos, sólo en indemnizaciones la DANA de Valencia costará unos 1.000 millones de euros, sin contar el daño por los más de 200 muertos que ya se contabilizan de forma oficial: estas son sus grandes cifras. El coste de la reconstrucción de infraestructuras, empresas y viviendas no está cuantificado, pero todo el mundo cuenta con que volver a poner en marcha la vida en la zona afectada llevará mucho tiempo y dinero.

A escala de Salamanca, por ejemplo, se llevaría por delante buena parte de las inversiones hechas con el programa Tormes+, dotado con 22 millones de euros, y otras administraciones en las riberas. Lo mismo ocurriría con el valioso monte público de La Aldehuela, el más grande de la ciudad.

La ciudad deportiva de La Aldehuela también se vería dañada, tras una inversión de 34 millones de euros hace unos años, igual que la de la Usal en Salas Bajas. Y habría que reparar o reconstruir decenas de viviendas en urbanizaciones y en los barrios de Chamberí y Tejares.

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