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El 40% de los edificios del municipio de Salamanca, dañados; el 70% de la población de toda la provincia, afectada; el 80% de lo que ocupa la Sierra de Francia, pasto del paso incontrolado de millones de litros de agua. Esta es la dimensión en escala salmantina de la tragedia de la DANA en Valencia, que cumple una semana. Cifras enormes que ayudan a poner en contexto la magnitud de la catástrofe.
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Sara I. Belled
El cálculo de superficies afectadas por la DANA de Valencia no ha hecho más que empezar, pero las primeras estimaciones arrojan datos enormes. Los satélites del programa Copernicus apuntan a España para mapear la extensión de las inundaciones y clasofocar los daños materiales que ha causado la enorme riada. El primer dato, ofrecido el 1 de noviembre, cifraba en más de 56.000 hectáreas y 230.000 los afectados.
Queda mucho para concretar al máximo el impacto de las históricas lluvias, pero son ya más de 200 los muertos y miles los edificios afectados en las zonas inundadas, al menos 77.000 viviendas han sufrido el efecto de las inundaciones.
Según el Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), hasta el 4 de noviembre, cerca de 80 municipios se han visto afectados por el paso de la DANA, hasta 78 recibirán ayudas; es una zona de una alta densidad poblacional, cerca de 900 personas por km2.
En este área, donde viven al menos 500.000 personas, la mitad de la población ha sufrido daños «severos o muy grandes», como son pérdidas humanas, grandes inundaciones o efectos en la actividad económica, además de destrozos en redes de servicios básicos, viviendas e infraestructuras. Hay 77.000 edificios afectados. El valor global de las pérdidas que se calculan es de mil millones de euros. Cifras de un calado que obligan a ponerlas en contexto.
En este caso, y a escala de la provincia de Salamanca, las 56.000 hectáreas del primer cálculo para la extensión de territorio afectado equivalen al 90% de la superficie de una comarca salmantina, la Sierra de Francia. La conocida zona de la provincia ronda las 62.800 hectáreas, 628 km2, por 560 de los primeros cálculos en Valencia.
La comarca entera está compuesta por 32 municipios que suman unos 8.000 habitantes, con una densidad de menos de 13 habitantes por km2. Su capital sería La Alberca y los municipios más destacados, Linares de Riofrío, Sotoserrano o San Miguel de Valero.
La provincia en su conjunto supera los 340.000 habitantes, con lo que el global de las personas afectadas por la catástrofe en Valencia (una de las zonas más densamente pobladas de España) equivalen al 70% de su población y superan con creces la de la capital.
En cuanto a los daños, las zonas de riesgo de inundación de la provincia se concentran en el Tormes a su paso por Salamanca y Aldealengua, el Águeda y pequeños arroyos como el de La Maya. En la capital, una crecida anegaría en el más adverso de los escenarios (una gran avenida previsible una vez cada 500 años) a un máximo de 5.300 personas y otras 67 por el tramo de Aldealengua. Una fuerte crecida sí afectaría a instalaciones deportivas, paseos fluviales, algunas urbanizaciones, los islotes del Tormes o el monte de La Aldehuela.
En torno al parque de edificios, son unos 10.000 en la capital y superan los 115.000 construcciones en toda la provincia: sólo en una de las zonas afectadas, Catarroja y Paiporta, hay 3.900 edificios dañados, un 40% del parque inmobiliario del municipio de Salamanca. En total, más de 77.000 construcciones del área de Valencia están dañadas, el 75% de todas las que se levantan en nuestra provincia.
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