La escritora bejarana que reproduce un mito griego en una atractiva historia de terror clásico

Beatriz García Sánchez, 'Alcaná', es una escritora salmantina, concretamente de Béjar, lleva escribiendo desde que tiene uso de razón «como una pulsión interna a la que tenía que darle salida de alguna manera», reconoce. Estudió Filosofía en la Universidad de Salamanca, Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Es redactora de la revista de literatura juvenil 'La Avenida de los Libros', pertenece a la Asociación de Géneros Fantásticos de Castilla y León (CYLCON) y a un club de lectura donde solamente leen a autoras que escriben terror por lo que, ante todo, es lectora.

Como autora, decidió buscar un seudónimo porque, para ella, sus apellidos son muy comunes y poco destacables en la literatura. Alcaná es una palabra que escuchó por primera vez en Toledo estando de vacaciones. Desde entonces, se enamoró de ese vocablo y decidió utilizarlo como apodo.

Siempre le ha gustado más la narrativa y, en concreto, la novela, el género de lo fantástico y el terror. Le apasionaban las colecciones clásicas de Anaya que clasificaba los libros por colores según el género. La novelista cuenta que siempre escogía el gris de terror, el azul de ciencia ficción e incluso el rojo de misterio. También hubo una serie de 1986, «La tía de Frankenstein», que le marcó y, por supuesto, siempre ha tenido como inspiración a grandes novelistas como Mary Shelley, Emilia Pardo Bazán, Pilar Pedraza, Mariana Enríquez o Cristina Fernández Cubas, entre otras. A la hora de escribir, se define como «muy metódica». Primero comienza a mano y cuando la historia va avanzando mucho, en ordenador pero, antes de crear, hace una escaleta o guión donde planifica qué va a pasar en cada capítulo.

La idea surge como un registro del trágico mito de Fedra, princesa de la isla de Creta. De hecho, en un principio, el título de la novela iba a ser «Fedra en el desván». La autora pretendía llevar esta leyenda a un campo más cercano como es la España de los años 50, época en la que se desarrolla la historia. Lo que le pedía el Madrid de ese período era algo opresivo, de ahí el tono gótico que destaca en el texto junto con el dramático. Con ello, consigue crear una novela costumbrista y realista de misterio, terror clásico y fantasía. Para Beatriz es «una novela que podría gustarle tanto a los lectores de María Dueñas como de Edgar Allan Poe». Además, con la protagonista y narradora de la historia, Berta, consigue que muchas chicas se sientan identificadas con ella y con este relato de detectives que, aún sin conocer el mito, engancha.

El lenguaje del relato muestra que a la novelista le gusta hablar con claridad, algo que adopta de su escritor favorito, Stefan Zweig, quien decía que no es necesario recargar una historia. Es un estilo elegante pero natural a la vez y, con ello, consigue que el lector sienta a la perfección los olores o sensaciones, se imagine los escenarios y los rostros de los personajes, los cuales no tuvieron una inspiración concreta, más allá de la imaginación de Beatriz, pero sí fueron creados con intención de ser odiados por el lector e incluso por ella misma, ya que tal y como afirma, «es una novela sobre un crimen, algo que nunca es bonito, por lo que tenía que ser así».

La parte que más le costó escribir pero de la que, a la vez, está más orgullosa son los tres capítulos que hablan de la Guerra de los Diez Años de Cuba. Aunque no le resultó difícil encontrar documentación, sí le llevó mucho tiempo. «A la hora de escribir sobre un hecho histórico hay que ir con más cautela para que todo sea idéntico».

Este galardón, que recibió el pasado 19 de diciembre, ha supuesto un vuelco en su vida porque, aunque hasta ahora había ganado más premios de relato y novela corta, esta vez apostó por una novela larga, la cual consiguió publicar con Ediciones del Viento y ganar este premio que, para ella, ha significado un orgullo y un primer gran paso en su carrera.

Igualmente, su primera novela corta, «Spolia», obtuvo en 2022 el segundo Premio del Certamen Literario Alberto Magno. Ese mismo año, ganó también el Premio Novela Corta de Terror de Ciudad de Nava con «Echidna», en la que narra una expedición científica a la Antártida. Y, este año, también ganó el XVIII Certamen de Relatos Breves en Tenerife por 'Santo Puchero', una historia de las primeras elecciones en las que las mujeres pudieron votar en España.

Actualmente, Beatriz compagina la escritura con su pasión por el mundo clásico y la mitología estudiando un Máster en Mundo Clásico. Aunque asegura que le da mucho vértigo escribir novela histórica, debido a la gran documentación y fundamento que requiere, pero no lo descarta para más adelante. De momento, prefiere centrarse en la ficción histórica, algo de romance quizá y desarrollar la acción en España, en la primera mitad del S.XX.

«Teseo en Llamas» está disponible en todas las librerías, tanto físicas como online, aunque la autora recomienda acudir a las librerías para comprarlo porque «las librerías hacen barrio y es importante visitarlas y no perderlas porque perdemos un tesoro, perdemos nuestro patrimonio». Recomienda el libro a todos aquellos que les guste el misterio, el 'salseo', los personajes intensos y las historias que te dejan con ganas de saber más.

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