La gran metamorfosis que experimenta Salamanca durante los meses de verano
La ciudad se transforma en los meses de julio y agosto. La marcha de estudiantes, la llegada de turistas, más trabajo y los cambios de hábitos son algunos de los elementos a analizar
Llega el verano y con él, las olas de calor, los días más largos, proliferan los mosquitos y la piscina se convierte en un oasis en la ciudad. Llega el verano y Salamanca cambia. Varios factores producen esta metamorfosis que dura algo más de dos meses: la marcha de estudiantes, la llegada de turistas, más puestos de trabajo, distintas opciones de ocio o los cambios de hábitos son algunos de los elementos a analizar durante julio y agosto. Una misma ciudad que, sin embargo, se muda para adaptarse a la temporada estival. Unas diferencias notables respecto a otras épocas del año hacen que Salamanca renueve sus ritmos.
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Uno de los detalles que más llama la atención y que no pasa inadvertido para nadie que usualmente pasee por las calles de la capital es la ausencia de estudiantes. O su presencia mucho más minoritaria. Salamanca es una ciudad universitaria y eso hace que se someta al curso escolar. Los estudiantes de grado de la Universidad de Salamanca procedentes de la propia ciudad solo representan una cuarta parte. Por tanto, aproximadamente un 75% proviene de fuera y el verano es la ocasión perfecta para regresar a sus hogares.
Las vacaciones de verano incitan la marcha de todos aquellos jóvenes que durante nueve meses aprovechan para exprimir la ciudad. Unos se van y otros eligen venir. Es el caso de los turistas. Salamanca experimenta un aumento considerable durante estos meses con aquellos que invierten sus días de descanso para conocer la ciudad dorada. De hecho, julio y agosto son los dos meses con mayor tráfico de turistas. Aunque el pasado año, el verano no fue especialmente glorioso en el turismo, se contabilizaron un total de 154.432 viajeros esos dos meses en la capital.
Para aquellos que vienen a disfrutar de Salamanca y para aquellos salmantinos que resisten el verano -o parte de él- en la ciudad, también el ocio se acomoda a estos meses. Así, hay actividades exclusivas durante los meses de julio y agosto que cesan con la llegada de septiembre. Para los amantes de las artes escénicas y la música vuelven Las Noches de Fonseca 2025 con citas durante todo el mes de julio. Veintidós conciertos ofrece Plazas y Patios hasta el 23 de agosto en ocho espacios diferentes y distintos espectáculos hasta la vuelta al cole. Programación de música y teatro con Cultura en los Parques los meses de junio y julio o Salamanca Culta y Oculta para descubrir el patrimonio, historia y cultura de la ciudad hasta el 31 de agosto.
634.000 Desplazamientos en la provincia
Durante el mes de agosto
Distintas opciones que hacen que quedarse, pararse o pernoctar en Salamanca sea una buena opción. Y es que eso también cambia con el verano. Durante el mes de julio, se calcula que las autovías de la provincia registrarán 528.000 desplazamientos, una cifra que ascenderá hasta los 634.000 vehículos durante el mes de agosto, consolidando a Salamanca como un punto neurálgico en los trayectos vacacionales.
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Y a pesar del aumento del tráfico en las carreteras de la provincia, la ciudad nota considerablemente el cambio en las rutinas con un descenso en la circulación. La media de vehículos disminuye considerablemente durante los meses de verano. Muchos vecinos de Salamanca aprovechan para marcharse de la ciudad para disfrutar de esas vacaciones y la circulación en la capital se aligera considerablemente.
Un descenso notable en la circulación como consecuencia de que ya no está 'la hora punta' para ir a buscar a los más pequeños al colegio, los horarios de trabajo se adaptan a una jornada continua que reduce los movimientos, las administraciones también aminoran el ritmo y unas vacaciones concentradas en solo dos meses para miles de personas obliga a cambiar la rutina de forma inevitable. Aunque hay algunos que no ven estos meses con el foco vacacional sino con el laboral. Y sí, eso también cambia. En base a los datos de 2024, julio es el mes donde mayor número de afiliados hay en la ciudad.
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Y uno de los sectores que motiva ese aumento de la contratación es el sector servicios. Durante los meses de julio y agosto, aquellos negocios que se nutren del turismo -como bares, restaurantes u hoteles- viven una de sus épocas más espléndidas. Las previsiones de ocupación hotelera para este verano son optimistas y apuntan a una temporada con altos niveles de afluencia. Según datos de la Asociación de Hostelería de Salamanca, se espera que los meses de julio y agosto registren una ocupación cercana al 80%, consolidando así una tendencia positiva de los últimos años. Destacan que las reservas anticipadas son ya superiores a las del mismo periodo del año pasado, y que Salamanca resulta una opción más económica frente a otros destinos similares.
Variables positivas que trae el verano tratan de equilibrarse en la balanza estacional con los factores negativos que supone la entrada masiva del periodo vacacional. Salamanca se muda para adaptarse al verano y esta metamorfosis, tiene consecuencias.
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