Las noticias imprescindibles de Salamanca este jueves 4 de diciembre
Pablo Alonso recibe la comunión del obispo de Salamanca. Diócesis de Salamanca / Óscar García

Un joven salmantino de 21 años ingresa en el noviciado carmelita «in articulo mortis»

Pablo Alonso, que padece Sarcoma de Ewing desde hace seis años, celebró la profesión religiosa este pasado domingo en la iglesia del Carmen de Abajo

Lunes, 26 de junio 2023, 12:51

Desde el pasado 21 de junio, el joven salmantino Pablo Alonso Hidalgo, de 21 años, ha entrado a formar parte de la comunidad de Carmelitas como novicio, con el nombre religioso de Pablo María de la Cruz. Lo hizo en el hospital clínico de Salamanca, en la habitación 615, donde estaba ingresado por una enfermedad grave. Allí, el prior provincial, Salvador Villota, presidió el rito del ingreso en el noviciado carmelita de El Carmen de Abajo, en una ceremonia en la que estuvieron presentes sus padres: Ricardo y Mari Carmen; el maestro de novicios, Alejandro López-Lapuente, y su director espiritual, Desiderio García Martínez. Ese día coincidió con la memoria del patrono de la juventud, San Luis Gonzaga, por lo que se puso bajo su intercesión la entrega de Pablo en la Orden del Carmen, según informa el Servicio Diocesano de Comunicación.

Publicidad

«Es mi deseo consagrarme a Dios y vivir en obsequio de Jesucristo», manifestaba Pablo, que este domingo, 25 de junio, realizó su profesión religiosa en la iglesia del Carmen de Abajo, en la calle Arroyo de Santo Domingo de Salamanca, en la que públicamente hizo sus votos de pobreza, obediencia y castidad ante un iglesia abarrotada de familiares, amigos y fieles para participar en una ceremonia que presidió el obispo de Salamanca, José Luis Retana. «Lo que vamos a presenciar hoy es un auténtico milagro», señalaba el Desiderio García minutos antes de comenzar la ceremonia, recordando las palabras de su superior mayor, Salvador Villota, en el rito de ingreso de Pablo en la Orden celebrado en el hospital el pasado 21 de junio. «Algo que sucede una vez cada doscientos años y se da aquí, en el lugar donde el Señor considera que es necesario», en Salamanca, «porque lo necesita».

Y recordó las tres intenciones por las que el nuevo hermano Pablo María de la Cruz ofrece su vida a Dios «como víctima inmolada»: por la conversión de los jóvenes, a través del encuentro con Jesús eucaristía, «su pasión, su amor»; por la unidad de la Iglesia, «que le sale de lo más profundo del corazón», y por último, «que la ofrenda de su vida nos ayude a todos a desterrar el miedo a la muerte». La ceremonia fue concelebrada por más de una decena de sacerdotes.

Diócesis de Salamanca

Pablo reconoció el sábado para el programa de radio diocesano 'Iglesia Noticia', que a él le gusta decir que es de la Iglesia, «porque da igual de donde seamos, tenemos todos en común la misma madre». Lo que vivió esa tarde fue la entrada en la orden del Carmen de Abajo «in articulo mortis», y hará la profesión de sus votos. «La verdad es que está siendo una gracia de Dios», reconocía. Pablo empezó con 16 años con la enfermedad de Sarcoma de Ewing, «un cáncer que he ido arrastrando». Y en todos estos años, ya casi seis, «sentí la llamada de Dios a la vida consagrada, y me ha concedido este milagrazo, porque según los médicos, mi enfermedad ya no se considera curable y va más rápido de lo que pensaba».

Este joven salmantino reconocía que los médicos le han dado unos cuantos meses de vida, «y lo que quería comunicaros es lo increíblemente bonita que es la muerte en Cristo, que es algo que no da miedo, que es alucinante, y que es un tabú que yo creo que hay que romper». A Pablo le han dicho que le quedan estos meses, «y me parece hasta mucho tiempo, ya de las ganas que tengo de poder encontrarme con el Padre«.

Publicidad

«El encuentro con Dios»

Unas horas antes de la profesión religiosa, quiso compartir un mensaje para los más jóvenes, y decirles, «que nunca es pronto para encontrarse con Dios, que es una de las mayores cosas que podemos hacer en nuestra vida«, y les dijo «que sean espabilados», se refería, como él mismo aclaraba, a «que no nieguen a Dios de primeras, que si realmente tienen una inquietud, que realmente busquen. Quien busque encuentra«. Y también, «que pongan a Dios a prueba, de si realmente existe, «Dios siempre responde en estas cosas».

Asimismo, Pablo daba gracias a Dios por este tiempo que le está concediendo, «que de verdad me noto muy sostenido en la oración, por cómo lo está llevando mi familia, y la energía que puedo tener yo con todo esto. Porque realmente como yo he dicho muchas veces, yo me he encontrado con Dios en el sufrimiento, en la enfermedad, y gracias a la muerte en esta enfermedad, me voy con él, y esto es algo que me hace inmensamente feliz».

Publicidad

Pablo recibe la visita del obispo de Salamanca

Pablo recibió el pasado sábado al obispo de Salamanca, monseñor José Luis Retana, que quiso visitarle y felicitarle personalmente por su consagración religiosa.

El Obispo le manifestó que la Iglesia de Salamanca acoge con júbilo su vida ofrecida a Dios, siendo él mismo testigo en primera persona de las gracias especiales y bendiciones que muchas personas están ya recibiendo como consecuencia del testimonio de su vida. También conversó con sus padres, Ricardo y Mari Carmen, algunos detalles de cómo han vivido la transmisión de la fe en la familia, la bendición que han sido sus cinco hijos y lo que ha significado durante estos seis años la enfermedad de Pablo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad