De ser el mejor MIR de Castilla y León a un oncólogo reconocido: «Salamanca lo tiene absolutamente todo»

El mejor MIR de Castilla y León con un 9,99. Premiado con dos becas en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Oncología Médica 2025. Doctor por la Universidad de Salamanca con la tesis 'Detección de biomarcadores genómicos predictores de respuesta y resistencia a inmunoterapia en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico metastásico'. Un total de 40 publicaciones internacionales. Profesor colaborador de la Universidad de Salamanca en el Grado de Medicina además de en dos másteres. Y todo ello, que ya es mucho, no es lo que le define como un buen profesional. «Quiero humanizar mi profesión».

Alejandro Olivares, oncólogo en el hospital de Salamanca.

Hace algo más de dos años celebrábamos que eras el mejor MIR de Castilla y León y ahora acabas de recibir dos becas para realizar un proyecto sobre el cáncer de pulmón. Lo primero enhorabuena, ¿Qué balance haces de este tiempo?

Han sido unos años bastante buenos, la verdad. Creo que hemos hecho bastantes cosas por el hospital y por el centro del cáncer con nuestro trabajo conjunto. Hemos abierto bastantes ensayos clínicos que son un beneficio para nuestra población y hemos empezado diferentes proyectos de investigación como este que nos han dado que es una continuación de uno que ya veníamos haciendo previamente. A nivel docente, creo que ha sido un periodo muy provechoso: he dirigido varios TFM, varios TFG y voy a dirigir mi primera tesis doctoral del Doctor Luis Posado.

En su momento, teniendo la opción de elegir cualquier destino, decisite quedarte en Salamanca, imagino que no te arrepientes...

No, en absoluto. Fue la decisión correcta. Es cierto que este tipo de decisiones son muy complicadas porque cambia mucho de unos sitios a otros pero el hospital de Salamanca es el equilibrio perfecto. No somos un hospital gigantesco pero lo tenemos absolutamente todo: garantizamos una buena asistencia a los pacientes y para el médico supone un equilibrio entre investigación, docencia y clínica y eso no lo tienen en todos los sitios.

De hecho, el Servicio de Oncología Médica de Salamanca ha sido uno de los más destacados en el Congreso SEOM 2025, con 31 publicaciones. ¿Qué cree que diferencia al hospital de Salamanca para alcanzar este nivel de excelencia científica?

Yo creo que en el Hospital de Salamanca existe una una cultura de trabajo, eso es el punto clave. En oncología hay una trayectoria muy afianzada desde que era jefe de servicio el doctor Cruz hasta que ahora lo es el doctor Fonseca y con los jefes de unidad, el doctor Del Barco y el doctor César. Yo creo que ellos son los que han construido el servicio. Tenemos una metodología para que el residente y el adjunto joven puedan tener un trabajo muy bien definido, tener una línea de investigación muy clara y a partir de eso pues trabajar. Y estamos muy orgullosos con los resultados en este congreso.

En tu caso, has sido galardonado con dos becas relevantes —la Beca SEOM de Investigación Translacional en Immuno-Oncología y la V Beca Early Forum Lung Cancer del GECP— para un proyecto en cáncer de pulmón no microcítico. ¿En qué consiste exactamente este proyecto y qué impacto espera que tenga?

El 90% de lo que hago es sobre cáncer de pulmón y el otro 10% cáncer de cabeza y cuello. Con este proyecto en concreto lo que nosotros inentamos es saber por qué los pacientes responden a la inmunoterapia que es el tratamiento básico del cáncer de pulmón. No sabemos por qué hay pacientes que responden muy bien y otros muy mal. Esto nos permitirá conocer mucho más sobre el cáncer de pulmón y si ya sabes que un paciente no va a tener buena respuesta con la inmunoterapia, pues añadirle otros tratamientos a mayores. También eso permitirá transmitir información a los pacientes más concreta.

Eso es una de las cosas que siempre has destacado y tiene que ver con la gestión emocional del paciente oncológico.

Sí. Muchas veces en oncología lo peor, de verdad, para el paciente y para la familia es la incertidumbre. El no saber qué pasará. Lógicamente en medicina uno más uno no siempre es dos pero dar esa seguridad es también humanizar la medicina. No se trata de poner un fármaco sino de hacer comprender al paciente de la mejor forma posible lo que tiene. De hecho, a mi me gusta cuando tenemos algún estudio en el que ha participado el paciente enseñarle los resultados porque al final aportamos un granito de arena en un mundo gigantesco, pero todo suma. En eso se basa la medicina.

Supongo que priorizar esa humanización lleva a una mayor implicación

Yo he tenido mucha suerte con mis pacientes. He tenido experiencias muy bonitas, muy emocionantes y tremendamentes satisfacotiras. Es una profesión miu bonita que te exige mucho a nivel emocional pero la recompensa es infinitamente mayor a esos momentos malos. La gente es tan buena, tan agradecida y te vas del hospital pero un médico es un médico siempre. Forma parte de nuestra profesión y en tus ratos 'libres' sigues pensando en cómo ayudar a tu paciente.

¿Cómo imaginas el futuro del cáncer de pulmón?

El futuro es la cronificación. A nosotros no nos gusta hablar de curaciones, nos gusta hablar de cronificaciones. De la diabetes no te curas, pero la controlas y tú puedes vivir toda tu vida con ella. El camino de la oncología va por ahí: que en los próximos veinte o treinta años los tratamientos permitan a la mayoría de los pacientes esa cronificación.

Para terminar, si pudiera aconsejar a los residentes que hoy empiezan en oncología, ¿qué les diría?

Lo primero: que estudien mucho. Cuando más se estudia es al salir de la Universidad y empezar el periodo MIR. Y lo segundo, que no se olviden que el enfoque es sobre el paciente. Todo lo que hacemos es por y para él. Hay una persona que está sufriendo y necesita nuestra ayuda y nosotros debemos intentar pensar qué le podemos aportar y cómo le podemos ayudar.

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