Muere Valentín García, el hombre que consiguió conservar la tradición de la hoguera de San Juan en Salamanca
Reivindicativo y con gran compromiso social, presidió la primera asociación vecinal de El Zurguén, fue vocal de FEVESA y fundó la asociación de Amigos de la Hoguera para que la última que se mantiene lo hiciera en su barrio
Todo el mundo en El Zurguén conocía a Valentín García. El primer presidente de primera asociación de vecinos del barrio trastormesino falleció ayer jueves, 6 de junio, tal y como confirman fuentes de FEVESA. Junto a muchos convecinos estrenó un barrio en el que, sobre plano, habría centros educativos y de salud, instalaciones deportivas, zonas comerciales. Pero la realidad era muy distinta y por ello no dudó en remangarse para reivindicar en toda ocasión cada una de las infraestructuras prometidas.
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Eso le llevó a ser el primer presidente de la primera asociación vecinal que se constituyó en el barrio. Desde ella trabajó incansablemente para pedirle a las administraciones competentes que dotasen a la zona de los servicios prometidos. Pero no solo eso, desde el colectivo vecinal se esforzó por crear sentimiento de barrio, algo que no es sencillo en los nuevos núcleos de la periferia que en demasiadas ocasiones terminan por ser simples residenciales dormitorio.
Una de las formas de hacer barrio era celebrar la hoguera de San Juan. Hace ya 26 años que ardió la primera gracias a los chavales del barrio y a su apoyo. Valentín supo darles a estas hogueras un carácter reivindicativo. En ellas la asociación colocaba pancartas año tras año recordando todo lo que necesitaban sus vecinos. La guardería primero, después el colegio, poco a poco algunas infraestructuras fueron llegando. También reclamaron espacios para que niños y adolescentes del barrio pudieran gozar de un ocio saludable. Pedía una gran piscina trastormesina en la zona, por estar situada en el centro. Le parecía muy injusto que a ese lado del Tormes faltasen tantos recursos.
Su implicación le llevó una vez más a comprometerse más. Fue vocal de FEVESA y uno de los artífices de la celebración del Día del Vecino. Atento con los periodistas, servicial con el barrio, era frecuente encontrarlo en reuniones y movilizaciones.
El alma de la hoguera de San Juan
La muerte de su hijo a una edad muy joven le marcó de por vida. Siguió implicado en el movimiento vecinal durante mucho tiempo, pero finalmente dejó aquella primera asociación del barrio, que sin él desapareció. Entonces se embarcó en otro proyecto, la asociación Amigos de la Hoguera de San Juan. Desde ella se entregó en cuerpo y alma a conservar la tradición de la noche del 23 de junio y que fuera en su barrio el último reducto de la ciudad donde se siguiera encendiendo. Con una normativa urbana y antiincendios cada vez más restrictiva, poco a poco han ido desapareciendo todas las demás. Si en los 80 cada barrio tenía la suya, poco ha poco han desaparecido del mapa salvo en El Zurguén.
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Este empeño por la hoguera lo sentía en lo personal como un homenaje a su hijo, que siempre estaba en su memoria. Por eso fueron muchos quienes le echaron de menos este año la noche de San Juan, durante el encendiendo.
La ciudad pierde a una persona a la que sus vecinos definen como un hombre bueno, a un presidente vecinal de los que marcan la historia y que deja un hueco importante en el paisaje de El Zurguén.
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