Año Nuevo y apuntarse al gimnasio: «En realidad, febrero siempre es mejor que enero»

Dicen que Año Nuevo, vida nueva. Por eso, con el comienzo de una nueva vuelta al sol llega la creación de propósitos, de retos personales para los próximos 365 días. Y las grandes metas suelen estar relacionadas con empezar a cuidarse, como son dejar de fumar o apuntarse al gimnasio.

Pero con esta última se presentan dudas: ¿se desinfla tan rápido como mucha gente piensa? ¿Es cierto que las salas deportivas se llenan en enero, pero se vacían gradualmente con la llegada de febrero? ¿Las personas que se apuntan asisten de verdad a las clases?

Natalia Romero, directora del gimnasio AltaFit Salamanca (situado en el interior del Centro Comercial Vialia), rompe con una de las primeras creencias sin ni siquiera dudar: «La realidad es que febrero siempre es mejor que enero en cuanto a gente que se apunta», afirma.

«Enero, lo tengo yo en mente como que, después de Navidades, resulta más complicado económicamente», dice, en una referencia a que la llamada 'cuesta de enero' puede ser la responsable de que, en realidad, los nuevos miembros no sean tantos. «Ven más el momento a finales de enero y principios de febrero», añade.

Sus datos de 2023 confirman sus palabras: «Acabamos enero con 217 altas, nuevos miembros, y estando a 18 de febrero ya tenemos 200». Detalla que la primera semana y la última de cada mes son «las mejores semanas» en cuanto a altas, así que no tardarán en superar la cifra que les dejó el primer mes del año.

Y destaca la figura del entrenador personal, algo que están demandando mucho las nuevas incorporaciones al gimnasio. «Quizás por el hecho de empezar la rutina, tener más motivación, saber por dónde empezar…», teoriza sobre los motivos de esto.

Sin embargo, con total contundencia Natalia Romero cuenta que «la gente que se apunta viene». Cree que «el pago de la matrícula» hace mucho: «hay más conciencia con el dinero y también con lo bien que te hace sentir el ejercicio». Desde la pandemia, la sociedad piensa más en su salud, en cuanto a hacer deporte, comer mejor o acudir a terapia. «Muchos se aficionaron al ejercicio en el confinamiento, cuando tenían tiempo en casa, y lo han incorporado después».

La directora de AltaFit recuerda como «muy duros» los meses posteriores al confinamiento, en los que los gimnasios de todo el país no solo tuvieron que pasar por meses de estar cerrados, sino también por grandes restricciones. «Hubo menos altas, había más pereza a apuntarse por el contexto de mascarilla, pero la gente que ya era constante continuó viniendo», cuenta.

Natalia Romero también detalla que ahora «ya está otra vez empezando a apuntarse más la gente mayor», quienes «tenían más miedo por la situación», y afirma que no solo han recuperado los datos anteriores a la pandemia, sino que «tenemos mejores números que prepandemia», como consecuencia de ese nuevo interés y la mejora de hábitos. De media, sus instalaciones tienen unos 1200 accesos al día.

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