El paso de los años cambia el perfil de los usuarios de ASECAL
La entidad sigue trabajando contra la desigualdad como en sus orígenes, pero si antes contaba con más población gitana y chavales desfavorecidos salmantinos ahora lo hace con familias que llegan huyendo de otros países y una población del barrio más envejecida
La lucha contra la desigualdad y el trabajo incansable para prevenir, orientar e intervenir en favor de las personas y colectivos que la sufren son la razón de ser de ASECAL. La asociación lleva tres décadas trabajando en toda Castilla y León. En Salamanca, aunque cuenta con oficinas en Vistahermosa, tiene su centro de operaciones más visible, el que es referencia para sus usuarios, en la calle Plateros, en el barrio Vidal.
Publicidad
Allí la actividad es desbordante. Cuentan con una Unidad de Orientación Profesional para ayudar a encontrar empleo en coordinación con el ECYL, y también ofrecen formación, integración social y laboral, atención socioeducativa, intervención comunitaria y apoyo psicológico.
Noticia Relacionada
'Mi perro solo en casa', un curso para evitar la ansiedad de las mascotas
La educación de calle es uno de los pilares de su trabajo y congrega a muchas personas en la sede, tal y como explica Ana Gala, coordinadora del área sociocomunitaria de ASECAL. Su trabajo se desarrolla en torno a tres bloques, la atención a mayores, con familias y con niños.
Por las mañanas, desde las 10.30 a las 13 horas, es el momento de las mayores. En femenino, porque actualmente todas son usuarias. Mujeres que en muchos casos están viudas y en otros simplemente pasan mucho tiempo solas. Aquí han formado un grupo unido y dinámico que en función del día, participan en talleres de memoria, hacen gimnasia de mantenimiento o realizan salidas. Las actividades les sirven como momento de encuentro para charlar, hacer amistades y acompañarse, que a veces es la mejor terapia que se pueda desear.
En ocasiones también se organizan iniciativas con los jóvenes y «salen cosas muy chulas, ellas se sorprenden de los juegos y los comportamientos de los jóvenes, y ellos conocen una visión de las cosas que de otro modo no tendrían», detalla la coordinadora.
Publicidad
Por las tardes, de lunes a jueves de 16 a 19 horas, es el momento de los niños. Trabajan con en torno a 60 chavales a los que dan apoyo escolar durante la primera parte de la tarde, antes de dejarles espacio para que disfruten de su ocio y tiempo libre. Ellos tienen el protagonismo para decidir a qué quieren jugar, aunque los educadores permanecen observadores, por si necesitan su atención en algún momento. Habitualmente utilizan la sala de debajo de la sede, pero en ocasiones también salen a la calle que es un maravilloso espacio que permite socializar con otras personas.
De hecho, durante la Semana Infanto Juvenil que ASECAL celebra cada año en junio, cuando ya se han acabado las clases, se cortan las calles para llenarlas con sus propuestas que permiten visibilizar su labor, al tiempo que reivindican la calle como lugar de juego. Además, acuden familias enteras y se da pie a la convivencia.
Publicidad
Para ayudar a todas esas familias, la organización trabaja en red con todos los recursos de la zona, como los centros educativos y CEAS, además de con Cruz Roja y otras entidades. El objetivo es no duplicar recursos y mejorar y personalizar la atención que les prestan entre todas.
Nuevas tareas para atender nuevas necesidades
Con el paso de los años, Asecal ha ido viendo cambiar el perfil de sus usuarios y con ello, su labor con ellos. En sus inicios tenían a muchos jóvenes salmantinos marcados por el consumo de drogas y que por su situación socioeconómica eran «carne de cañón». También mucha población gitana. En muchos casos su labor consistía en acompañarlos y servirles de referencia para que pudieran salir adelante.
Publicidad
Ahora, en cambio, tienen muchas familias migrantes procedentes de Marruecos y Sudamérica. Si con los chavales de antes hacían más trabajo en la calle, con estos realizan más apoyo al estudio y les ofrecen la sede como punto de encuentro.
Los problemas de sus familias son muy distintos. Cuando llegan muchos se enfrentan a dificultades con el idioma y para encontrar un lugar en el que estar. Necesitan ayuda y acompañamiento para hacer trámites y papeleos porque muchos no sólo desconocen cómo hacer las gestiones, sino que tampoco tienen soltura para explicarse. Otras dificultades que sufren tienen que ver más con las diferencias culturales y el desarraigo.
Publicidad
Ana Gala explica que es fácil empatizar con sus situaciones. En muchos casos son familias con dos o tres niños que llegan huyendo de otro país porque o salen o su vida está en juego. Y de pronto se sienten en un país extraño, sin papeles, sin conocer el idioma. No saben dónde ir, están desubicados, preocupados por sus pequeños, completamente vulnerables y dependientes.
Por eso el trabajo de ASECAL ha cambiado. Con estos usuarios lo primero que hay que hacer es formalizar sus papeles, en ocasiones trabajando con Cruz Roja, Cáritas o abogados. Hasta que éstos no están listos, dependen completamente de ayuda, hay que ubicar a los niños en colegios y seguir todos los pasos para que puedan seguir avanzado. Al sentirse arropadas, las familias les dan total confianza y recurren a ellos cada vez que necesitan cualquier cosa.
Noticia Patrocinada
Y una vez que empiezan a tener asentada esa primera atención, les ofrecen otro tipo de ayuda para, por ejemplo, relacionarse con más personas y tener cierta vida social. Por ejemplo, recientemente organizaron unos talleres gastronómicos para conocer y compartir los platos de distintos lugares del mundo.
En el barrio Vidal, donde muchos vecinos mayores han ido muriendo o se han marchado, estas familias han evitado un brusco descenso de la población y están muy bien integradas y aceptadas.
Puzzles y actividades para jóvenes
Una sencilla actividad de ASECAL que la ha conseguido situar en el mapa de España es su ya tradicional concurso de puzzles en la última semana de Navidad. En su inicio se pensó como una iniciativa para favorecer la actividad conjunta de las familias durante las vacaciones escolares, y ahora participan personas de toda España, de Barcelona a Málaga, pasando por La Coruña. Lo más destacado, a juicio de Ana Gala, es el ambiente familiar en el que se desarrolla, en el que al final lo de menos es el premio o hacer el puzzle. De hecho, casi todos los participantes consiguen llevarse algo, ya que se sortean los puzzles donados por Educa y Borrás.
Publicidad
Pero también los jóvenes de toda la provincia tienen a ASECAL como una referencia de convivencia y participación gracias a la Feria Jóvenes Despiertos que organiza a través de un convenio con la Diputación de Salamanca.
La iniciativa consiste en una jornada llena de actividades de todo tipo. Con charlas, talleres lúdicos y formativos y toda clase de juegos y diversiones. Por ejemplo, en la última edición, celebrada en Santa Marta pudieron conocer los medios policiales a cargo de la unidad canina de la Policía Local de Salamanca, tuvieron una exhibición de drones de la Guardia Civil, un scape room, espectáculos de humor y elaboraron una pintura mural, entre otras muchas iniciativas.
Publicidad
Al final, a ASECAL le queda la satisfacción de ver cómo tantos jóvenes a los que han echado una mano y ofrecido alternativas de ocio a lo largo de los años, siguen acercándose a la entidad, ya como adultos que les llevan a sus hijos o que les muestran todo su cariño por la labor desarrollada. El mejor premio para un trabajo constante y no siempre sencillo.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión