María Ángeles, tercera generación de la pastelería La Madrileña. José Manuel García
Negocios de toda la vida

La pastelería de Salamanca abierta en 1936 que estrena Solete Repsol: «Hay infinidad de productos»

La Madrileña sobrevive a una tercera generación que mantiene la misma ilusión que sus abuelos cuando cogieron el negocio en Alba de Tormes hace casi un siglo

Laura Linacero

Salamanca

Lunes, 8 de diciembre 2025, 13:06

Han pasado más tres décadas desde que una jovencísima María Ángeles se introdujera de lleno en el negocio que habían levantado sus abuelos hace ahora casi noventa años. En sus ojos se percibe la ilusión intacta después de toda una vida dedicada a este comercio familiar. Y es que, en cada elaboración que luego ponen a la venta, está la historia de tres generaciones. Pastelerías La Madrileña cae en manos de la familia Hernández en 1936. «Mis abuelos vienen de Madrid y él, que siempre había sido pastelero, llega a Alba de Tormes y coge la pastelería de la Plaza Mayor que ya tenía ese nombre», explica María Ángeles Hernández, que comenzó con la primera tienda en Cruz de Caravaca

Publicidad

El año en el que comenzaba la Guerra Civil, José Hernández y Orencia Martín, dejaban la capital para asentarse en este pueblo de Salamanca y desarrollar una de sus pasiones: la pastelería artesanal. «Empezaban una nueva vida, con nueve hijos, y mi abuelo todo lo que sabía hacer era dulces», comenta María Ángeles orgullosa. Una habilidad que heredaron sus hijos, y también sus nietos. «Mi padre estaba trabajando de pastelero en Madrid, haciendo miles de ensaimadas, y cuando se murió su padre, cogió la batuta del negocio», indica María Ángeles.

De forma más prematura de lo que hubiera deseado, el padre de María Ángeles tomó el relevo y se puso al frente de La Madrileña. «Le encantaba su trabajo y creo que de esa pasión nos empapamos después sus hijos», añade. Por eso, cuando tuvieron la oportunidad no se lo pensaron y esa decisión la volverían a tomar una y mil veces. «No me arrepiento para nada, me gusta mucho mi trabajo y aunque haya momentos en los que lo tirarías todo por la borda, disfruto muchísimo», asegura. Y no es una forma de hablar. Ese cariño por su rutina le motiva cada día.

«Ya estoy pensando qué hacer para el día de San Valentín y aún no han pasado las navidades», comenta. Y en esa previsión para sorprender a los clientes, encuentra cada día la razón para abrir las tres tiendas que tienen repartidas por la ciudad de Salamanca y dar futuro 28 trabajadores. «Eso es una presión pero al final merece la pena», explica.

La pastelería, entre lo de siempre y la novedad

María Ángeles recuerda cómo era la pastelería cuando ella era pequeña. Las grandes producciones venían de la mano de festividades concretas. «Se hacían muchos dulces pero asociados a las distintas épocas, no había tantísima variedad». Ahora La Madrileña cuenta con más de 300 referencias entre lo de siempre y las novedades que incorporan. «Los gustos de la gente también van cambiando y hay que estar atento a eso», añade. En su infancia se llevaban la palma las bambas de nata y las raquetas, ahora cuesta decantarse por algo. «Hay infinidad de cosas», añade.

Publicidad

Ese nivel de producción exige una antelación muy programada. «El polvorón de La Madrileña es el primer dulce que hacemos, vendemos muchísimos kilos así que es terminar Los Santos y empezar ya con eso», asegura. Esa tradionalidad marca de la casa convive con la innovación que caracteriza a María Ángeles. «Tenemos también cajas con galletas que como regalo se venden mucho», añade. Y es que cuando quieres acertar, piensas en La Madrileña. «Eso nos lo dicen siempre».

La relación con el cliente cosechada durante décadas ha hecho que la confianza sea tal, que cuenten con ellos para los eventos más importantes. «Es lo más bonito, que nos digan que con nosotros no fallan», comenta orgullosa María Ángeles. Recuerda un pedido especial de una tarta polka para una boda. «Nos fuimos mi marido y yo hasta Cacabelos, en León, para esa celebración», asegura. Encargos que implican una dedicación personal porque son conscientes de que en ellos depositan toda la confianza, y la respuesta de La Madrileña, es invertir todo el cariño en cada elaboración.

Publicidad

El regalo de Navidad anticipado para La Madrileña

Pastelerías La Madrileña ha recibido recientemente un reconocimiento de la Guía Repsol con un Solete de Navidad. Es uno de los cinco establecimientos de Salamanca elegido como opción imprescindible para hacerse con algún producto navideño. Turrón, mazapanes, panettone... no hay nada que se les resista. «Ha sido una alegría inmensa y estamos muy orgullosos de lo que hemos conseguido», añade. Una satisfacción compartida con todo el equipo que, según María Ángeles, es quien lo hace posible. «Somos una familia, hay gente que lleva muchos años con nosotros y lo principal es seguir remando juntos», añade.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad