Los peajes en autovías de Salamanca, hasta seis euros por viaje pendientes de un 'no'

El Gobierno español está negociando con Europa no aplicar el pago de peajes en autovías, al menos, no en 2024. La medida, que tenía que entrar en vigor en poco más de tres meses, suponía tener que pagar por circular en vías de alta capacidad ahora gratuitas, lo que iba a encarecer los principales viajes por carretera desde Salamanca hasta seis euros por trayecto. Algo que puede evitarse a última hora.

Las recurrentes subidas de precio de los carburantes y la gratuidad de otros medios de transporte han puesto entre las cuerdas al coche, que es la opción preferida de los salmantinos, que hacen hasta el 80% de sus desplazamientos en vehículos particulares. El peaje, anunciado para el próximo año, iba a ser la puntilla, pero a última hora Europa parece dispuesta a dar margen a España para no aplicarlo.

La medida fue ofrecida por el Gobierno a cambio del desembolso de 8.000 millones de euros de la última tanda de fondos europeos. Sin embargo, las fuertes críticas han obligado al ejecutivo a negociar la no aplicación del pago, a cambio de otras medidas. Y parece que Europa ha dado el plácet.

Lo que ha hecho España es solicitar a la UE un cambio en el compromiso adquirido en su momento con Bruselas para recibir los fondos europeos a cambio de aplicar un sistema de peajes en todas las autovías españolas pero nada está cerrado al 100% aún.

Lo que ha negociado España ante la Unión Europea para evitar la implantación de los peajes pasaría, entre otras medidas, por el desarrollo del transporte de mercancías a través de la red de ferrocarril o el impulso del transporte público. Se materializaría a través de una ley que el Congreso debería aprobar a lo largo de 2024.

Ese cambio evitaría el impacto social que tendría el pago por usar las autovías, que no se había tarificado, pero que iba a rondar el 1 euro por cada 100 kilómetros. El plan afectaba 300 kilómetros de estas vías de alta capacidad en la provincia de Salamanca a partir de 2024 y que se podía extender a los más de 3.000 kilómetros de carreteras nacionales en el futuro.

De momento, queda parado, un alivio para los conductores por el coste que tenía, inasumible en comparación con lo que cuesta viajar en bus o tren si se dispone de alguno de los múltiples abonos bonificados que van a estar vigentes, al menos, hasta final de año, una modalidad en la que podemos elegir entre transporte colectivo por carretera y ferroviario.

En un cálculo por trayecto, un viaje a Zamora en coche (gasolina, 1,6 euros/litro) cuesta 6,85 euros, casi lo mismo que el billete convencional de la companía que une las dos ciudades. A un céntimo por kilómetro, habrá que sumar otros 65 al trayecto por autovía, hasta los 7,50 euros. El billete del bus cuesta menos de 6 euros el nomal y 6,75 el express, que va por la propia autovía. Pero si disponemos del abono subvencionado, cada viaje el el bus hasta la capital del Duero sale por menos de 2,5 euros, un precio imbatible.

Algo parecido ocurre con el trayecto hasta Valladolid, que suma 1,1 euros extra del hipotético peaje de la autovía a un coste de 12 euros por trayecto en carburante. El billete simple de la empresa que hace el trayecto cuesta 10,35 euros y los abonos permiten viajar por poco más de 5 euros por trayecto.

En el caso de Madrid, un trayecto desde Salamanca sale por 35 euros en coche contando carburante y el ticket de la autopista (14 euros); si le sumamos otro euro por los 105 km de autovía, son 35 euros. El trayecto en bus hasta la estación Sur de Madrid sale por entre 16 y 27 euros según la modalidad que escojamos. Y de nuevo tenemos la opción de los abonos, que salen por el 50%.

El Gobierno ha estado mesese negociando para que Europa acepte retirar la medida y confía en que frutifique porque «la voluntad del Gobierno no es aplicar ningún sistema de pago por el uso de autopistas». Según fuentes gubernamentales, «consta que la Comisión lo está analizando» y comparte el criterio de España, que ha ofrecido otras medidas y destaca lo bien que han funcionado los abonos del transporte colectivo.

Bruselas confirmó en julio que la medida aparecía en el plan de recuperación español que fue aprobado tanto por Bruselas como por los Estados miembro y aparecía ligado, en concreto, al desembolso del quinto tramo, que asciende a más de 8.000 millones de euros.

Sin embargo, Sánchez ha apuntado que «las condiciones que se daban en el momento en que se presentó la medida no son las mismas que en la actualidad» y aunque no ha confirmado si el Ejecutivo comunitario ha aceptado la retirada de este hito en la revisión del plan presentada por España y pendiente aún de la evaluación de Bruselas, ha señalado que son «optimistas».

En este sentido, ha explicado que el Gobierno ha presentado a la Comisión Europea una serie de «propuestas alternativas» que buscan «reforzar» otras medidas que ya se han aplicado y entre las que ha subrayado los esfuerzos por incentivar el transporte ferroviario o el transporte público.

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