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¿Dónde queda la prioridad del peatón en el corazón de la ciudad durante la carga y descarga? Esa es la pregunta que se hacen muchos viandantes que sufren a diario el caos de tráfico que se produce en las calles y plazas del centro. Pese a que se trata de vías peatonales, la realidad es que son numerosos los vehículos que circulan por ellas, sin respetar la restricción de velocidad de 20 kilómetros por hora, circulando en ambos sentidos, y entrando y saliendo por cualquier calle.
Eso hace que en las horas de carga y descarga en muchos momentos no parezca una zona peatonal y caminar por ella se convierte en una experiencia estresante, incluso peligrosa. Los viandantes se encuentran de pronto con vehículos circulando en ambas direcciones, una situación de riesgo que se repite cada mañana aunque existe un Bando Municipal (BOP-SA-20210701-011) de julio de 2021, en vigor, que establece distintas zonas, horarios y ordenación del tráfico rodado para la realización de las diferentes operaciones relacionadas con la carga y descarga de mercancías, pero también el transporte de personas y acceso a garajes.
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Este documento divide la «almendra» de la ciudad (Área Primera) en zonas con diferentes restricciones. La Zona A prohíbe el acceso de vehículos sin autorización (Toro entre Plaza Mayor y plaza del Liceo; Concejo; Prior entre Plaza Mayor y Espoz y Mina; Bordadores entre Úrsulas y plaza de Monterrey; y plaza de la Libertad), indicando que la carga y descarga en Concejo y Libertad se realizará desde Espoz y Mina.
La Zona B (Plaza Mayor, plaza de Poeta Iglesias, Quintana, Rúa Mayor, Meléndez, Compañía, Libreros, parte de Bordadores, Zamora y Toro entre plaza del Liceo y Plaza de España) restringe la carga y descarga al horario de 7:00 a 10:30 horas.
La Zona C, que comprende las demás vías peatonales, permite la carga y descarga de 7:00 a 11:00 horas, con «islas» de estacionamiento limitado a 90 minutos y horario específico. Y finalmente la Zona D engloba las demás calles del Área Primera, permitiendo la carga y descarga solo en espacios señalizados.
El Bando prohíbe la circulación y el estacionamiento de vehículos de carga y descarga fuera de los horarios establecidos en las zonas A, B y C, y obliga a usar la salida más próxima al finalizar el servicio. Además, en toda el Área Primera se debe evitar la marcha atrás.
En conjunto, el documento refleja el deseo de hacer una zona peatonal tranquila y segura. Pero el día a día es muy diferente tal y como perciben muchos viandantes, algo que se ha recrudecido con la irrupción de los patinetes y por la alta intensidad de tráfico en el centro peatoanl.
Radiotaxi les da la razón. Desde la asociación que representa a todos los taxistas de la ciudad recuerdan que cuando Julián Lanzarote era alcalde de la ciudad el tráfico de muchas calles peatonales del centro de la ciudad estaba restringido mediante bolardos retráctiles. Las calles de entrada y de salida estaban claramente delimitadas y sólo los vehículos autorizados tenían las tarjetas que los abrían para entrar, ya que las salidas se activaban por proximidad. Era un sistema muy restrictivo y controlado.
Poco a poco se fue eliminando y comenzó a desorganizarse el paso. Pero cuando más se ha desregularizado ha sido a partir de las obras que han creado la plataforma única en la zona. Esta medida, lejos de favorecer a los peatones, se ha vuelto contra ellos en muchos momentos. Ahora, sin carriles, caben dos coches en calles como Zamora o Palominos y se permite circular en los dos sentidos.
«Cuando se cruzan dos furgonetas en Palominos, por ejemplo, a los peatones no les queda más remedio que pegarse a la pared para que los vehículos pasen. Para ellos es peor que cuando había aceras», denuncian.
La asociación se ha quejado de este y otros problemas similares ante la Policía Local y afirman que el jefe de la Policía les ha preguntado en alguna ocasión cómo se regulaba el tráfico antes en estas calles. Pero de momento todo sigue igual.
En esta línea detallan que es importante recuperar no solo el sentido del tráfico, sino las calles que son de entrada o de salida al centro de la ciudad. Ahora en calles como Horno Primera o Libreros, si se encuentran dos coches, uno en cada sentido, uno de ellos tiene que dar marcha atrás para que circule el otro, siendo calles por las que pasan muchas personas.
La situación se complica en vías angostas y con curvas como la calle Jesús. Ahora se pueden ver coches subiendo y bajando, pero solo cabe uno y maniobrar en ella resulta más que complicado. Antes la calle era solo de subida y se bajaba por Pan y Carbón. En la calle Tostado la situación es similar. Antes se subía por la cuesta de Carvajal y se bajaba por Tostado.
Además de por la seguridad de los peatones y para evitar maniobras a los conductores, el establecimiento y respeto de las calles de entrada es importante para los taxistas para no tener conflictos con sus clientes. Aseguran que en ocasiones, cuando ven cómo los vehículos campan a sus anchas por las calles peatonales, les exigen que sigan a través de ellas para atajar, pese a que está prohibido hacerlo. ¿Si el resto de los conductores lo hacen, por qué el taxi no? No todos los pasajeros se quedan conformes con la respuesta.
Desde Radiotaxi consideran que el sistema que funcionaba antes casi se podría mantener por completo. Hay algunos puntos que habría que modificar porque con los años y las obras han cambiado y ahora hay terrazas. Es el caso de la calle Sánchez Barbero y Felipe Espino. Esta última era de salida, pero como hay terrazas en la Rúa, no se puede circular. Doctrinos era de entrada, pero ahora hay que acceder por Prior por la misma situación.
El Bando detalla que «la responsable de la exigencia del cumplimiento de todas las medidas citadas es la Policía Local, encargada de imponer las sanciones reglamentarias en caso de infracción de las mismas». Pero sus agentes parecen más interesados en perseguir a las personas que circulan en bicicleta que en resolver un problema que, según el concejal socialista Chema Collados puede terminar con un accidente.
«Hay una total permisividad que es inaceptable, precisamente lo hemos venido denunciando en distintas Comisiones de Policía del Ayuntamiento, y la última vez el pasado miércoles«, afirma.
A su juicio, uno de los casos más flagrantes es lo que sucede en calles como Concejo, que «no deberían tener circulación y cada mañana pasan decenas de camionetas». Asimismo denuncia que «calles como Zamora solo deberían tener una dirección y cada día, cada mañana se ven camiones y furgonetas en ambas direcciones». «Vas tranquilamente y te encuentras con que viene uno de frente y tienes otro detrás», una situación preocupante porque las consecuencias pueden ser muy graves y que el Equipo de Gobierno municipal está obligado a evitar.
Se supone que las calles peatonales deben ser un lugar seguro para quienes van andando, pero en estas condiciones no lo son. ¿Se tomarán medidas para que se cumpla el bando y se acabe con este problema tras su exposición en la última comisión?
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Iker Elduayen y Amaia Oficialdegui
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