Un regreso electoral temprano y en vacaciones pone a prueba a los salmantinos

El carrusel electoral vuelve a rodar desde la próxima medianoche, 7 de julio, sólo 56 días después del inicio de la última campaña y en pleno verano, una circunstancia adversa que va a poner a prueba a los electores en Salamanca. Con los ayuntamientos casi recién constituidos, los salmantinos se enfrentan a un nuevo proceso electoral que llega con uno de los márgenes más estrechos de la historia reciente de la democracia en España, con las excusas por las vacaciones para ser mesa y el voto por coreo como protagonistas y la sombra de una alta abstención.

Los 56 días que han pasado de campaña a campaña, los mismos que entre el día de las votaciones para las municipales del 28M y las generales del 23J, son uno de los períodos más cortos sin elecciones en Salamanca. Hay que irse al inusual 2019 para encontrar un espacio menor entre dos elecciones.

Entonces, las generales del 28 de abril se anticiparon a las muncipales del 26 de mayo y hubo que acudir a las urnas con sólo 28 días de diferencia para elegir a los alcaldes tras haber votado al Congreso. No fue la única cita electoral de aquel 2019 porque el 10 de noviembre hubo que volver a las urnas para la repetición de las generales, 168 días después.

Los 56 días que van a pasar entre las municipales de este 2023 y las generales son uno de los períodos más estrechos posibles. De hecho, la normativa establece que la convocatoria debe hacerse con un mínimo de 54 días de antelación; con su decisión de convocar elecciones generales al día siguiente de las municipales, Pedro Sánchez apuró al máximo la fecha.

El estrecho margen tiene pocos precedentes, al margen del procceso de generales + municipales de 2019. Entre diciembre de 2015 y junio de 2016 se acudió dos veces a votar por el congreso en el plazo de seis meses. Cuando en 1996 y 2011 se adelantaron las generales, hubo entre seis meses y un año de margen con otras votaciones. Y en el caso de los salmantinos, hubo elecciones anticipadas en Castilla y León en febrero de 2022, algo más de un año antes de las últimas municipales.

Contando el primer anticipo electoral de la comunidad, los salmantinos acumulan seis procesos electorales en poco más de cuatro años, desde las generales del 28 de abril de 2019 a las del 23 de julio de este 2023. En este tiempo habrán votado tres veces por el Congreso, dos veces alcaldes y dos por la comunidad de Castilla y León

En cuanto a las incógnitas, la principal es saber cómo va a evolucionar la abstención. En las últimas municipales ha superado el 36% a nivel nacional, ha rozado el 33% en el global de la provincia y el 40% en la capital.

Las perspectivas para el 23 de julio no son mejores por una circunstancia concreta: las fechas vacacionales. El día de las votaciones llega en pleno descanso estival, con muchos salmantinos en su lugar de veraneo. Eso ha provocado, de entrada, un récord de solicitudes para el voto por correo porque muchas personas que podrán hacerlo en su colegio electoral.

El segundo efecto se ha notado en las excusas electorales, con una avalancha de alegaciones para no pasar el 23J en una mesa. Tener un viaje pagado o un plan irrenunciable va a ser motivo para librarse, pero sólo según los casos. A pesar de ello, una avalancha de peticiones confirma que a muchos se les está haciendo cuesta arriba esta nueva y temprana llamada a las urnas.

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