Un súbito chaparrón pone fin en Salamanca a una sequía que duraba meses
Los cerca de 7 litros caídos en la capital en unos minutos son la precipitación más alta registrada desde antes del mes de junio
Un súbito chaparrón ha devuelto a Salamanca la sensación del caer de la lluvia que no se experimentaba desde hace mes y medio. En unos minutos han caído más litros que en todo lo que llevamos de otoño tras un verano extremadamente seco que ha tenido continuidad en septiembre y octubre.
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Hacía meses que no llovía tanto en la capital. Junio terminó con un sólo día de precipitaciones registradas y julio anotó otro; en agosto llovió seis días, pero nunca más de un litro por metro cuadrado; y en septiembre llovió tres días seguidos y otros dos sueltos.
En octubre no había caído una gota hasta este jueves, cuando la Agencia Estatal de Meteorología ha registrado 7,3 litros en un chaparrón de unos pocos minutos, en torno a las 17.30 horas. El fenómeno, anunciado en torno a las cinco de la tarde con varios truenos, ha pillado por sorpresa a los viandantes que estaban por la calle y han tenido que correr a refugiarse. Ha sido un chubasco por barrios, porque en zonas de la capital no ha caído una gota mientras en el centro y el sur había que resguardarse.
Hay que remontarse al 20 de septiembre, cuando cayeron 2,4 l/m2 para encontrar el chubasco más copioso desde antes del verano. Hay que remontarse al 15 de mayo para encontrar un día más lluvioso; aquella jornada cayeron 10,6 litros en el observatorio de Aemet en la capital.
Sin embargo, tan pronto como llegó la lluvia se fue. Antes de las seis de la tarde había terminado de llover y no regresará hasta el domingo; según las previsiones, el último día de esta semana llegará un frente que dejará copiosas precipitaciones y nos meterá de lleno en el otoño.
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