Los trucos de dos fruteros de Salamanca para elegir la sandía y el melón perfectos

Con la llegada del calor, el melón y la sandía se convierten en los reyes indiscutibles de las fruterías. Sin embargo, elegir la pieza perfecta no siempre es tarea fácil. ¿Cómo saber si está madura y dulce sin abrirla? Dos fruteros de Frutas La Perla -una frutería con más de tres décadas de experiencia en Salamanca- nos desvelan los trucos infalibles para acertar y disfrutar de la fruta más refrescante del verano. Juan Francisco Sánchez y Marian García, dos profesionales del sector que trabajan en esta frutería familiar, descubren las claves con las que no fallar en la elección.

Hay muchas teorías que envuelven la elección de una buena sandía: la forma, el color, el tacto... pero para Juan Francisco Sánchez, la clave está en el sonido. «Si suena demasiado hueca es que está verde pero si el sonido es más fuerte, está lista para comerla», indica. La propietaria de esta frutería de Salamanca, Marian García, va un paso más allá y trata de ejemplificar el sonido. «Si suena como suela de zapato es que está pasada. El sonido tiene que retumbar para saber si tiene bastante agua», explica.

Sobre las variedades, Juan Francisco comenta: «Las sandías rayadas suelen ser más blandas por dentro, mientras que las negras tienen la carne más dura. Al final es cuestión de gustos». Otro truco menos conocido es observar el rabito: «Si el rabo está verde, está recién cortada así que estará menos madura por lo que te puede aguantar más tiempo en casa. Si está más seco, es que lleva más tiempo cortada y está lista para consumir», aclara Marian García.

En cuanto a la apariencia, ambos fruteros coinciden: el color exterior no siempre es fiable para saber el dulzor interior. «No hay un color exacto que te diga cómo está por dentro», asegura Marian. Otras frutas como el plátano, si pueden dar pistas a través de su aspecto exterior cómo será su sabor.

En el caso del melón, el tacto y el peso son los mejores aliados. «Si suena hueco, es que está más verde y puede dar ese regustillo a pepino, como dice la gente», explica Juan Francisco. Y añade: «Si no pesa, no es buen melón.» Sobre la leyenda urbana de que la clave está en tocar la parte inferior para ver si está blando, puede ser un indicador aunque no es determinante. «Cuando más lo notas en dándole algún golpe y escuchando cómo suena», asegura.

También comúnmente se distingue entre «melones macho y hembra» según su forma o las rayitas en la base. Juan Francisco comenta estas dos variedades según el sabor aunque insiste que no es esta diferenciación la clave para elegir un buen melón. «Dicen que los de rayitas son hembras y que suelen ser más dulces y los lisos son machos, pero la verdad es que yo no noto mucha diferencia en el sabor», reconoce.

Y como último truco para elegir un buen melón -y a diferencia de la sandía- su aspecto exterior. «Cuanto más marrón esté el culo y más rajitas tenga, más dulce suele estar. Si está verde tirando a amarillento, todavía le falta», aclara Marian García. Una combinación de distinto sentidos para dar con el melón y la sandía perfecta sin necesidad de abrirlos. Aunque si alguien tiene un sexto sentido para saber el estado de la fruta, son profesionales como Juan Francisco y Marian, que hacen de esta elección un proceso sencillo.

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