La Unidad de Emergencia Social de Cruz Roja de Salamanca atiende a 450 personas en 2022
Los voluntarios hacen una ronda, todas las noches, desde las 22:00 horas hasta las dos de la madrugada, con una ruta por la ciudad con 15 paradas fijas
La Unidad de Emergencia Social y el Centro de Atención a Personas Sin Hogar de Cruz Roja en Salamanca han atendido a 450 personas, el 82% hombres, durante 2022. Los voluntarios de la Unidad son los encargados de repartir entre las personas sin hogar comida caliente, ropa de abrigo si fuera necesario y lo más importante: atención. Estas personas que son atendidas reconocen que «el simple hecho de una conversación, dirigirse a ellas por su nombre y mirarlos a los ojos es muy significativo» ya que, a menudo, se sienten «invisibles y transparentes» para la sociedad.
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El voluntariado se turna cada noche, también en estos días navideños, para hacer la ronda desde las 22:00 horas hasta las dos de la madrugada aproximadamente, con una ruta por la ciudad de Salamanca con 15 paradas fijas siempre a la misma hora en un recorrido en búsqueda de personas en situación de extrema vulnerabilidad, con una media de unas 16 a 20 personas atendidas cada noche. Además de llevarles comida, caldo o leche caliente para cenar, el personal de la Unidad de Emergencia Social entrega productos de higiene, material de prevención de VIH y COVID, y elementos de abrigo como mantas o sacos de dormir y en caso de detectar casos susceptibles de atención más específica (sanitaria, adicciones, violencia de género, necesidades sociales…) se informa y orienta a las personas sobre los recursos existentes más específicos y/o se les deriva.
En este sentido, Cruz Roja en Salamanca cuenta de manera paralela con el Centro de Atención a Personas Sin Hogar (CAPSH), ubicado en la sede provincial, que ofrece alojamiento nocturno, cena, desayuno, higiene además de talleres ocupacionales durante la mañana. En este espacio se desarrolla un trabajo más profundo de atención social, seguimiento y acompañamiento personalizado para iniciar procesos de cambio y lograr la reinserción de las personas sin hogar. Así, se les asesora y se les facilita los trámites para el acceso a prestaciones económicas a las que puedan tener derecho y en función de las capacidades, necesidades y contexto de cada persona, en paralelo, se les apoya a otros niveles como, por ejemplo, sanitario, de vivienda, de formación, empleo, desarrollo personal o ámbito jurídico.
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