Los vecinos de Chamberí, hartos de abandono, suciedad y reventones

El aspecto de muchas calles de Chamberí recuerda a una dentadura a la que le faltasen dientes, plagadas de solares vacíos entre edificios y casas de planta baja. En algunas de estas parcelas sin uso, como en el número 37 de la calle Miguel Ángel y en la calle Mayor de Chamberí frente a la parada de autobuses hay basura, chatarra y otros residuos que las afean y contaminan

Desde la asociación de vecinos están ya cansados de dar parte una y otra vez al Ayuntamiento de Salamanca de este y otros problemas. Por eso cuando la patrulla que acompaña al furgón de la Policía en el Barrio pasó en moto por la zona hace unos días, sintieron que a lo mejor, si son los propios agentes los que comprueban lo que pasa, se produce algún cambio. «Llevábamos sin verlos por aquí ni se sabe cuánto tiempo», afirma con sorpresa su presidente. Él no cree que la gente de Chamberí vaya a acercarse a la Policía a dar estas quejas para no ser considerados «chivatos». Él no lo haría.

En alguna de las parcelas vacías, el Ayuntamiento ha creado pequeños aparcamientos. Espacios que se han cubierto por completo de asfalto y que resultan totalmente innecesarios en un barrio en el que se puede encontrar estacionamiento en cualquier calle. Desde la asociación de vecinos consideran que ese dinero podría haberse invertido en otras cuestiones más necesarias y urgentes.

Mientras visitamos el aparcamiento, uno de los presuntos responsables de los residuos depositados en un solar próximo increpan al fotógrafo, no quieren que tome imágenes. Es fácil entender que los residentes prefieran mirar a otro lado y no buscarse problemas.

Vallas y un camión de Aqualia. Los operarios trabajan. Desde la asociación llevan la cuenta. Van media docena de reventones en la calle Mayor de Chamberí. El último, hace tan solo unas semanas, dejó sin agua a algunos vecinos. Aunque se han cambiado las tuberías en algunas calles del barrio, hay que sustituir también las de la calle Mayor, denuncian. Pero la solución del Ayuntamiento es poner válvulas para reducir la presión.

No solo no se van a cambiar las viejas tuberías de esta calle, sino que en la actual campaña de renovación del firme que se está acometiendo en la ciudad está previsto pavimentar la calle Mayor. Tapar los problemas con una alfombra negra no los hará desaparecer. Y cuando reaparezcan, quedarán remiendos en el pavimento, como sucede en muchas otras calles de la zona. Los vecinos no pueden más que indignarse ante este tipo de actuaciones que consideran cosméticas y electoralistas.

¿Qué hay que hacer una obra que se vea en el barrio antes de los comicios municipales? A la asociación se le ocurren otras cosas que arreglar. Como las aceras antiguas, estrechas y con farolas y postes en el medio. Son parte del paisaje del barrio en calles como Mateo Hernández, por ejemplo y dan cuenta de cómo se cuida a los peatones. Es una de esas quejas que se pueden considerar históricas en el barrio, como el soterramiento de cables o la construcción de más viviendas sociales.

La asociación de vecinos critica que hace años les prometieron hacer «un barrio nuevo» con el PERI-55. Una parte del mismo se ejecutó, y se construyeron las suficientes viviendas como para reubicar a los residentes en el interior de la zona afectada. Sin embargo, el colectivo vecinal afirma que el compromiso era seguir edificando viviendas sociales hasta la vía. Consideran que si se hicieran, el barrio mejoraría mucho.

«En este barrio hubo cuatro bares y dos supermercados. Daba gloria el movimiento que tenía, pero se dejaron ir a la juventud porque no había edificios para comprarse un piso», lamenta. También piden que se urbanice la prolongación de la calle Mayor hasta San Ildelfonso para llegar hasta el cementerio de Tejares.

Por esa misma zona del barrio hay un parque con tres viejos juegos infantiles y sin vegetación ni sombra. El representante vecinal apunta que la pequeña fuente que hay no se enciende ni en verano. Al lado hay una parcela no urbanizable del Consistorio que la asociación pide que se llene con árboles, pero su petición ha sido ignorada. En cualquier caso, temen que se hiciera como con otros plantados en el barrio, que se dejaron morir por falta de riego. «Ahora han repuesto alguno en la calle Mayor, a ver cuánto duran», desconfía.

En la parcela que hay frente a este parque han pedido, de momento sin éxito, que se haga una pista deportiva cubierta, porque ahora la más cercana está en Vistahermosa y siempre está ocupada. Lo mismo le pasa al centro cívico del barrio, que hasta hace poco lo gestionaban entre las asociaciones de mayores y de vecinos pero que en la actualidad «gestionan desde el Centro Municipal Integrado de Vistahermosa».

Aunque el barrio está dentro de las actuaciones el EDUSI Tormes+, a los vecinos no les parece que se estén beneficiando demasiado y creen que no se ha contado con ellos para nada. De hecho, se sienten un barrio olvidado y discriminado respecto al resto de la ciudad.

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