Perfiles del verano para refrescar la memoria

Llegó el calor y con él las programaciones festivas de buena parte de nuestros pueblos . Un momento importante con la llegada y permanencia de familiares, amigos y visitantes; para hacer más grande todo aquello y seguir estableciendo lazos de amistad, viviendo en la calle, algo que se espera con ganas y todo el mundo conoce lo que significa.

Hace unos días me llegó la grata noticia de algo que tenía sentido para mí. Una celebración en Encinas de Abajo donde se preparaba por parte el equipo del ayuntamiento y con la colaboración entusiasta de los vecinos un homenaje al viejo frontón que cumplía, por decirlo de alguna forma, cien años de antigüedad. Además, se daba la circunstancia de que el mencionado había aparecido en una página francesa catalogado junto a otros 3.000 frontones en una clara competencia documental. En este caso solo podemos decir, «oh lá lá» por los vecinos detrás de Los Pirineos. Y para allá vamos a disfrutar la ocasión.

Así las cosas, apreciamos una manera seria y respetuosa de tratar los datos con la consideración que se merecen. Es decir, hacer una acción de actuar, actuando; y quitarse de encima el mal uso del « hola y adiós» que canta el gran Joaquín Sabina. Por lo tanto, como prólogo, José María Alonso hizo una breve explicación sobre las particularidades de la construcción del frontón, junto a las fases y momentos que sirvió de revulsivo social y deportivo en la vida del pueblo. No era por causalidad que en la exposición apareciesen renombrados pelotaris como su padre: Ángel; Pepe, o el gran jugador Melí; con el añadido de los más actuales, donde estarían el mismo José María y los momentos ocasionales que podía ofrecer Plací, cuando le terciaba un buen día.

Como se supone, había que medirse en aquellos tiempos con un gran elenco de personajes importantes en el mundo de la pelota, donde se comentaba que para ganar había que tener dos manos y a veces eran pocas.

Atendiendo a estas matizaciones, se inició el protagonismo de los partidos. En principio, el de dos a dos, en un enfrentamiento entre jugadores de las Villas y del País Vasco. Después, entraron en liza los veteranos de sobra conocidos por su larga trayectoria como Néstor, Pepe, Satur de Villoruela, el mismo José María y como dignos acompañantes Sebas e Isidro (Alaraz). Bueno, también no podía faltar el cuidar los detalles, es decir, jugar con «media pelota» y colocar el tanteador a dieciocho tantos. Cierto es que no estaba la tarde para excesos físicos. De igual forma se pensó en todos, y en la plaza se destinaron sillas para estar cómodos y, a ser posible, buscar una sombra para seguir con más tranquilidad el evento.

Al final, el público apreció el esfuerzo y las ganas de agradar de los contendientes al respetable, lo que motivo acabado el partido que proliferaran los saludos y las felicitaciones, y de paso aprovechar la oportunidad para compartir una fotografía para el recuerdo que siempre deja en un escenario guiado por un doble objetivo: uno, no haber perdido una cosa de interés, y otro, el tener de nuevo un encuentro con los antiguos compañeros

Temas

• Encinas de Abajo