La graciosa confusión entre la notaria de Lumbrales y una clienta que se hace viral

Es raro que en una notaría con temas tan complejos a tratar se dé lugar a chistes o anécdotas divertidas, pero la notaria de Lumbrales puede contar ya lo que ella misma asegura que será «la mejor anécdota hasta que la jubilación». A través de su perfil de Twitter compartía con sus seguidores una graciosa confusión con una clienta que se ha hecho viral. Encarna García, tal y como explica en uno de sus tweets, acostumbra a pedir la cena en uno de los bares del municipio cuando tiene que trabajar en la notaría hasta tarde: «les mando un Whatsapp, lo preparan, lo recojo y sigo trabajando», comenta.

Sin embargo, esa acción rutinaria se convirtió en una confusión que será una de las mejores anécdotas de su profesión. «En vez de mandarle el mensaje a la dueña del bar, sin querer, se lo he mandado a una clienta que se llama igual y la señora acaba de presentarse en la notaría con la cena y una Coca-Cola», explicaba. «Me quiero morir de la vergüenza», señalaba después de ser consciente de que le había encargado la cena a una antigua clienta que comparte nombre con la dueña de su bar habitual.

«Imagina que te escribe un Whatsapp a las 10 de la noche de un viernes la notaria de tu pueblo con la que firmaste unas escrituras hace un tiempo para pedirte que hagas la cena. No entiendes nada, pero se la preparas y se la llevas a la notaría», comenta la notaria. «No puedo conmigo misma», dice en tono divertido.

Esta confusión compartida en su perfil de Twitter se ha hecho viral entre los usuarios que por un lado, reconocen la amabilidad de la clienta, y por otro, lloran de la risa ante tal malentendido. «Menos mal que todavía existe gente buena en el mundo», respondían alguno de los usuarios ante el gesto de la clienta. Muchos han sido además los que alaban la solidaridad de los pequeños municipios: «la grandeza de la España rural», comenta uno de ellos.

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